Este es probablemente el más flojillo de los episodios emitidos, lo que no quiere decir que sea malo, sencillamente está exento casi por completo de ese ritmo vertiginoso que tienen la mayoría de los capitulos de la serie. Dejamos al equipo Fringe en el capítulo anterior descubriendo el plan de Walter diseminado en una serie de cintas Betamax. pues bien, recuperan la tercera, ¿Dónde estan la 1ª y la 2ª cinta?. En ella Walter da unas coordenadas que les llevan a la Pennsylvania rural.
Madre e hija, Olivia y Etta se sinceran y la hija dice a su madre cuan orgullosa está de ella, mientras Walter y Peter hablan de terrores infantiles, todo muy a propósito porque inmediatamente serán capturados por un grupo de extraños humanos aquejados al parecer de una extraña enfermedad cutanea, una especie de hongo negro que cubre buena parte de sus caras y extremidades. En el subsuelo mantienen una instalaciones ultramodernas donde manejan unos cubos de información. Son una especie de registradores de la historia de la humanidad y por supuesto, para ellos, los miembros de la División Fringe son unos heroes, aunque creían que habían muerto.
En una conversación aparentemente trivial, Olivia dice no acordarse de un restaurante en el que estuvo con Peter, ella que tiene una memoria prodigiosa, cuasi fotográfica. Peter y Olivia rememoran su separación. Ella, nuevamente cree haber fallado, cree que no debía haber sido madre, que no estaba preparada para ello, mientras Peter intenta convencerla que este reencuentro puede ser una segunda oportunidad para todos. Por un momento llegamos a pensar que los miembros del equipo Fringe se van a infectar ya que tanto a Walter como Olivia les salen pequeñas manchas negras que son extirpadas con prontitud antes de que penetren en la dermis.
Resulta especialmente destacable el hijo del responsable del complejo que dibuja unos comics sobre la División Fringe, un guiño a los comics sobre la serie en los que ha colaborado el propio Joshua Jackson (Peter). Walter descubre que el mal que aqueja a esta colonia de humanos procede de las emanaciones de una mina en la que existen unos cristales que irradian una potente fuente de energía. Son precisamente esos cristales los que en las grabaciones de video el propio Walter considera vitales para derrotar a los observadores y que han venido a buscar. Walter comienza a fabricar un traje para descender a la mina pero necesita cobre para el revestimiento protector de éste.
Los observadores descubren pistas sobre el equipo Fringe y envian un reten de Fieles o Partidarios para su captura. Etta es informada por el miembro de la resistencia, Anil, que a su vez ha conseguido la información de un infiltrado entre los Partidarios de ese movimiento y tiene que apresurarse. Al final, el responsable de la colonia, cuando su propio hijo cree que es un cobarde por negarse a ir a un campamento vecino a hacer trueque para conseguir el cobre toma una terrible determinación, será el mismo el que bajará a la mina y conseguirá los cristales para el equipo Fringe. El episodio termina con el equipo en otro vehículo, les dan esquinazo a sus perseguidores, con un cariñoso gesto de complicidad entre Olivia y Etta y un euforico Walter equipado con unas gafas negras. El final del capítulo nos permite aventurar un 4º capítulo lleno de acción y emoción.
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