Tras el pequeño bache argumental de la 2ª temporada, la tercera temporada de esta serie, una gran serie para minorías, bastante desconocida, -todo hay que decirlo-, para la mayoría del público, comienza a explotar las enormes posibilidades de su trama, superando incluso el original literario en el que se basa: "El hombre en el castillo" de Philip K. Dick. La serie, sin abandonar su vertiente ucrónica, profundiza en su vertiente de ciencia ficción especulativa. En esta temporada Juliana Crain se enfrentará a una peligrosa misión: evitar que los nazis controlen la entrada a un portal que permitiría acceder a las diferentes realidades alternativas, con lo que su poder sería absoluto en el multiverso. Otra vuelta de tuerca en la trama de esta interesante serie y cuyo mundo persistente, reflejado con asombroso detalle y que la hace tan terroríficamente creíble nos encanta a los que fuimos apasionados seguidores de "Fringe" y de su juego de mundos paralelos.
A diferencia de la segunda temporada en esta no hay tiempos muertos. En esta entrega, Juliana se encuentra con su hermana Trudy, bueno la Trudy de otro mundo alternativo, mundo en el que ella, Juliana murió, y además mueren dos personajes que creíamos fundamentales y que habían aparecido desde la primera temporada. El gran cliffthanger del final de la temporada nos hace especular con que pasará en la cuarta entrega de la serie, una temporada ya confirmada cuyo rodaje ha comenzado hace unas pocas semanas. ¿Aparecerá Juliana en otra realidad alternativa a la de la victoria nazi?. ¿En cual?. ¿En la nuestra?. Porque no puede ser en la que ya murió. ¿Será el gran Reichmarshall, el antiguo obbengrupperfuhrer de las SS, John Smith, y mano derecha del Führer clave para acabar con el actual estado de cosas o seguirá escalando posiciones dentro del sistema?. No lo sabemos. Lo que si sabemos es que esta entrega se ha atrevido con muchas cosas, desarrollando mucho mejor la psicología de algunos personajes. Esta serie es junto al "Cuento de la Criada" (The handmaid tale) la que con más detalle y realismo refleja una sociedad alternativa a la nuestra, en este caso al tratarse de una variable histórica de nuestro pasado, "El hombre en el Castillo" sería una ucronía, frente al "Cuento de la Criada" que podría considerarse, en cambio, una distopía.