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sábado, 10 de noviembre de 2018

"Las escalofriantes aventuras de Sabrina", una estimulante propuesta de Netflix llamada a ser la nueva "Buffy, cazavampiros""


Acabo de ver en una media maratón el remake de la serie "Sabrina, la bruja adolescente" (Latinoamérica) o "Sabrina, cosas de brujas", sitcom estrenada a  finales de los años  noventa que prolongó su emisión hasta el año 2003 durante 7 temporadas. He de reconocer que tenía cierta prevención a la hora de ver esta serie. Me temía que fuese una insufrible comedia de adolescentes. Sin embargo tras su rápido visionado, me he encontrado con un producto absolutamente diferente al esperado y si me preguntan si me ha gustado, vaya que si me ha gustado. Nos encontramos ante una serie protagonizada por una adolescente, en efecto, con su noviete de marras y sus singulares amigas, una chica de color que sabe que se quedará ciega y otra chica a la que los chulitos de la clase la llaman marimacho, por su andrógina apariencia. Todo comienza cuando Sabrina está a punto de cumplir su 16º cumpleaños, fecha en la que deberá abandonar su circulo de amigos mortales y consagrarse a Satán formando parte activa de la Iglesia de la Noche. 

La serie se centra en el personaje del cómic del mismo nombre   Sabrina, interpretada a la perfección por Kiernan Shipka, que debe elegir entre su doble naturaleza de bruja y mortal mientras lucha contra las fuerzas oscuras  que la amenazan a ella  y a su entorno. También está protagonizada por Ross Lynch, como Harvey Kinkle su novio que desconocen las fuerzas oscuras que acechan sobre la pareja, Lucy Davis como Hilda Spellman bondadosa, ingenua y con un gran instinto maternal, Chance Perdomo como el brujo gay Ambrose Spellman, Michelle Gomez como la Señora Satanás, Jaz Sinclair como Roz Walker, amiga de Sabrina e hija de un reverendo negro, Tati Gabrielle como Prudence una de las tres Hermanas Fatídicas, Richard Coyle como el sumo sacerdote de la Iglesia de la Noche Padre Blackwood y Miranda Otto como Zelda Spellman, la otra tía de Sabrina, más dura que Hilda, entre otros. 

Inicialmente la serie se desarrolló para la cadena CW, para ser un complemento de la serie de la cadena "Riverdale" pero en 2017 el proyecto se trasladó a Netflix que encargó casi directamente dos temporadas consecutivas. La serie ha obtenido en general buenas criticas siendo calificada de "hechizantemente bella, siniestra, oscura y perversamente macabra". 

La serie es entretenida,  absorbente, coherente en su propuesta estética y narrativa, con toques que recuerdan al  Tim Burton más oscuro o gótico o a la Familia Adams en su vertiente de familia disfuncional pero que crea un mundo propio absolutamente auténtico y original, que bordea con habilidad  los tópicos y lugares comunes en los que fácilmente podía caer, sin hacerlo.

Al igual que "Stranger Things" la serie es deudora de infinidad de influencias visuales (televisivas y cinematográficas) de los años 80, tales como la serie "Buffy", por su adecuada mezcla de fantasía y terror con toques de comedia, los libros y películas de "Harry Potter", la Academia de Artes Ocultas y los múltiples hechizos e invocaciones nos puede recordar a Hodgart, escenas de  "El exorcista", "Posesión Infernal",  "Pesadilla en Elm Street", "Suspiria",  podemos encontrarlas en algunos capítulos de "Sabrina", como la posesión del tio Jesse, la persecución por el bosque de Sabrina, las referencias visuales y argumentales de carácter onírico abundantes en esta serie, los colores y decoración de la Academia de Artes Ocultas, sin olvidarnos por supuesto de otras referencias como la de "Jovenes y brujas" o "Riverdale" con quien comparte el mismo universo de ficción.  

La serie es "políticamente muy correcta",   asumiendo un discurso progresista, feminista, de empoderamiento de la mujer muy claro, además de  una presencia LGTBI,  en esta ocasión a través de Ambrose, presencia  cada vez más frecuente en todo tipo de series. "The man in the high castle" también incorporó en su tercera temporada el componente LGTB por partida doble. No quedan fuera tampoco otros temas como el bullying o el fanatismo religioso, sea del tipo que sea. En definitiva serie recomendable que no es lo que parece.


La 4ª temporada de "Outlander" comienza floja en su primer episodio pero remonta enseguida volviendo al nivel habitual esperado


La semana pasada se estrenó la 4ª temporada de "Outlander" y quizás sea porque exigimos de esta serie que continúe siempre al máximo nivel, tanto en tensión como en ambientación, argumento, interpretación  y otra serie de características que cualquier bajón nos hace encender la señales de alarma a los numerosos fans de esta gran serie, a caballo entre la ficción histórica, la fantasía y el género romántico. Para empezar, el primer capítulo es un episodio en el que no pasa nada especialmente importante. 

Nuestra pareja protagonista está felizmente reunida, después de tantas separaciones y desventuras, sin grandes sobresaltos durante la mayor parte del tiempo y ha decidido probar suerte en el Nuevo Mundo.  La ejecución, por ahorcamiento,  de un amigo escocés y  la salvación, un tanto forzada por parte de nuestros protagonistas, de un malévolo personaje que parece se convertirá en el nuevo villano de la serie, junto a la duda de como hacerse con tierras en las todavía colonias británicas, dada la inminente sublevación independentista que tendrá lugar unos pocos años más tarde, constituyen el contenido de esta primera entrega que deja  sabor a poco.

Pero lo que más me molestó es que cuando  Claire y Jamie junto a los suyos navegan el Mississippi y son objeto de un brutal asalto por parte del nuevo villano Stephen Bonnet, una escena que debería haber tenido la máxima tensión y un alto grado de dramatismo, se lo quitan por completo  hasta el punto de echarte de la historia con un desafortunado acompañamiento musical, al parecer una canción de Ray Charles en una escena casi muda, sin gritos ni  palabras. Un despropósito impropio de una excelente dirección como ha sido marca de la casa prácticamente desde su inicio. 

Solo confío en que los realizadores de esta  serie recuperen su buen hacer y sepan manejar en los próximos episodios la nueva situación en  que van a quedar sus protagonistas como ellos solo saben, haciéndonos sentir junto con los personajes y los actores que tan magnificamente los interpretan. Sé, por los libros, que momentos dramáticos no van a faltar y que uno de los grandes momentos imagino que será el encuentro de Jamie y su hija Brianna aunque hay muchos más igualmente dramáticos que por supuesto no voy a desvelar. La trama histórico-política y el nuevo escenario americano pueden dar también mucho juego.

Act. 11-11-2018: Tras el asalto a la barcaza en el rio, Claire y Jamie son acogidos por la tía de Jamie,  Jocasta, dueña de la plantación de River Run, que cederá su propiedad a su sobrino. Las ideas de Claire, del siglo XX, sobre la esclavitud provocarán a una grave situación que a punto estará de costarles a todos la vida. Con este capítulo, Outlander recupera su tono y calidad habituales, con la tensión y el dramatismo que la caracterizan.