Título: The Jacket. Director: John Maybury. Países: USA y Alemania. Año: 2005. Duración: 103 min. Género: Thriller. Interpretes: Adrien Brody (Jack Starks), Keira Knightley (Jackie Price), Kris Kristofferson (Dr. Becker), Jennifer Jason Leigh (Dra. Lorenson), Daniel Craig (Mackenzie), Kelly Lynch (Jean), Brad Renfro (Desconocido), Laura Marano (Jackie [joven]). Guión: Massy Tadjedin; basado en un argumento de Tom Bleecker y Marc Rocco. Producción: Peter Guber, George Clooney y Steven Soderbergh. Música: Brian Eno. Fotografía: Peter Deming. Montaje: Emma Hickox. Diseño de producción: Alan MacDonald. Vestuario: Doug Hall. Estreno en USA: 4 Marzo 2005. Estreno en España: 4 Enero 2006.
Esta película tiene ya unos años: concretamente ocho y en su momento me gustó bastante, a pesar de que fue un fracaso en taquilla. Costo 30 millones de dolares y recaudó solo 6 en la taquilla USA. La película contó con un buen ramillete de estrellas: desde un magnifico Adrian Body que borda un papel nada sencillo, pasando por una jovencísima Keira Knightley y unos veteranos Kris Kristofferson y Jennifer Jason Leigh, siendo producida nada menos que por figuras de la talla de Clooney o Soderberg.
El argumento es poco convencional: el veterano de la guerra del Golfo, Jack Starks, regresa a su Vermont natal, tras haber recibido una bala en la cabeza que le ha producido amnesia. Allí le acusan falsamente del asesinato de un policía y le envían a un psiquiatrico, donde es sometido a un tratamiento de choque con drogas experimentales por parte del doctor Becker (Kris Kristofferson). Le drogan, le ponen una camisa de fuerza y le encierran durante horas en el deposito de cadáveres del hospital. Bajo los efectos de las drogas, la mente de Starks viaja hacia el futuro donde conoce a Jackie (Keira Knightley) y descubrirá que está predestinado a morir en unos pocos días.
El guión de Tadjedin está basado en una historia de Tom Bleecker y Marc Rocco quienes se basaron parcialmente en la novela The Jacket de Jack London, publicada en el Reino Unido bajo el mismo nombre y en Estados Unidos con el nombre de The Star Rover (El vagabundo de las estrellas), una interesantísima novela del año 1915 que habla sobre los viajes o existencias de un preso, Darrell Standing, acusado de asesinato, que es torturado por el alcaide de la cárcel, que le pone una camisa de fuerza para que confiese. Standing sobrevive al castigo sumiéndose en trance, proyectando su espíritu a existencias anteriores. Revive episodios de las vidas de un conde francés del Renacimiento; un muchacho miembro de una caravana al Oeste atacada por los pieles rojas; un eremita arriano del siglo IV; una especie de Marco Polo del siglo XVI en la entonces remotísima Corea; un legionario romano en la época de la crucifixión de Jesucristo y un náufrago del siglo XIX.
La historia de Starks es una carrera contrarreloj por evitar su propia muerte, acaecida en el pasado. Starks fue herido gravemente en la guerra en 1991, conoce a Jackie, de niña, y a su madre alcohólica en la carretera de Vermont y tras el asesinato del policía, en esa misma carretera, es encerrado en el psiquiatrico, muriendo el 1 de enero de 1993, al caer accidentalmente y desnucarse en el hielo. Así pues, Starks, antes de morir (¿por segunda vez?) con la ayuda de las drogas del doctor Becker, realiza sucesivos viajes al futuro, al año 2007 y se reencuentra, de nuevo, con Jackie, ahora una atractiva jovencita y con su ayuda investigarán que le pasó a él los últimos días del año 1992 y lo que sucedía en aquel hospital psiquiatrico, con el doctor Becker y la doctora Lorenson. En la película se retrata una clase médica carente de sentimientos y ética, si bien es cierto que con matices pues tenemos dos ejemplares muy diferentes de médicos encarnados en el cruel doctor Becker y en la dubitativa doctora Lorenson (actores felizmente recuperados en esta cinta, Jennifer Jason Leight como la doctora Lorenson y Kris Kistofferson como el doctor Becker).
Starks es plenamente consciente de sus fugaces viajes en el tiempo, sabe en el pasado, que es su presente, que viaja al futuro, al cual se proyecta y que siente como una experiencia liberadora. Al atormentado Starks, sus viajes en el tiempo le dan la oportunidad de ser, aunque sea por unas horas, libre; de sacudirse el tormento infligido a su cuerpo físico y a su mente, para vivir, en cierto sentido, una segunda vida. Y desde ese futuro liberador retorna abruptamente, al pasado, a ese oscuro y claustrofóbico deposito de cadáveres, donde yace un día sí y otro también. Starks aparece y desaparece del futuro para volver a su lóbrega existencia de oscuridad y locura.
Desde el futuro Starks intenta cambiar su pasado y el de los demás. En efecto, durante sus viajes del pasado al futuro intentará cambiar su fatal destino al tiempo que ayudará cual singular ángel de la guarda a un ramillete de vidas solitarias y a la deriva: a la mencionada Jackie una joven solitaria necesitada de amor, hija de una madre alcohólica que murió quemada en uno de sus desvaríos alcohólicos, y cuyo destino intentará cambiar (y lo conseguirá) o a Babak, un niño inmigrante y enfermo, con cuya información privilegiada, la doctora Lorenson logrará curar.
¿Starks viaja fisica o mentalmente?. Para el Starks del pasado es un viaje mental, pero se materializa en el futuro como una súbita y "angélica" aparición. Se proyecta al futuro mientras permanece encerrado en el cajón del deposito de cadáveres. No sería la primera película que utiliza recursos poco convencionales para viajar en el tiempo: se traslada con la mente el protagonista de "En algún lugar del tiempo", comentada en este blog o el protagonista de "El Efecto Mariposa" con su diario "especial". No es necesario buscar explicaciones lógicas ni científicas a un artificio fantástico. Quien quiera creer que somos algo más que perdurable materia, podrá creer igualmente que somos espíritus libres trascendiendo los estrechos limites el tiempo y del espacio, en cuyo ámbito todo es posible. No es por lo tanto una película fácil de seguir o de entender si se desean aplicar criterios o parámetros lógicos o racionales. Y es que en ningún momento se nos da una explicación científica a lo que acontece.
La película es una curiosa e interesante mezcla de géneros, en ocasiones es un angustioso thriller psicológico, ambientado en una atmósfera fría y desasogante, fría como el paisaje nevado de la carretera en Vermont, o de los caminos y el bosque cercano a la clínica y desasosegante a menudo tanto por las imagenes como por los sonidos, imagenes borrosas y desestructuradas de su mente enferma. El ambiente del hospital y alguna de las escenas con los pacientes me recuerdan muchísimo al de otras películas clásicas de clínicas mentales como "Corredor sin Retorno" y sobre todo la genial "Alguien voló sobre el nido del cuco". La película es también una bonita historia de amor que trasciende el tiempo y el espacio. Separados por un abismo de tiempo, Jackie Price vive dos líneas paralelas: incrédula en su primer encuentro, le recuerda al propio Jack Starks que él, que Jack Starks murió hace 14 años. Posteriormente asume lo increíble y se enamora de ese hombre con cara de ángel triste y melancólico que es Jack, un alma, un espíritu atormentado que vaga por el tejido del tiempo: de su presente al futuro para volver a su presente que es pasado para otros. Vuelve a mi, Jack, vuelve a mi, le dice Jackie. Tienes que volver. En cierto sentido, asistimos a una redención de ese alma atormentada a través del amor.
Con su papel en la película, Jack parece querer transmitir a esos personajes a la deriva que hay que intentar vivir plenamente la vida y aprovechar al máximo el momento presente, buscando en todo momento la felicidad. El mensaje final, con la voz de Jackie en off preguntando “¿Cuánto tiempo tenemos?” en esa segunda oportunidad que les da la vida, en esa llamesmola segunda línea temporal alternativa es una puerta a la esperanza y resume mejor que nada el leif motiv de la cinta: No te importe cuanto te cueste, busca y encuentra la felicidad, si no en esta vida, en la otra o en la siguiente.
Esta película no se sostendría minimamente en pie sino fuera porque posee un buen guión y un acertado montaje que hace creíble la historia a pesar de su planteamiento y sus giros argumentales. La música minimalista a lo largo de la cinta y la canción del final, con un tono triste y nostálgico ponen un broche de oro a una película que en mi opinión no puede pasar desapercibida, pues supone una vuelta de tuerca en el siempre interesante mundo de los viajes en el tiempo aunque puedan ser más o menos imaginarios. ¿Que es verdad o mentira, realidad o ficción en este extraño mundo y universo del que a menudo sabemos tan poco?.
No puedo terminar sin recoger algunas frases memorables que escuché de boca de su protagonista: Jack Starks a lo largo de la película: "Lo importante de la vida es creer que mientras estés vivo, nunca es tarde". "A veces creo que vivimos las cosas sólo para poder decir que sucedieron, que no le sucedió a otro, que me sucedió a mí". "A veces la vida sólo puede comenzar de verdad al saber que todo puede terminar aun cuando menos lo quieras".
El guión de Tadjedin está basado en una historia de Tom Bleecker y Marc Rocco quienes se basaron parcialmente en la novela The Jacket de Jack London, publicada en el Reino Unido bajo el mismo nombre y en Estados Unidos con el nombre de The Star Rover (El vagabundo de las estrellas), una interesantísima novela del año 1915 que habla sobre los viajes o existencias de un preso, Darrell Standing, acusado de asesinato, que es torturado por el alcaide de la cárcel, que le pone una camisa de fuerza para que confiese. Standing sobrevive al castigo sumiéndose en trance, proyectando su espíritu a existencias anteriores. Revive episodios de las vidas de un conde francés del Renacimiento; un muchacho miembro de una caravana al Oeste atacada por los pieles rojas; un eremita arriano del siglo IV; una especie de Marco Polo del siglo XVI en la entonces remotísima Corea; un legionario romano en la época de la crucifixión de Jesucristo y un náufrago del siglo XIX.
La historia de Starks es una carrera contrarreloj por evitar su propia muerte, acaecida en el pasado. Starks fue herido gravemente en la guerra en 1991, conoce a Jackie, de niña, y a su madre alcohólica en la carretera de Vermont y tras el asesinato del policía, en esa misma carretera, es encerrado en el psiquiatrico, muriendo el 1 de enero de 1993, al caer accidentalmente y desnucarse en el hielo. Así pues, Starks, antes de morir (¿por segunda vez?) con la ayuda de las drogas del doctor Becker, realiza sucesivos viajes al futuro, al año 2007 y se reencuentra, de nuevo, con Jackie, ahora una atractiva jovencita y con su ayuda investigarán que le pasó a él los últimos días del año 1992 y lo que sucedía en aquel hospital psiquiatrico, con el doctor Becker y la doctora Lorenson. En la película se retrata una clase médica carente de sentimientos y ética, si bien es cierto que con matices pues tenemos dos ejemplares muy diferentes de médicos encarnados en el cruel doctor Becker y en la dubitativa doctora Lorenson (actores felizmente recuperados en esta cinta, Jennifer Jason Leight como la doctora Lorenson y Kris Kistofferson como el doctor Becker).
Starks es plenamente consciente de sus fugaces viajes en el tiempo, sabe en el pasado, que es su presente, que viaja al futuro, al cual se proyecta y que siente como una experiencia liberadora. Al atormentado Starks, sus viajes en el tiempo le dan la oportunidad de ser, aunque sea por unas horas, libre; de sacudirse el tormento infligido a su cuerpo físico y a su mente, para vivir, en cierto sentido, una segunda vida. Y desde ese futuro liberador retorna abruptamente, al pasado, a ese oscuro y claustrofóbico deposito de cadáveres, donde yace un día sí y otro también. Starks aparece y desaparece del futuro para volver a su lóbrega existencia de oscuridad y locura.
Desde el futuro Starks intenta cambiar su pasado y el de los demás. En efecto, durante sus viajes del pasado al futuro intentará cambiar su fatal destino al tiempo que ayudará cual singular ángel de la guarda a un ramillete de vidas solitarias y a la deriva: a la mencionada Jackie una joven solitaria necesitada de amor, hija de una madre alcohólica que murió quemada en uno de sus desvaríos alcohólicos, y cuyo destino intentará cambiar (y lo conseguirá) o a Babak, un niño inmigrante y enfermo, con cuya información privilegiada, la doctora Lorenson logrará curar.
¿Starks viaja fisica o mentalmente?. Para el Starks del pasado es un viaje mental, pero se materializa en el futuro como una súbita y "angélica" aparición. Se proyecta al futuro mientras permanece encerrado en el cajón del deposito de cadáveres. No sería la primera película que utiliza recursos poco convencionales para viajar en el tiempo: se traslada con la mente el protagonista de "En algún lugar del tiempo", comentada en este blog o el protagonista de "El Efecto Mariposa" con su diario "especial". No es necesario buscar explicaciones lógicas ni científicas a un artificio fantástico. Quien quiera creer que somos algo más que perdurable materia, podrá creer igualmente que somos espíritus libres trascendiendo los estrechos limites el tiempo y del espacio, en cuyo ámbito todo es posible. No es por lo tanto una película fácil de seguir o de entender si se desean aplicar criterios o parámetros lógicos o racionales. Y es que en ningún momento se nos da una explicación científica a lo que acontece.
La película es una curiosa e interesante mezcla de géneros, en ocasiones es un angustioso thriller psicológico, ambientado en una atmósfera fría y desasogante, fría como el paisaje nevado de la carretera en Vermont, o de los caminos y el bosque cercano a la clínica y desasosegante a menudo tanto por las imagenes como por los sonidos, imagenes borrosas y desestructuradas de su mente enferma. El ambiente del hospital y alguna de las escenas con los pacientes me recuerdan muchísimo al de otras películas clásicas de clínicas mentales como "Corredor sin Retorno" y sobre todo la genial "Alguien voló sobre el nido del cuco". La película es también una bonita historia de amor que trasciende el tiempo y el espacio. Separados por un abismo de tiempo, Jackie Price vive dos líneas paralelas: incrédula en su primer encuentro, le recuerda al propio Jack Starks que él, que Jack Starks murió hace 14 años. Posteriormente asume lo increíble y se enamora de ese hombre con cara de ángel triste y melancólico que es Jack, un alma, un espíritu atormentado que vaga por el tejido del tiempo: de su presente al futuro para volver a su presente que es pasado para otros. Vuelve a mi, Jack, vuelve a mi, le dice Jackie. Tienes que volver. En cierto sentido, asistimos a una redención de ese alma atormentada a través del amor.
Con su papel en la película, Jack parece querer transmitir a esos personajes a la deriva que hay que intentar vivir plenamente la vida y aprovechar al máximo el momento presente, buscando en todo momento la felicidad. El mensaje final, con la voz de Jackie en off preguntando “¿Cuánto tiempo tenemos?” en esa segunda oportunidad que les da la vida, en esa llamesmola segunda línea temporal alternativa es una puerta a la esperanza y resume mejor que nada el leif motiv de la cinta: No te importe cuanto te cueste, busca y encuentra la felicidad, si no en esta vida, en la otra o en la siguiente.
Esta película no se sostendría minimamente en pie sino fuera porque posee un buen guión y un acertado montaje que hace creíble la historia a pesar de su planteamiento y sus giros argumentales. La música minimalista a lo largo de la cinta y la canción del final, con un tono triste y nostálgico ponen un broche de oro a una película que en mi opinión no puede pasar desapercibida, pues supone una vuelta de tuerca en el siempre interesante mundo de los viajes en el tiempo aunque puedan ser más o menos imaginarios. ¿Que es verdad o mentira, realidad o ficción en este extraño mundo y universo del que a menudo sabemos tan poco?.
No puedo terminar sin recoger algunas frases memorables que escuché de boca de su protagonista: Jack Starks a lo largo de la película: "Lo importante de la vida es creer que mientras estés vivo, nunca es tarde". "A veces creo que vivimos las cosas sólo para poder decir que sucedieron, que no le sucedió a otro, que me sucedió a mí". "A veces la vida sólo puede comenzar de verdad al saber que todo puede terminar aun cuando menos lo quieras".
Un análisis muy afinado y acertado de una película que yo también considero bastante mejor de lo que sus resultados en taquilla invitan a pensar. Gracias.
ResponderEliminarMuy buen resumen, um deleite leer saludos del 2020 un alma atormentada, no ppr el coronavirus.
ResponderEliminarJack Starks, en realidad es Ted Gacy, es una excelente pelicula y casi nadie le entendio, por eso las bajas recaudaciones
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