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viernes, 24 de noviembre de 2017

The Shannara Cronicles: una serie que naufraga en esta 2ª temporada


Acaba de terminar la segunda temporada de Las Crónicas de Shannara y todo hace presagiar que esta será la última. De momento no hay ninguna noticia al respecto pero que nos  hayan estado emitiendo  los capítulos de dos en dos indica la prisa que tiene la cadena, Spike Tv, por quitársela de encima. La serie fue estrenada a comienzos del pasado año por MTV, sin embargo el traslado a su cadena hermana no le ha sentado nada bien, perdiendo el 80% de la audiencia que tenía en la famosa cadena de cable.  Ratings aparte, el prometedor inicio de la primera temporada, uno de los estrenos más interesantes del pasado año, al menos en el poco fecundo ámbito de la fantasía heroica, no ha tenido la adecuada continuación este año. Si dejamos a un lado los increíbles escenarios fantásticos, todos los demás aspectos que hicieron que la valorase muy positivamente entonces empeoran considerablemente este año, y por muy poco diría que  esta temporada no se queda en una triste parodia de aquella.

La temporada se inicia un año después de los sucesos acaecidos al término de la primera, en la que Amberle se sacrifica salvando la Elcryss y con ella a las Cuatro Tierras frente a la amenaza del Dagda Mor, con Eretria separada de Will,  (ella esperaba que Will la fuese a buscar),  bajo la protección del druida científico Cogline, embarcada en una relación lésbica con Lyria, hija de la reina de Leah, con Bandon intentando resucitar al Señor de los Hechiceros, la Crimson, una secta fanática del reino de Arbolón, dirigida por el general Riga, que pretende acabar con cualquier vestigio de magia en las Cuatro Tierras, sembrando el terror por doquier  y con Will ejerciendo de sanador entre los gnomos. El espíritu de Amberle advierte a Will, en sueños, de una nueva amenaza quien por otra parte no ha logrado olvidarla. A partir de este momento asistiremos a un inevitable choque entre las fuerzas del bien y del mal,  con algunos personajes, como Eretria, situados, por su naturaleza,  en una posición un tanto ambigua. 

Bandon capturará a Allanon y al tío de Will y resucitará al Señor de los Hechiceros aunque finalmente perecerá bajo su mano. Allanon se enfrentará contra el  oscuro druida, y también perecerá. Morirán a manos de la Crimson, dirigida por el general Riga, el rey elfo Ander y su amada Catania y la madre de Lyria aunque también el general Riga morirá a manos del oscuro druida. En el final de la temporada el Señor de los Hechiceros estará a punto de conseguir su propósito, envenenar con su sangre el río plateado y someter a los habitantes de las Cuatro Tierras, y lo hará con la ayuda de Eretria, que al parecer tiene sangre demoniaca (es una hija del Armageddon) y siente la llamada de la oscuridad. No obstante  Will Ohmsford salvará al mundo de las fuerzas del mal, con la ayuda de Mareth, hija de Allanon,  matando al druida con la Espada de Shannara  aunque no sin un alto coste,  su propio sacrificio, como ya lo hiciera en la primera temporada su amada Amberle, aunque el final queda abierto a una posible aunque poco probable continuación.

En su momento  comparé esta serie con "La leyenda del buscador", pero al menos aquella mantuvo su buen nivel en sus dos únicas temporadas, incluso la segunda temporada superó, en mi opinión,  a la primera. Creo que en  la primera temporada de Las Crónicas de Shannara, a pesar de su imperfecciones,  había un guión claro, un relato coherente: una amenaza creíble  conducía a nuestros héroes a emprender una misión, salpicada de tensión y aventuras para conducirnos a un final climático. En esta segunda temporada  se intenta repetir el mismo esquema, con una nueva amenaza, en vez la del Dagda Mor, la del Señor de los Hechiceros,  pero sin los ingredientes que tuvo  la primera: con la muerte de Amberle y el alejamiento de Eretria desaparece el  morbo y la tensión sexual no resuelta del triangulo amoroso que constituían Will, Amberle y Eretria, mientras que Will encuentra a Mareth, una aspirante a druida que resulta ser hija de Allanon, la sustituta de Amberle pero, en mi opinión,  apenas hay química entre ellos. Además en la primera temporada se jugaba mucho mejor, de una manera más sutil, con la infiltración de las fuerzas del mal en el reino de Arbolón, lo que hacía la trama mucho más interesante. 

A menudo los principales personajes aparecen menos dibujados, más esquemáticos o planos, con menos dudas que en la primera, cayendo a menudo en el puro y simple estereotipo, todos, Will, Mareth, Allanon,  parecen querer ser y comportarse como unos héroes de cartón piedra, dejando a un lado su frágil y dubitativa condición humana, solo el personaje de  Eretria que tiene mucho más protagonismo que en la anterior temporada, pero que tampoco es aprovechado adecuadamente  y el del mercenario Garet (un nuevo personaje) se alejan un tanto de ese comportamiento  previsible.  Lo mismo sucede con los antagonistas: Bandon, Riga o el Señor de los Hechiceros, que se muestran como personajes  excesivamente malvados,  lo que hace a la serie mucho menos creíble. Una pena, porque la serie podía dar mucho más de sí.

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