"Origenes". Los ojos son el espejo del alma

Título: Orígenes. Título original: I Origins. Dirección y guion:Mike Cahill. País: USA. Año: 2014. Duración: 106 min. Género:Drama, ciencia-ficción. Interpretes: Michael Pitt (Ian Gray), Brit Marling (Karen), Astrid Bergès-Frisbey (Sofi), Steven Yeun (Kenny).Producción: Mike Cahill, Hunter Gray y Alex Orlovsky. Música: Will Bates y Phil Mossman. Fotografía: Markus Förderer. Montaje: Mike Cahill. Diseño de producción: Tania Bijlani. Vestuario: Megan Gray. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Estreno en USA: 18 Julio 2014. Estreno en España: 14 Noviembre 2014.

Ayer ví esta película de la que no tenía, la verdad, demasiada información. Y fue un pequeño descubrimiento. Es una película pequeña, con pocos actores, con un toque europeo, tal vez por el tratamiento de los temas, con unas gotas, incluso,  de realismo mágico. Les cuento: Ian Gray es un científico que estudia la evolución del ojo humano. Contrariamente a los que dicen que el ojo es la puerta del espíritu, el espejo del alma que nos ha dado un creador superior, Ian quiere demostrar que el ojo es una mera cuestión evolutiva. Una noche tendrá un sorprendente encuentro con una misteriosa joven enmascarada y su vida cambiará por completo. Vive obsesionado por sus ojos, -tiene por costumbre fotografiar todos los ojos que ve-, y no se detendrá hasta que finalmente y de un modo igualmente sorpresivo los encuentre. 

La numerología, el 11, tendrá en este encuentro un significado especial. Sofi, que así es como se llama la atractiva desconocida, poseedora de esos especiales ojos, de esa magnética mirada, cambiará su vida, y su forma de ver la vida a pesar de sus enormes diferencias: el es racionalista, ella cree en la existencia de un mundo espiritual. Un día su compañera de laboratorio, Karen, le llama para informarle de un descubrimiento sorprendente. La cadena de sucesos que se inicia a continuación terminará en la trágica muerte de Sofi. Pasan siete años. Ian se ha casado con Karen. Otro descubrimiento casual en el escaneo ocular de sus recién nacida hija les revelará algo inquietante que pondrá en tela de juicio todas sus creencias científicas.

La película que ganó el Premio a la mejor película en la última edición del Festival de Sitges nos habla de la lucha entre la ciencia, lo empírico  y la religión, la fe o el mundo espiritual. Estamos hablando nada menos de  la creencia en el alma reencarnada en otra persona y como los ojos son esa huella dactilar del alma que apenas recuerda retazos de su vida anterior, hasta el punto de que la coincidencias en el test de memoria que le hace Ian a la niña hindú pudieran ser parte de lo simplemente casual o aleatorio o no. No obstante y a pesar de que parece no querer mojarse el director, Mike Cahill, por cierto director de la extraña y sorprendente "La Otra tierra", nos deja un mensaje final, cuando la niña queda aterrorizada ante la sola vista de un ascensor que se abre, recuerdo del fatal desenlace de su vida anterior en la que murió seccionada por la maquinaria del elevador. 

Cahill, con apenas tres personajes, es capaz de tejer una historia interesante y bien narrada y plantear preguntas trascendentales, apuntando algunas respuestas que agradarán a unos, entre los que me encuentro, y seguramente disgustarán  a otros que la considerarán a la película  un autentico disparate espiritualista. La película mezcla diferentes géneros: drama, ciencia ficción, romance y como propuesta cinematográfica y artística cumple con nota. No es una obra maestra, ni muchísimo menos, tiene fallos y desequilibrios,  pero es una película interesante y recomendable, sin duda, y mucho más completa y redonda que su anterior obra "La otra tierra".