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martes, 4 de febrero de 2014

"Codigo Fuente" o ensayo, prueba y error


Título original: Source code. Dirección: Duncan Jones. Países: USA y Francia. Año: 2011. Duración: 93 min. Género: Acción,ciencia-ficción, thriller. Interpretes: Jake Gyllenhaal (Colter), Michelle Monaghan (Christina), Vera Farmiga (Colleen Goodwin), Jeffrey Wright (Dr. Rutledge), Brent Skagford (George Troxel), Cas Anvar (Hazmi), Michael Arden (Derek), Craig Thomas (hombre del reloj rojo). Guion: Ben Ripley. Producción:Mark Gordon, Philippe Rousselet y Jordan Wynn. Música: Chris Bacon. Fotografía: Don Burgess. Montaje: Paul Hirsch. Diseño de producción: Barry Chusid. Vestuario: Renée April. Distribuidora: Aurum. Estreno en USA: 1 Abril 2011. Estreno en España: 15 Abril 2011.


Una película con un comienzo excelente y una trama (de vuelta reiterativa al pasado) que es, al mismo tiempo, su gran valor y que podría haber sido  su  gran handicap, sin que afortunadamente esto suceda, siendo una de las películas más interesantes  que ha dado el género en el último año y medio. ¿Qué pasaría si fuesemos capaces de darle al REW de nuestra propia vida  para rectificar el pasado?.  

En este caso vemos a nuestro protagonista, Colter Stevens, despertar de repente en el vagón de un tren con dirección a Chicago. No sabe que hace allí, ni quien es la chica que le habla enfrente suya. No sabe nada. Pasan unos minutos y BOOM, se produce una explosión. Al parecer está siendo utilizado en una investigación militar en la que  deberá descubrir al terrorista que va a provocar la explosión,  y detener la tragedia. Por eso será reenviado una y otra vez al tren durante 8 minutos para, en cada vuelta, ir descubriendo pistas que le permitan cambiar el futuro. 

La sugerente trama de ciencia ficción que nos permite disfrutar de las sutiles variaciones sobre un mismo  tema (¿podemos ser capaces de generar, con nuestras decisiones, diferentes realidades paralelas?) choca inevitablemente con el handicap de la redundancia de las variaciones en el relato filmico, aunque la habilidad del director en la planificación y montaje, hace que este problema que, en manos de otro director menos avezado, hubiera hecho naufragar el film, en este las incorpore con precisión de maestro relojero  a la compleja maquinaria argumental del film, manteniendo además, un acertado ritmo narrativo. 

El argumento no es original, la parte que hace referencia al tiempo nos recuerda a  "Deja Vu", aunque la supera con creces, si bien la repetición de prueba- ensayo-error,  nos recuerda también, en cierto sentido, al bucle temporal de "Atrapado en el tiempo", donde Bill Murray se sabía de memoria lo que le iba a pasar y probaba variaciones porque luchaba para cambiar su futuro. La película entronca, como otras series y peliculas que comentamos en este blog,  con la mecánica cuántica y los mundos paralelos. 

El hecho de contar con un cuerpo destrozado, -el de un soldado gravemente herido en la guerra de Afganistan,  metido dentro de una capsula, que el propio sujeto  observa  como virtual (nada de lo que ve es real pues es su mente, donde está implantado el Codigo Fuente, la que lo ve)  y  que se proyecta en el tiempo, sobre el cuerpo de otro sujeto, nos recuerda  a la película "Avatar" con la transferencia de la mente del soldado paraplejico a un cuerpo Naavi,  solo que aqui el protagonista parece condenado a revivir eternamente  ciclos de vidas de 8 minutos en el cuerpo de otro. ¿Por que 8 minutos?. Porque ese el tiempo que queda a la mente de un cuerpo fallecido antes de apagarse por completo.

El protagonista irá aprendiendo algo nuevo en cada viaje  con el fin de culminar con éxito al misión, al tiempo que irá desarrollándose,  en paralelo,   una relación amorosa entre la pareja protagonista. La película trasluce un cierto pesimismo existencial pues casi todos los personajes tienen problemas o parecen ir a la deriva:  Colter obsesionado porque no pudo hacer las paces con su padre antes de ir a Afganistan, Christina embarcada en una relación sentimental sin futuro, la doctora Vera afectada por una reciente separación matrimonial. De ahi que el final de la película suponga un rayo de esperanza para todos, pues siempre habrá una realidad paralela en la que se habrán tomado otras decisiones  más o menos adecuadas para lograr el objetivo de cualquier ser humano que es el de la búsqueda de la felicidad. Ese plano final congelado pareciera querer detener el tiempo (ese tiempo fugaz e inaprensible, "tempus fugit") y  capturar ese momento de felicidad como si de una idílica postal  se tratase.

Cuando el protagonista logre con su identificación del terrorista  que se le arreste, la Sección Especial de las Fuerzas Aereas decide desconectarle. Colter pide a la doctora Vera una última oportunidad y contraviniendo las ordenes superiores, la doctora Vera accede,  y será en este último viaje,  el mismo Colter  el que detenga al terrorista, creando un cambio en nuestra propia realidad. Colter le había enviado un SMS a la doctora informandole del arresto del terrorista, incluso antes de que se activase el programa informático del Codigo Fuente. Colter llama también a su padre haciéndose pasar por un amigo de filas con el fin de cerrar las viejas heridas paterno-filiales. Se da cuenta de que su padre le quería. Pasados los 8 minutos que Colter le había pedido, la doctora le desconecta pero en la realidad de Colter los 8 minutos  se prolongan. Colter acaba de crear un mundo nuevo, una realidad alternativa autónoma, al margen del control del Código Fuente. 

Otros aspectos destacables de esta entretenida  película son las buenas interpretaciones de la pareja protagonista que tienen, además una buena química. Una pelicula donde los  efectos especiales no tienen importancia (debieran aprender de este modesto film muchas grandes superproducciones que no son más que vacuos fuegos de artificio)  y donde se demuestra que allí donde haya un buen guión y un director con maestría, siempre habrá una buena película.


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