El pasado día 12 de julio se estrenó la segunda temporada de "The Strain". Poco que añadir, de momento, a lo comentado en la última review sobre la serie de la pasada temporada. En este primer capítulo conoceremos en clave de cuento y de recuerdo, algo más sobre el origen del Amo y en general sobre el origen de los strigoi rumanos. La serie gana puntos cuando ahonda en el origen de su propia mitología. Parece que el cuerpo del Amo resultó dañado en el último ataque de nuestra "troupe antivampírica" y está buscando uno nuevo. Resultan inquietantes tanto el destino que le espera a la vampirizada esposa del doctor Goodweather, -probablemente de vuelta a la vida humana en breve y que a buen seguro nos dará más de un susto o sorpresa-, como los planes de un rejuvenecido Eldritch, el multimillonario que aparece, aparentemente, como un filantrópico benefactor de la sociedad y que sin embargo trabaja para el Amo como un infiltrado dentro de nuestro propio sistema, asistido, en esta ocasión, además por una joven, brillante y ambiciosa abogada.
Todavía no vemos el alcance que puede llegar a tener la alianza con la facción de vampiros, los llamados Antiguos, enfrentados al Amo, aunque es otra parte de la serie que promete darnos buenos momentos. Impactante escena la de los niños ciegos capturados por Eichorst y que serán convertidos en unos escalofriantes zombies en este primer episodio. Por otra parte, continúan los personajes de la pasada temporada, de entre los que cabe destacar, como no, al cazavampiros judío Abraham Setrakian, verdadero alma mater de la serie, secundado por el cínico Vasile Fet. Esperemos que la serie de Guillermo del Toro mantenga el buen nivel de su primera, mejorando aquellos aspectos que critiqué en su momento como la excesiva previsibilidad en su desarrollo argumental, el desaprovechamiento de algunos personajes, y la falta de profundidad y de desarrollo en esta nueva revisitación del mito vampírico, etc
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