He comenzado a ver esta serie sueca de ciencia ficción y me ha dejado, en principio, un buen sabor de boca, con ganas de disfrutar de más capítulos. Después de haber visto hace poco otra serie sobre robots, la americana "Almost human", llena de acción y efectos especiales, he de reconocer que tenía cierta prevención ante esta serie, una serie sueca y de ciencia ficción nada menos. Pero afortunadamente hay ficciones realmente interesantes en Europa más alla de las norteamericanas. Y este es un ejemplo palmario. Nada que ver, desde luego, una con otra, "Almost human" con "Akta Manniskor". "Akta Manniskor" o "Humanos reales" nos presenta una sociedad en la que los robots, llamados hubots en la serie, se han convertido en un bien de consumo más y forman parte, como sirvientes, de la vida cotidiana de los humanos, una sociedad por otra parte que perfectamente podría ser la nuestra. La serie carece por completo de efectos especiales o digitales, lo que hace que todo el peso recaiga sobre la trama y sobre todo sobre la relación de los hubots con los humanos y los efectos que esta convivencia entre hubots y humanos tienen sobre diversos aspectos o problemáticas del ser humano de nuestros días.
Los hubots que realizan las tareas más diversas: pueden cuidar ancianos, cocinar, conducir coches, ser juguetes sexuales, formar parte de la cadena de montaje de una fábrica, tienen una apariencia muy robótica, muy de muñeca Barbie o Kent, con esas pieles pálidas, extremadamente blanquecinas y esos ojos de colores. La apariencia tan artificial de estos seres mecánicos les da en algunos momentos un aspecto realmente inquietante. Aun es pronto para dar una opinión definitiva pero ya en este primer capítulo se apuntan algunos de los temas importantes que parece van a formar parte de la trama de la serie: hay un grupo de hubots que quieren ser libres y buscan su lugar en este mundo, también existe un grupo anti hubots, precisamente el de Akta Manniskor (Humanos reales) que defienden un mundo sin hubots, se plantean en la serie los problemas que pueden tener nuestros ancianos, abandonados por la familia que encuentran en su acompañante de latex la mejor compañía, las inquietudes de un adolescente que mira de soslayo el juguete femenino recién adquirido por la familia, etc.
Magnífica la interpretación de los actores que encarnan a los robots. No es fácil ofrecer sin efectos digitales esa imagen de hieratismo robótico que de tan real resulta verdaderamente espeluznante. Tendremos que ver si al margen de esos hubots libres, que parecen demasiado humanos, existe tras el hieratismo de esos otros hubots sentimientos, inquietudes y sensaciones más allá de las rutinarias tareas que se ven obligados a realizar para sus dueños. Espero que sí. La serie es deudora, sobre todo, de las obras de Asimov y de sus principios o leyes sobre la robótica que impide hacerles daño a los humanos, aunque estos principios se quiebren a la primera de cambio por parte del grupo de hubots libres.
La serie creada por Lars Lundstrom ha emitido ya dos temporadas de la serie (de 10 capítulos cada una) por el canal sueco SVT1. Para la promoción de la serie en Francia, la cadena creó una web simulando ser la web del Hubot Market en la que se pueden comprar o alquilar los diferentes modelos de robots así como complementos o ropa para ellos, un perfil de twitter de uno de los personajes de la serie y otros aspectos que le dan una gran verosimilitud al proyecto. Esta original incursión en la red me recordó a la página que otra serie como Fringe creó igualmente en internet, concretamente de la oscura corporación llamada Massive Dinamic. Aquí les dejo el link del hubot Market: http://hubotmarket.arte.tv/fr/.
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