Título: Fractura. Filadelfia. Pennsylvania. Un policía recibe una orden de un coronel y va a la estación del tren a detener a un misterioso hombre con un maletín. Se producen una serie de interferencias electromagnéticas en los monitores de la estación y de repente el policía explota. En la bolera de Sam Weiss, Olivia temblorosa, apenas puede atarse los cordones de las zapatillas. Le pregunta si le han empezado los dolores de cabeza. No le han empezado pero le empezarán, le asegura Sam Weiss. Le ata los cordones de las zapatillas a Olivia y le dice que por hoy ya ha acabado.
En el laboratorio, Peter intenta convencer a Walter para cambiarse de piso. Quiere más intimidad. (Al final del capítulo lo hacen). En eso están cuando Astrid descubre que se ha producido el suceso de la estación del tren. Una explosión sin explosivo, aparentemente. Cuando llegan al lugar de los hechos, encuentran la oreja casi cristalizada del agente Daniel Gillespie y revisando las cámaras de seguridad no ven nada, sólo ruido estático. Al parecer el cuerpo del policía actuó como una bomba humana, como consecuencia de un suero solidificador que se estaba inyectando. Eso lo sabemos cuando Olivia y Peter van a visitar a la viuda de agente Gillespie. Estando en casa de la viuda, a Olivia le comienzan los dolores de cabeza, los mareos, le tiemblan las manos, ve visiones: del ascensor, de las torres gemelas, de Bell, como si fuesen pequeños flash-backs de su viaje al otro lado y es cuando yendo a vomitar al baño que descubre una caja de jeringuillas cargadas con un extraño suero.