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martes, 15 de septiembre de 2015

"Extant", algunas veces segundas partes sí fueron buenas


Hace unos días que acabó la segunda temporada de "Extant", sin conocer todavía si tendrá continuidad en una tercera. Si la primera generó algunas expectativas que fue dilapidando a lo largo de cada uno de sus episodios, por un desarrollo excesivamente lento y cansino, en esta segunda temporada se han corregido buena parte de los errores cometidos en la anterior. Ya comenté en mi anterior entrada sobre la serie que, en cierto sentido, asistíamos a una especie de reseteo de la serie.  La trama, en la más tradicional línea conspiranoica, al menos ha suscitado, por mi parte,  un mayor interés en seguirla que la anterior. Molly Woods regresa del espacio y testifica ocultando los hechos acaecidos en la estación espacial Seraphim, todo porque se lo han pedido las autoridades de su país. Al poco tiempo, su marido John muere en extrañas circunstancias y ella es ingresada en una clínica psiquiatrica. Se producen diversos hechos insólitos que acaban con la muerte de mujeres presunta y extrañamente embarazadas. Como consecuencia de la investigación de uno de esos casos, el detective JD Richter conoce a Molly en la clínica y, aunque inicialmente, por su carácter, un personaje rudo y descreído, y el estado en que se encuentra Molly, no se cree una palabra de lo que le dice ésta, pronto se dará cuenta de que hay una oculta y alucinante historia, tras esa frágil y aparentemente desequilibrada mujer de color.

Molly contacta con su hijo alienígena en un pub donde está apunto de perder la vida junto a él, tras un ataque de la Agencia de Seguridad Nacional. Poco a poco Molly descubrirá que su hijo extraterrestre, y la raza a la que pertenecen, no son una amenaza, tan solo quieren sobrevivir y convivir en paz en este planeta. El general Tobias Sepherd, amigo y enamorado de Molly se mueve entre su afecto por ésta y el cumplimiento de su deber frente a la amenaza alienígena. Tal y como comenté en la anterior entrada, a Molly le quitan la custodia del niño humánico Ethan, que pasa a estar bajo la protección de July, compañera de trabajo y examante de John. Molly tiene, en esta segunda temporada, como "partenaire" a un personaje masculino con el que, asombrosamente, combina a la perfección a pesar, o precisamente, por su opuesto carácter. 

Para hacer frente a la amenaza de los híbridos, la Agencia de Seguridad Nacional activa un programa de creación de humánicos militares que, sin embargo, y con la ayuda de un gran cerebro electrónico, Tylor, se rebelará y además de intentar acabar con la amenaza híbrida proyectará la desaparición del género humano, soltando un virus en las principales capitales mundiales, aparte de asesinar antes a quien se oponga a sus planes. Contrariamente a lo que pudiéramos pensar al principio,  la gran amenaza en esta serie no es la extraterrestre sino la proveniente de la Inteligencia Artificial y solo la destreza de nuestro equipo protagonista y la alianza estratégica con los híbridos permitirá acabar con la amenaza cibernética, al introducir un virus informático o gusano en la memoria de Tylor que afectará a todo el ejercito de humánícos. La serie pudiera haber acabado con su 13 episodios pero los guionistas han dejado una puerta abierta a una posible renovación, a una tercera temporada cuando vemos, en las últimas imagenes, a un extraño personaje disfrazado con un sombrero y una gabardina bajo cuyas prendas pudiera estar la identidad y apariencia aparentemente cambiante de la gran amenaza actual de esta temporada y esta serie que se llama  Tylor.

La segunda temporada tiene una trama mucho más atractiva que la primera y está conducida con un buen dominio del ritmo hasta desembocar en un final de temporada verdaderamente apasionante. Se me pasaron los dos capítulos finales en un suspiro. Allí donde en la primera temporada había acción al ralentí, un ritmo moroso hasta caer en el tedio y el aburrimiento, en la segunda hay tensión constante, bien producto de la trama o derivada del choque entre personajes e incluso algún cliffthanger. Aunque Hally Berry siga sin entusiasmarme, he de reconocer que  en esta temporada ha hecho un gran esfuerzo por acomodarse a diferentes registros interpretativos, frente al personaje plano que interpretaba en la primera. Similar evolución han experimentado el resto de interpretes, Julie, Charlie, con más matices y riqueza en sus interpretaciones, siendo tal vez el personaje de Ethan el que tal vez haya quedado un poco más desdibujado, frente al innegable protagonismo suyo en la primera. Afortunadas intervenciones del general Tobias Shepherd y sobre todo de JD Richter interpretado por un  sereno y creíble Jeffrey Dean Morgan.

La serie tiene infinidad de influencias. Al verla me acordé de un libro de Alfred Van Vogt, "Slan" que trataba de unos mutantes perseguidos por los humanos, de la película "El Pueblo de los Malditos", basada en la novela de John Wyndham "Los Cuclillos de Midwich", con aquellos niños con poderes y ojos fosforescentes. La imagen de los híbridos es todo un homenaje a esta cinta. Pero además, la amenaza humánica nos puede retrotraer a otras películas como "2001, una odisea del espacio" y su rebelde computador HAL, la amenaza cylon de "Galactica" o la rebelión de las máquinas de la saga "Terminator". El mensaje pacifista y un tanto buenista de Spielberg ante la presencia alienigena queda perfectamente reflejado en el discurso final de Molly Woods ante un auditorio formado por híbridos y humanos, circunstancia que no nos sorprende si tenemos en cuenta otras producciones suyas como "ET" y "Encuentros en la Tercera Fase". Aunque aquí habría que plantearse como Hawkings y algún otro científico si todo lo que puede llegarnos del cosmos puede ser tan amigable y antropomórfico como imaginamos. Quien nos dice que en este cosmos, como en la naturaleza los términos o relaciones no sean precisamente  en clave de  fraternidad universal sino de depredador y presa a la búsqueda de  recursos a explotar.

Esta película demuestra que la bondad y la maldad forman parte de todos aquellos seres que tienen libre albedrío y que todos ellos son capaces de realizar las mayores heroicidades y las mayores felonías: humanos, híbridos y humánicos. Hasta la perversa humánica Lucy es capaz de redimirse en el último momento para salvar a los demás. Y nadie quiere morir, no ser. Todos los personajes tienen su lado oscuro pero son capaces de rectificar en algún momento y de hacer lo que moral o éticamente debe hacerse: el general Sepherd, Julie, la secretaria de defensa, aunque varios de ellos lo paguen con su vida. En efecto muchos son verdugos, victimas y mártires de una lucha en la que la frontera entre los amigos y enemigos no esta tan clara. Los enemigos pueden llegar a ser precisamente aquellos que creamos para defendernos. Y a veces el miedo genera fantasmas y monstruos allí donde solo hay gente con las mismas penurias,  necesidades y deseos que tu mismo. Así como en la primera temporada después de una benevolente puntuación me vi obligado a darle un 6 raspado, en esta ocasión y contrariamente a lo que dice el refrán algunas veces segundas partes sí fueron buenas, siendo la temporada acreedora a una puntuación mayor que en mi opinión y salvo algún capitulo aislado estaría próxima a un notable alto.

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