domingo, 5 de julio de 2020

"The warrior nun", una curiosa serie de fantasía oscura con un potencial desaprovechado


Ayer acabé de ver en Netflix  "Warrior nun" o "La monja guerrera"  estrenada el 2 de julio y  me la he visto casi de un tirón. La serie creada por Simón Barry está basada en el cómic de Ben Dunn, "Warrior Nun Areala". El argumento gira en torno a una joven de 19 años, Ava Silva, que se despierta en una morgue tras recibir un artefacto divino que se incrusta en su espalda, "un halo angelical" que le llevará a integrarse en una orden secreta de monjas guerreras que luchan contra los demonios en la Tierra, "La Orden de la espada cruciforme". 

La mezcla era, a priori, bastante  sugerente: monjas guerreras, satanismo, artes marciales, conspiraciones en el vaticano, pero el balance es bastante decepcionante. Durante los primeros cinco capítulos la serie se pierde en el drama adolescente más banal, hasta el punto de que lejos de empatizar con la joven la empiezas a coger manía por su comportamiento absolutamente inmaduro,  más pendiente de su recién conquistada libertad y de su hormonas juveniles que de la sagrada misión a la que le han encaminado. Menos mal que los capítulos son cortos en duración y se ven fácilmente de forma que se llega al final de la temporada pronto, momento en el que  la serie comienza a remontar un poco el vuelo. 

El cliffthanger del final parece asegurar  una segura segunda temporada donde esperemos aprovechen mejor el potencial que el comic y los ingredientes de la trama le ofrecían. La serie cuenta con un reparto absolutamente  internacional donde abundan los nombres ibéricos: el español Tristán Ulloa, los portugueses Alba Baptista (Ava Silva) y Joaquin de Almeida (el cardenal Duretti), la canadiense Sylvia de Fanti (madre superiora), la jamaico-americana, Toya Turner (como María Escopetón), la británica aunque de origen hispano-colombiano, Lorena Andrea (Lilith), la holandesa Thekla Reuten (Jillian Salvius), entre otros. Se filmó entre marzo y julio del año pasado en localizaciones de Andalucía como Ronda, Antequera, Málaga, Marbella y Sevilla.

Al empezar la serie me acordé de otra serie también basada en un cómic "Constantine" pero con el pintoresquismo que ofrecen  nuestros paisajes patrios, fotografiados con gran oficio. El showrunner, Simon Barry ha sido capaz de hacer series modestas pero memorables como "Continuum" y de algún pestiño que otro como "Ghost wars", otra serie que tenía  buenas mimbres pero que como esta fueron muy  mal aprovechadas.  En manos más expertas, me acordé de "Buffy, cazavampiros"  de Wheedom , la serie podía haber  sido una ida de olla visualmente memorable. ¿Dónde hemos visto antes una orden de monjas guerreras?. Nunca. El punto de partida no podía ser más prometedor: una huérfana tetrapléjica atormentada en su infancia  por una odiosa monja, el ser una heroína a su pesar, el ritmo y cierto aire irreverente, pero lo que ha fallado estrepitosamente ha sido su desarrollo argumental. 

Por no seguir no recoge el tono irreverente del cómic en el que esta basado y del que ofrezco algunos ejemplos, unas monjas con apariencia sexy que luchan sin cuartel contra los demonios, quedándose, en este sentido, en una tierra de nadie. Por no profundizar apenas lo hace en la trama de conspiración vaticana resultando un ejercicio incompleto en casi todos sus aspectos salvándola apenas unas cuantas escenas de acción.