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martes, 22 de marzo de 2016

Aventura en el centro de la tierra. Edgar Rice Burroughs

El aventurero David Innes y el viejo inventor  Abner Perry se introducen en un extraño artefacto que es capaz de viajar por el centro de la tierra. De ese modo llegarán hasta  Pellucidar, un extraño mundo de apariencia prehistórica donde los hombres, que parecen apenas salidos de las cavernas,  son tratados como ganado, como esclavos de una cruel raza antediluviana, de apariencia reptiliana o dinosaurica, los Mahars. Descubriremos un mundo exuberante, donde tierra y mar se encuentran en proporción inversa a la superficie, hay lógicamente otra curvatura diferente de la tierra  y existe incluso un sol interior. Nos encontraremos con peligrosísimas bestias y con bellísimas mujeres, como Dian,  de la que David se enamorará, e igualmente encontraremos a  valerosos hombres como Ghak, Ja, etc. 

En este mundo de eterna luz diurna, donde no se puede, por tanto, medir el tiempo, nuestros protagonistas correrán infinidad de aventuras. David logrará erigirse en caudillo de esa humanidad sometida y cuando está en camino de regresar a la superficie, en compañía de Dian, para recoger información que ayude a la humanidad de Pellucidar, descubre que lleva en su lugar a un repugnante Mahar. ¿Regresará David al mundo interior?. Tal vez lo consiga. El final abierto a una segunda parte o a una serie  es típico de Burroughs. La novela que inicia el ciclo de Pellucidar es seguramente demasiado ingenua tanto en su planteamiento como en su desarrollo, para mi gusto. Personalmente prefiero, de Burroughs, la serie de Marte con "Una princesa de Marte" y alguna de sus múltiples secuelas.

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