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martes, 11 de marzo de 2014

Flores para Algernon. Daniel Keyes



Todo una obra clásica del género. Esta es la historia de Charlie Gordon, un joven de 32 años, deficiente mental (C.I de 68) que trabaja limpiando  el suelo de una panadería. Llama la atención de Alice Kninian, una maestra de adultos retardados que lo recomienda a unos investigadores que han encontrado una manera de incrementar la inteligencia por medios quirúrgicos.

Charlie lleva una especie de diario y la novela sigue el orden de sus cotidianos informes de progreso. Observamos su evolución mental en su forma de escribir, seguimos sus avances, lentos al principio, hasta la genialidad después. Descubrimos y compartimos sus sentimientos. Vemos como pierde su trabajo en la panadería y tiene una relación sentimental desafortunada con Alice. Se rebela contra la Universidad y su papel de cobaya.

Cuando ve la evolución del ratón de laboratorio, Algernon, del que se hace amigo,  Charlie prevé su propio y triste fin. Vemos nuevamente su deterioro en su diario y en la manera de expresarse. La obra es "un tour de force" emocionante, hermoso y de una lógica despiadada. La historia de Charlie es una parabola de la condición humana. Una mente humana es sacada de la oscuridad y llevada a la luz. Tras un breve período de claridad intensa se le vuelve a relegar a la oscuridad.

Cualquiera puede identificarse con el pobre Charlie Gordon.  Una obra maestra del género y una de las novelas más interesantes de nuestro tiempo, no solo por lo que cuenta, sino por la manera de contarlo que la hace extraordinariamente emotiva. Daniel Keyes escribió, primero, la obra como relato, en el año 1959, ampliandola a novela en 1966. En 1968 se llevó al cine, bajo el título de "Charly", interpretación que le proporcionaría a actor Cliff Robertson un Oscar de la Academia. 

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