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domingo, 17 de diciembre de 2017

Dark, la enrevesada serie alemana de Netflix sobre viajes en el tiempo


La semana pasada terminé de ver la serie alemana de Netflix "Dark". Por ahí se ha estado promocionando como la nueva "Strangers things". Nada más lejos de la realidad. Es una serie europea, de clara factura europea y si hay que buscar algún tipo de referente estético tendríamos que citar alguna serie del llamado  "nordic noir" , como "Jordskott" o títulos como la francesa "Les revenants" o la belga "Hotel Beau Sejour". Aunque por su contenido, es una verdadera rareza en el panorama audiovisual del continente, pues trata nada menos que de los viajes en el tiempo, en su versión más enrevesada posible.

Es una serie muy compleja que requeriría un segundo visionado completo para entenderla totalmente, tal es el número de personajes, las relaciones entre ellos, los hechos que se suceden,  los planos temporales que intervienen, etc. Porque Dark versa, como he dicho,  sobre todo y fundamentalmente sobre el tiempo, los viajes en el tiempo y sus interacciones y consecuencias y lo deja claro desde el primer momento,  aunque revista su trama inicialmente con ciertos tonos de thriller policíaco, al tratar de resolver unos cuantos casos de  extraños secuestros o desapariciones de  niños. 

Al terminar de verla me recordó la extrema complejidad de una película comentada en este mismo blog "Predestination", donde observamos como viajar atrás en el tiempo termina provocando acontecimientos en el presente en una especie de bucle o círculo donde el principio es el fin y el fin es el principio,  donde causas y consecuencias, pasado, presente y futuro no son consecutivos sino que   interactúan y se condicionan mutuamente, de forma que cualquier cambio que se pretenda introducir en ese circulo de causa-consecuencia, pasado-futuro, complica mucho más las cosas, aunque al final lo que tenía que ser será. 

En el fondo y al margen de consideraciones científicas o paracientíficas sobre los bucles y las paradojas de los viajes en el tiempo, en la serie hay unos cuantos mensajes, al final se impone  el mensaje del determinismo o la predeterminación más propia de doctrinas protestantes, luteranas o calvinistas  que del libre albedrío  católico. ¿Podemos cambiar nuestro futuro?. La serie parece decirnos que no, es claramente determinista, pues los que viajaron al pasado para modificarlo terminaron provocando lo que querían cambiar. El destino, el futuro está escrito, al igual que el pasado.


La ambientación tiene un toque fantasmal, muy de "Les revenants" con esos bosques oscuros, esa eterna lluvia, y  esa cueva, que es una especie de portal intertemporal,  al lado de una central nuclear, igualmente inquietante. La banda sonora combina pistas absolutamente desasosegantes con algunas añejas canciones europeas, de estilo disco,  de los años 80. Las interpretaciones son, en general, bastante correctas sin que haya ninguna que destaque especialmente. Al fin y al cabo se trata de una serie coral. 

He dicho que resulta difícil seguir la trama dada la cantidad de personajes existentes y de que vamos alternando en la narrativa,  los hechos de diferentes épocas, básicamente de tres, de los años 1953, 1986 y 2019, de forma que nos vemos obligados a seguir a los personajes en las diferentes épocas, interpretados por diferentes actores, unos más jóvenes, otros más maduros, otros más viejos, hasta tres versiones por cada personaje y son unos cuantos. A veces se nos da alguna pista en la serie  y vemos, en pantalla partida, simultáneamente, las fotografías de los personajes en sus diferentes épocas lo que ayuda algo a su seguimiento y comprensión.

La serie no carece de algunas inconsistencias pero es tal la farragosidad de sus tramas intertemporales que se le puede disculpar algún despiste. Esperemos que en una  necesaria segunda temporada se nos dé respuesta a los muchos hilos e interrogantes que han quedado colgando en esta primera. La historia comienza en el pueblo de Winden, en el año 2019, cuando desaparece un niño, Mikkel Nielsen que se transporta a 1986. Mikkel no regresará a su tiempo porque no sabe volver y acabará suicidándose cuando sea mayor. ¿Pero puede existir un mismo personaje duplicado en el mismo plano temporal?, esto es un Mikkel niño que desaparece en 2019 y viaja a 1986 y al mismo tiempo un Mikkel adulto que se suicida en la misma época, 2019. Para mi desde luego que no, salvo que echemos mano de los universos paralelos. Habría que echar mano pues de la física y/o mecánica cuántica y las líneas temporales alternativas para que todo esto tuviese algo de coherencia y sentido aunque fuese solo a nivel teórico.

El  padre de Mikkel, Ulrich ya vivió la desaparición de su hermano menor, Mads,  33 años atrás,  en 1986. El pueblo y sus habitantes esconden muchos secretos. Ulrich, engaña a su mujer Katerina con Hannah. La jefe de policía Charlotte Doppler vive una vida marital sin demasiado sentido, pues está casada con un gay que oculta a todos su condición pero que no obstante tiene de vez en cuando  sus correrías nocturnas, etc. Noah, el pastor es uno de los principales villanos de la serie y parece que pudiera ser el abuelo de Ulrich o el padre de Helge. Helge, que ya tenía peligrosas desviaciones, desde niño,  viaja a 1986, desde 2019 para que su yo del pasado deje de colaborar con el pastor Noah en los secuestros de los niños, pero muere en el intento, si bien su yo del pasado seguirá adelante para que en el futuro pueda volver al pasado para convencer a su yo anterior de detener dichos secuestros. Noah tiene en sus malvados propósitos (¿Es acaso el anticristo?, ¿Busca el apocalipsis?) algunos aliados, Claudia, Bartosz, Herge. Parece que lo que se postula aquí es que haga lo que haga el ser humano es un ser malvado y está condenado a la autodestrucción. Se me plantean muchas dudas, Noah, ¿puede ser el padre de Herge?, ¿puede ser el Bartosz del futuro que viaja luego  al pasado y que controla los hilos del tiempo?.

Ulrich llega a las puertas temporales siguiendo al Helge de 1986. Encima de la puerta hay un símbolo de origen indoeuropeo, la triqueta o triquel que alude a la vida, muerte y al renacimiento o reencarnación, aunque aquí su significado puede ser distinto, pues sirve de base a tres líneas temporales, 3. Lo de los 33 años me recuerda inveitablemente  a la edad de Cristo, y puede que tenga, además,  algún  sentido cabalístico. Parece, por otra parte,  que en la cueva,  si se toma el camino de la izquierda apareces  en 1953, como acaba Ulrich y si se toma el de la derecha terminas en 1986, como lo hace Jonas. La primera temporada de la serie acaba con Jonas Kahnwald, -hijo de la amante de Ulrich, Hannah y de Mikkel-,  y que es un personaje clave en la serie, en el año 2052, osea 33 años en el futuro,  en un mundo post-apocalíptico,  tras haber intentado corregir los diversos  desajustes producidos por  hechos acaecidos en el tiempo. Hay muchísimos más aspectos por comentar de la serie. Es por ello que creo que debiera hacer una segunda entrada de "Dark", tras un segundo visionado , que sirva de guía o aclare algunos aspectos confusos al seguidor de la serie. Adjunto un cuadro genealógico de las 4 grandes familias sobre los que se vertebra la serie.

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