Título: Desafío total. Título original: Total recall (2012). Dirección: Len Wiseman. País: USA. Duración: 131 min. Género: Acción,ciencia-ficción. Interpretes: Colin Farrell (Douglas Quaid), Kate Beckinsale (Lori), Jessica Biel (Melina), Bryan Cranston (Cohaagen), Bill Nighy (Matthias), John Cho (McClane). Guion: Mark Bomback y Kurt Wimmer; basado en el relato corto “Podemos recordarlo por usted al por mayor”, de Philip K. Dick. Producción: Toby Jaffe y Neal H. Moritz. Música: Harry Gregson-Williams. Fotografía: Paul Cameron. Montaje: Christian Wagner. Diseño de producción: Patrick Tatopoulos. Vestuario: Sanja Milkovic Hays. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en USA: 3 Agosto 2012. Estreno en España: 14 Septiembre 2012.
Ayer y hoy vi, por este orden, el "Desafio total" de 1990 y este remake absolutamente innecesario y superfluo de 2012. Para alguien que no haya visto la versión de Paul Verhoeven de 1990, tal vez esta película no esté mal del todo. Tiene un espectacular diseño de producción, eso si bastante influenciada su estética por otros clásicos del género como "Blade Runner" o "Minority Report", o incluso "El quinto elemento" y puede considerarse una cinta de acción pasable, bueno de hecho las escenas de acción pueden llegar a apabullar. Pero poco más. No resiste la menor comparación ni con el texto original de Philip K. Dick ni con la película de 1990, todo un clásico en el género. Aquella película nos sorprendió, hace 22 años, con unas imágenes imborrables que se han convertido en iconos del genero en el cine, una verdadera montaña rusa de acción y violencia, salpicada con un humor un tanto socarrón, en algunos diálogos y escenas, unos protagonistas con mucho más carisma que los de esta nueva versión y una música contundente e inolvidable que aun recordamos.
Parece que en Hollywood, huérfanos de buenas ideas, pretenden tomar buenos clásicos, aunque sean relativamente recientes, modernizarlos con un montón de efectos especiales y digitales, muchos tiros, unas caras bonitas y con eso creen que reventarán las taquillas: hasta ese punto creen, -bueno y en algunos casos no se equivocan, que las nuevas generaciones palomiteras llenarán las salas y les dará pingues beneficios que permitan rentabilizar sus cada vez más caras producciones.
En la nueva película no aparece Marte. Sustituyen la atractiva y sugerente trama marciana por una Tierra post-apocalíptica que comunica sus dos zonas habitables: La Federación Británica y la Colonia (situada en Australia) a través de un ascensor que atraviesa el núcleo del planeta. En el texto de Dick y en la película de 1990 que adaptaba el relato de forma libre, la confusión sobre la propia identidad, se convertía en eje central del relato mientras que aquí tan solo forma parte de la tramoya. La película ni emociona, ni engancha, ni tiene el ritmo de aquella. A falta de un villano como Michael Ironside, Kate Beckinsale hace las veces de aquel y de la falsa esposa que interpretara hace 22 años Sharon Stone, en una suerte de agotadora "Guerra de los Rose", la atractiva Jessica Biel queda muy lejos de la inolvidable Melina interpretada por Rachel Ticotin, el Mathias de esta película apenas esbozado queda lejos del inolvidable mutante Kuato y el protagonista, que no lo hace mal del todo, queda también lejos del insustituible heroe de los 80-90 Arnold Schwarzenegger siendo devorado literalmente por sus dos compañeras de reparto. En definitiva esta película intenta contarnos la misma historia que la película de 1990, pero en todas las comparaciones sale perdiendo. Perfectamente prescindible.
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