Título original: Ender’s game. Director: Gavin Hood. País: USA. Año: 2013. Duración: 114 min. Género: Ciencia-ficción. Interpretación: Asa Butterfield (Ender Wiggin), Hailee Steinfeld (Petra Arkanian),Harrison Ford (coronel Hyrum Graff), Abigail Breslin (Valentine Wiggin), Ben Kingsley (Mazer Rackham), Viola Davis (Gwen Anderson). Guion: Gavin Hood; basado en la novela “El juego de Ender”, de Orson Scott Card. Producción: Lynn Hendee, Linda McDonough, Roberto Orci, Gigi Pritzker, Orson Scott Card, Robert Chartoff y Ed Ulbrich. Música: Steve Jablonsky. Fotografía: Donald McAlpine. Montaje: Lee Smith y Zach Staenberg. Diseño de producción: Sean Haworth y Ben Procter. Vestuario: Christine Bieselin Clark. Distribuidora: eOne Films Spain. Estreno en USA: 1 Noviembre 2013. Estreno en España: 8 Noviembre 2013.
Cuando comencé a ver esta película tuve enseguida una sensación contradictoria. Vi un buen material de partida: un mundo acosado por una amenaza interplanetaria, los insectores, que necesita de los niños del planeta, de los mejores preparados, para la victoria, pues su mente es intuitiva e impredecible para la batalla, un factor que les da un elemento de ventaja en la guerra, una lucha que se presenta en todo momento como si fuera un videojuego más que si fuese una batalla real. La película es una adaptación del libro del mismo nombre de Oson Scott Card. En ella los insectores han atacado la Tierra causando millones de muertos. Gracias a un héroe legendario, el comandante Mazer Rackham, que acabó con la nave nodriza donde estaba la Reina de los insectores, la Tierra ganó un período de paz aunque se prepara para darle el golpe definitivo al enemigo. Preparando este ataque es como el Ejercito Internacional entrena a los mejores jóvenes, entre los que se encuentra Ender Wiggin, un chico tímido pero brillante estratega para unirse a la élite de la Escuela de Batalla.
Cuando comencé a ver esta película tuve enseguida una sensación contradictoria. Vi un buen material de partida: un mundo acosado por una amenaza interplanetaria, los insectores, que necesita de los niños del planeta, de los mejores preparados, para la victoria, pues su mente es intuitiva e impredecible para la batalla, un factor que les da un elemento de ventaja en la guerra, una lucha que se presenta en todo momento como si fuera un videojuego más que si fuese una batalla real. La película es una adaptación del libro del mismo nombre de Oson Scott Card. En ella los insectores han atacado la Tierra causando millones de muertos. Gracias a un héroe legendario, el comandante Mazer Rackham, que acabó con la nave nodriza donde estaba la Reina de los insectores, la Tierra ganó un período de paz aunque se prepara para darle el golpe definitivo al enemigo. Preparando este ataque es como el Ejercito Internacional entrena a los mejores jóvenes, entre los que se encuentra Ender Wiggin, un chico tímido pero brillante estratega para unirse a la élite de la Escuela de Batalla.
Sin embargo ese buen material de partida está muy mal aprovechado. El entrenamiento en la Escuela de Batalla me recordó, casi escena por escena al comienzo de "La Chaqueta Metálica", "Señor, si señor... ". La película cae en una serie de situaciones tópicas, muy manidas y previsibles, como el acoso al que se ve sometido Ender por el matón de turno, su capacidad de superación, las complicidades y alianzas que genera (incluida la de una compañera femenina), hasta convertirse en el héroe que todos esperan que sea. Ni la correcta interpretación de Asa Butterfield como Ender (nada que ver con su estupenda interpretación de Hugo en la película de Scorsesse), ni la presencia de estrellas como Harrison Ford o de Ben Kingsley que más que actuar parecen vagabundear por las escenas, especialmente patética la interpretación de este último, salvan la película.
La cinta se hace un poco larga, plantea un solo dilema moral (sobre la violencia) que se nos presenta de sopetón en un final absolutamente anticlimático, lo que hace que nos quedemos un tanto fríos. No sé si la película y su final es fiel a la novela pues no la he leído, pero descubrir que lo que creíamos que era una simulación, incluso, para el propio protagonista, era la batalla final pues ¡que decir! que me parece, como poco, que es jugar con el espectador. No es una mala película del todo, tiene algunos momentos aprovechables, un leif motiv de fondo con inmensas posibilidades como es el del uso de la violencia pero la deficiente dirección de actores, los esteriotipos o topicazos que maneja, la narración sincopada y el escaso aprovechamiento del enorme presupuesto con que el director contó, nada menos que más de 100 millones de dolares la convierten para mi en una película fallida.