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miércoles, 25 de mayo de 2016

Penny Dreadful vuelve con una irregular temporada llena de sorpresas aunque fiel a su estilo


Parece que fue ayer cuando hablábamos de la segunda temporada y aquí tenemos ya la tercera temporada de Penny Dreadful, estrenada en Estados Unidos hace un mes. Tras una excelente segunda temporada ya estamos disfrutando de una irregular tercera temporada. Hemos visto cuatro de los nueve episodios sin que podamos percibir un resuelto avance en la trama. Terminamos la anterior temporada con la victoria de nuestra fantástica troupe sobre Madame Kali e iniciamos ésta con una desbandada general de ese curioso y heterogéneo grupo de personajes que nos había guiado por esos oscuros callejones de lo prohibido y lo sobrenatural a lo largo de las dos primeras temporadas. Ethan Chandler ha sido extraditado a Estados Unidos donde es llevado por un inspector de Scotland Yard para ser ejecutado por sus atroces crímenes. Escapará del tren en el que era conducido para posteriormente masacrar a sus liberadores, estando acompañado, en todo momento, por uno de los súcubos de Madame Kali. Un extraño indio americano, que dice ser  padre de Ethan, busca a Malcolm en Africa para llevarle a Estados Unidos y poder "salvar" a Chandler, no sabemos si su cuerpo o sólo su alma. 

Vanessa sola en casa de Sir Malcom, sin amigos en los que apoyarse,   cae en un estado de abandono físico y mental hasta el punto de requerir asistencia  profesional. Conocerá al director del Museo Natural tras el que se esconde la siniestra personalidad de Dracula.  Y en un capítulo, cuasi monográfico, retrocederemos en el tiempo a su estancia en el manicomio, tras la desaparición de Mina,   donde el Diablo, oculto bajo la apacible apariencia de un enfermero estableció contacto directo con ella. Victor Frankenstein es un personaje obsesionado, enfermo de amor por su criatura Lily, y buscará la destrucción de esta, aliándose con el Doctor Jekyll, un psiquiatra que ha inventado un método que convierte, durante un tiempo, a feroces locos en personas normales. El monstruo de Frankenstein surca los mares helados del Polo, acortando en una espeluznante escena, otra más, el sufrimiento de una niña. Lily, la renacida Brona Croft se embarca junto a Dorian Gray en una irrefrenable espiral de violencia, no se pararán ante el asesinato, captando para su causa,  revestida  como campaña de venganza, a jóvenes infelices  usadas por ricos depravados para sus malvados propósitos sádicos.

Como en anteriores temporadas, continúa la lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad: el mal tiene muchas caras y se oculta, como he dicho, bajo  apacibles o circunspectas apariencias.  La serie continúa fiel a su estilo crudo y violento, alcanzando cotas difícilmente encontrables en otras producciones audiovisuales. Nuestra inconmensurable Eva Green es capaz de mostrar en esta temporada un físico tremendamente deteriorado, parejo a su alienada trayectoria mental, todo un verdadero reto interpretativo. Un solo pero, en esta temporada no se percibe un hilo conductor potente y coherente como en la segunda, volvemos  a la dispersión de la primera temporada, lo que provoca un resultado mucho  menos redondo, solo salvable por los muchos aciertos que tiene esta  producción, desde su inicio: diseño de producción, ambientación, música, vestuario y sobre todo la fuerza de los arquetipos presentados.  Es una pena pero la calidad interpretativa de alguno de los actores protagonistas no está tan bien aprovechada como en la temporada anterior, precisamente por ese deficiente desarrollo argumental. Confiemos en que en los cinco capítulos que quedan de temporada mejore el panorama. De lo contrario y muy a pesar no se si esta serie, que es una de mis favoritas, va a tener mucho más recorrido.

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