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martes, 24 de junio de 2014

"Yo, Frankenstein", un pastiche de dificil digestión

Título original: I, Frankenstein. Dirección: Stuart Beattie. Países: Australia y USA. Año: 2014. Duración: 93 min. Género: Acción, terror, thriller. Interpretación: Aaron Eckhart (Adam), Bill Nighy (Naberius), Yvonne Strahovski (Terra), Miranda Otto (Leonore), Jai Courtney (Gideon), Socratis Otto (Zuriel), Aden Young (Victor Frankenstein), Caitlin Stasey (Keziah). Guion: Stuart Beattie; basado en la novela gráfica de Kevin Grevioux; inspirada en los personajes creados por Mary Shelley. Producción: Gary Lucchesi, Tom Rosenberg, Andrew Mason y Sidney Kimmel. Música: Reinhold Heil y Johnny Klimek. Fotografía: Ross Emery. Montaje: Marcus D’Arcy. Diseño de producción: Michelle McGahey. Vestuario: Cappi Ireland. Distribuidora: Tripictures. Estreno en USA: 24 Enero 2014. Estreno en España: 19 Junio 2014.

Película para ver y olvidar. Han pasado dos siglos desde que el  monstruo de Frankenstein fue creado y tras asesinar a la mujer de su creador vaga por el mundo como un ser solitario, sin alma, maldito. Pronto se verá envuelto en una lucha sin cuartel entre los Demonios y las Gárgolas, una especie de orden celestial, auténtica fuerza de choque contra los demonios. Cuando luchan, los demonios descienden, literalmente se volatilizan en un chisporroteo mientras las gárgolas ascienden, desaparecen elevándose su alma al cielo en una especie de rayo azul blanquecino. Pronto descubrirá que él es la clave para la destrucción de la raza humana. Ambos, gárgolas y demonios buscan el diario del mítico doctor, donde se explica como crear la vida sin un alma. Naberius, comandante en jefe de los infernales demonios busca denodadamente el diario que le permitirá dar vida a miles de cuerpos ocupados con los espíritus descendidos de sus hordas infernales.

No todo es malo en la película. Tiene un excelente diseño de producción y  el ambiente oscuro y gótico está muy bien conseguido, en línea con el estilo visual de "Underworld" (no en vano está basada, como en "Underworld", en una novela gráfica de Kevin Grevioux) o "Van Helsing" (más unas pinceladas de "Legión" y "El sicario del diablo")  pero sin los aciertos parciales de algunas de éstas. Es como ver algo llamativo, sí, como un cielo repleto de fuegos artificiales que estallan en mil colores   pero que enseguida desaparecen dejando el espacio oscuro y vacio. Hay alguna bonita estampa como la de ese picado y contrapicado aereo, desde esa fantástica catedral gótica desde la que descienden las gárgolas pero que a fuerza de repetirla acaba cansando. La cinta no deja huella, no transmite, te da igual lo que pase en la pantalla y es que  el argumento es raquítico, las interpretaciones brillan por su ausencia y no hay ritmo de ningún tipo. Menos mal que dura lo justo. Vamos, una pena,  y eso que suelo ser por lo general bastante benevolente con algunas películas de género pero no es el caso ...

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