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martes, 22 de agosto de 2017

"The defenders", un regalo para los fans de los superheroes de Marvel


La semana pasada Netflix estrenó su esperada serie "crossover", "The Defenders", un verdadero regalo para los que, como yo, han seguido con interés las diferentes series de superhéroes estrenadas por la cadena de streaming hasta el momento: "Daredevil", "Jessica Jones", "Luke Cage" e "Iron Fist", series de superhéroes que se alejan del tono más juvenil de DC y que en manos de Netflix adquieren una dimensión adulta con una esmerada producción y unas más que aceptables interpretaciones. La serie sigue cronológicamente la segunda temporada de "Daredevil" y la primera de "Iron Fist", con Elektra muerta y resucitada por La Mano, para convertirse en el esperado  "Cielo Negro" del que se habló en otras entregas del Diablo de Hell Kitchen, un arma en manos de la citada organización criminal que la hará poco menos que invencible. Esta serie como  las anteriores cuida los detalles al máximo y eso se nota tanto en la música como en el diseño de la intro así como en diferentes escenas de la serie, donde cada héroe tiene su propia tomalidad: rojo "Daredevil", azul "Jessica Jones", amarillo "Luke Cage" y verde "Iron Fist".


Yo esperaba que el final de la 2ª temporada de "Daredevil" tuviese continuación en una tercera pero no, la trama principal de aquella encuentra  acomodo en este crossover al igual que sucede con "Iron Fist", lo que hace que ambos superhéroes se conviertan en verdaderos protagonistas de la serie en una perfecta convergencia argumental. Luke Cage y Jessica Jones se quedan,en cambio,  en una suerte de personajes secundarios pues sus tramas abiertas no poseen la continuidad tan clara en esta serie como la que se percibe en los otros dos personajes. No obstante, y dicho esto, ha sido una auténtica gozada ver a los cuatro héroes juntos, cada uno con su bien marcada personalidad junto a otros acompañantes de menor entidad pero igualmente importantes para el devenir de sus protagonistas como Claire Temple, Colleen Wing, Karen Page, Misty Knight, Foggy, Trish o la abogada Jerin Hogart, todos los héroes juntos frente a un reto imposible de acometer por separado. Si individualmente estos héroes de carne y hueso nos han dado grandes momentos, juntos nos permiten ver sus enormes diferencias, y vamos viendo como sus diferentes caracteres van encajando,  en una sorprendente y  extraña química que no era fácil de lograr, a priori. En este sentido me ha encantado el papel de Jessica Jones que ha hecho gala, también, en esta serie, de ese especial carácter de antiheroína del que hizo gala en su propia serie:  bebedora, solitaria, huraña, un poco faltona, a veces, como cuando se mete con el Diablo Rojo. Quizás Luke Cage ha sido el personaje que  ha quedado un poco más eclipsado en esta macedonia de superhéroes.

Y qué decir del villano, que toda buena serie o película de superhéroes necesita, pues bien, en esta serie ese papel lo ha encarnado con maestría y oficio la veterana Sigourney Weaver, interpretando a Alexandra, la líder de la Mano. Junto a ella los viejos  conocidos Madame Gao y  Bakuto que vimos en "Iron Fist" (a Madame Gao también en las dos temporadas de "Daredevil") completados con otros dos siniestros personajes, Sowande y Murakami. Aquí los cinco componentes de La Mano aparecen como antiguos miembros de la ciudad mítica de Khun Lun que se decantaron por el lado oscuro y que persiguen sobre todo y principalmente la inmortalidad. Su verdadero poder nace precisamente de ese trasfondo sobrenatural, el dominio de esa sustancia, de esa magia oscura que les permite alzarse de entre los muertos y añadir nuevos y leales miembros a la organización como es el caso de Elektra. Contra la Mano lucha la Casta, un grupo rival de ninjas liderado por el mentor de Daredevil y Elektra, Stick.

La serie, de 8 episodios, se me ha hecho corta. En los dos primeros capítulos se presentó la historia y sobre todo el contexto de los diferentes personajes, los tres siguientes plantearon el desarrollo y en los dos últimos se produjo el desenlace, un poco apresurado en mi opinión. No voy a contar con detalle el argumento de la serie pero hay personajes que evidentemente, por razones obvias, no regresarán: es el caso de Bakuto, Alexandra, Sowande o Murakami pero desde luego puede que otros regresen, como Madame Gao o Elektra.  Predecible final el de la serie que también queda abierta a una posible continuación. Tras el esperado combate de Daredevil y Elektra, donde desde luego, -y ahí está lo bonito del juego-, no queda claro de que sea tan pérfida como aparenta,  y la demolición de la torre Midland nada se sabe de estos dos personajes, parece darse por muertos, si bien, en la última escena, Matt Murdock (Daredevil) aparece en lo que puede  ser un convento, en un estado físico lamentable.  Seguramente no es la mejor de las cinco series Marvel presentadas hasta el momento por Netflix pero tampoco es el desastre que algunos fans y algún que otro crítico inmisericorde pregonan por ahí. Cumple sobradamente con su cometido que es el de entretener. Y punto.

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