Sencilla historia llena de magia y fantasía en la que un par de jovenes, Hugh, cajero de un supermercado e Irene, empleada de una casa de préstamos, con sus problemas y su agobiante mundo cotidiano descubren, cada uno por su cuenta, una tierra secreta y misteriosa, un lugar iluminado por una luz crepuscular, donde el tiempo parece detenerse y donde terroríficos sentimientos ancestrales esperan en el fondo del bosque, un lugar mítico, tal vez imaginario que corre peligro de desaparecer.
Sus vidas son anodinas y tristes. Tanto Hugh como Irene se encuentran solos, y el Lugar del Comienzo no es más que un refugio para sus problemas personales y familiares. No pasan grandes cosas ni grandes aventuras. La trama es muy simple. Al final la pareja protagonista termina enamorándose, matando al dragón, acabando con sus propios miedos y saliendo al mundo real para comenzar una nueva vida.
Bella novela fantástica llena de símbolos, referencias y analogías: el heroe, el arquetipo, el lugar del comienzo, el triunfo o superación. En cierto sentido se trata de una novela con un cierto sentido iniciatico. La fantasía es sólo un medio para el aprendizaje vital, para conocer que es lo realmente importante en la vida: aquellas pautas, valores que necesitamos para ser felices.
Todo el libro se puede leer bajo una doble lectura: la argumental y la subtextual. Decepcionará a los que busquen evasión, aventura, acción. Un libro para leer, para degustar despacio, por el simple placer de la lectura y para sumergirse en ese misterioso ambiente, tan parecido en algunos aspectos a otras grandes obras fantásticas de referencia similares como "Bosque Mitago".
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