domingo, 9 de marzo de 2014

La casa del confin del mundo. William Hope Hodgson



Leí hace cerca de 30 años esta obra en la colección Fontamara y hace unos días la volví a releer. Hacía no demasiado tiempo, en aquellos años, que había entrado en el tenebroso mundo onírico y terrorífico de Lovecraft y esta obra me abrió puertas y dimensiones  que yo desconocía. La mejor de las obras de William Hope Hodgson escrita en 1908 tiene como escenario una vieja y extraña mansión de Irlanda que constituye una especie de portal a un mundo de pesadilla, un portal tras del cual acechan criaturas inimaginables del submundo y donde el protagonista viaja a través del tiempo y el espacio cósmico asistiendo al final del sistema solar, viaje, amen de otras características,  que la hacen única dentro del género de la literatura fantástica. La descripción de los paisajes y de las atmósferas es  tremendamente evocadora y estremecedora,  con su torre y su pozo desde el que se deslizan las criaturas de las tinieblas. Nadie como Hodgson para sugerir vagos horrores, ocultos en un escenario natural. "Oigo un leve ruido en el sendero del jardín", es una de esas frases sencillas y a la vez terriblemente desasosegantes que aparece en las páginas de este libro.

Hodgson es junto a Machen, Blackwood y Lord Dunsany uno de los escritores del que Lovecraft recibe más claras influencias. Quien haya leído esta novela y los cuentos oníricos de Randolph Carter comprenderá hasta que punto el gran maestro del cuento de terror sobrenatural moderno, Lovecraft,   fue influido por Hodgson y su obra. El cuento materialista de terror del que Lovecraft es el máximo exponente mezcla el terror con la ciencia ficción sumergiendonos en una serie de narraciones de horror cósmico que incluye incluso una nueva mitología llena de escalofriantes dioses y monstruos arquetípicos. Y esta novela entra claramente dentro de ese género. 

La trama del relato es bastante simple. Dos amigos, el narrador y su amigo Tonnison llegan al alejado pueblo de Kraighten, a sesenta kilometros de Ardrahan, para pescar en un río que su amigo había encontrado, por azar, el año anterior. Descendiendo río abajo descubren unas ruinas, dentro de un oscuro bosque, de la que debió ser una antigua mansión, una mansión al borde de un abismo insondable. En aquel lugar encuentran un manuscrito, un diario de alguien que debió vivir en esa casa hace mucho, muchísimo tiempo. El manuscrito tiene un nombre "La casa del confín del mundo" y es justamente la novela que conjuntamente con los dos amigos estamos dispuestos a leer.

El relato nos habla de extrañas criaturas con apariencia porcina, del Mar del Sueño, los Globos Celestes, el Orbe Blanco, el Sol muerto o el sol negro, la Estrella Verde, el Asno Dios, la Cosa sin Ojos y otros muchos elementos y escenarios cósmicos. La casa al parecer estaba en conexión  con otra remota en el centro de una llanura rojiza incomparable, en un lugar indeterminado más allá del tiempo y del espacio. El final es aterrador, pero mejor que lo lean ustedes. No se arrepentirán. Eso sí, cierren las puertas, miren debajo de la cama, agucen el oido por si acaso...

Calificación:

No hay comentarios:

Publicar un comentario