Esta semana se ha estrenado, en Antena 3 y La Sexta la coproducción de Atresmedia y la BBC, "Refugiados", protagonizada, entre otros actores por nuestra Natalia Tena (Ossa en "Juego de Tronos"). De repente, 3.000 millones de personas procedentes del futuro llegan a nuestro tiempo. No sabemos el por qué ni el para que, solo que desnudos, cansados y hambrientos han aparecido, de repente, en nuestro mundo. Son demasiados y llevan una extraña luz en el pecho. No pueden contactar con sus familiares porque de lo contrario las autoridades de su tiempo aparecen y detienen tanto a las personas del futuro como del presente y desde ese momento desaparecen, imagino que lo hacen para preservar su futuro, su propia existencia. Al margen del impacto que supone la llegada de tal número de personas a un pequeño pueblo: escasez de viveres, desconfianza, miedo al otro, defensa de tus propiedades y de tu vida, la trama gira en torno a una familia formada por una joven (Natalia Tena), su marido y su hija. Un hombre del futuro, Alex, al parecer un prófugo de la justicia de su tiempo es enviado por la hija de la familia al presente para evitar la muerte de sus padres.
Como ya dijera cuando comenté "El Ministerio del tiempo", es una excelente noticia el estreno de esta serie. Aunque sea en coproducción, que la industria audiovisual española se atreva nuevamente con el género de la ciencia ficción y lo haga con una buena nota es algo que nos llena de satisfacción a los aficionados al género. Tengo muy pocos peros que ponerle a los primeros capítulos de la serie. Tal vez que empiece con cierta lentitud pero la espera vale la pena, la segunda parte del doble episodio mantiene un ritmo y una tensión crecientes. Buena interpretación de la Tena y correcta del resto de elenco. La producción no tiene nada que envidiar a otras de producción internacional. La serie no tiene efectos especiales, ni falta que le hace. Lo supedita todo a un guión solvente lleno de sorpresas (¿qué oscuro pasado esconde esconde nuestra protagonista?, ¿se encontrará con su hijo, Thomas, no nacido y que peligros acarreará tal decisión?) y una buena dirección en la que se utiliza, como he dicho, de manera muy hábil el suspense, en un entorno natural, en el que la soledad y el aislamiento (hay una larga distancia al nucleo habitado más cercano), también son factores que contribuyen a acrecentar la sensación de riesgo, de peligro.
Act 1-7: Pues bien esta mini serie que empezó tan bien, con tanta fuerza en los primeros episodios degenera en un mero drama familiar, obviando todas las posibilidades de desarrollo que planteaba a priori la trama: el fuerte impacto de la llegada de 3.000 millones de personas del futuro en nuestra sociedad, que puede tener su correlato con el actual fenómeno de la inmigración, apenas se percibe. No basta con mostrar unas pocas imagenes de una revuelta o la postura radical de los que temen esa invasión. La razón del éxodo aparece apenas mencionada: una grave enfermedad de la que no se dan demasiados detalles asolaba el planeta; nada sabemos de a donde llevan a las personas que incumplen la prohibición de reunirse con sus familiares del pasado: se habla de campos de concentración...
Se juega con cambiar el pasado pero falta coherencia en el relato. Como comentaba líneas atrás, Alex regresa para evitar la muerte de los padres de la mujer que le contrata y al final esa niña, que es la mujer que le contrata, muere para salvar al propio Alex. Por supuesto ello solo se puede entender si huimos de un tiempo lineal en el que acabaríamos en una imposible paradoja y entendemos el tiempo, bajo la perspectiva de los mundos paralelos. Hay una línea y un mundo en el que la niña se salva, escondida en la casa y sus padres mueren, una línea y un mundo en la que la niña huye de su padre y no muere y una línea y un mundo en el que como vemos muere de un disparo realizado por su padre contra Alex. Y todas ellas son posibles teóricamente. En fin, un material a priori muy interesante se desdibuja y diluye entre los trazos gruesos de un drama familiar alimentado por los ocultos secretos de la chica interpretada por Natalia Tena y el progresivo enloquecimiento de su celoso marido.
Act 1-7: Pues bien esta mini serie que empezó tan bien, con tanta fuerza en los primeros episodios degenera en un mero drama familiar, obviando todas las posibilidades de desarrollo que planteaba a priori la trama: el fuerte impacto de la llegada de 3.000 millones de personas del futuro en nuestra sociedad, que puede tener su correlato con el actual fenómeno de la inmigración, apenas se percibe. No basta con mostrar unas pocas imagenes de una revuelta o la postura radical de los que temen esa invasión. La razón del éxodo aparece apenas mencionada: una grave enfermedad de la que no se dan demasiados detalles asolaba el planeta; nada sabemos de a donde llevan a las personas que incumplen la prohibición de reunirse con sus familiares del pasado: se habla de campos de concentración...
Se juega con cambiar el pasado pero falta coherencia en el relato. Como comentaba líneas atrás, Alex regresa para evitar la muerte de los padres de la mujer que le contrata y al final esa niña, que es la mujer que le contrata, muere para salvar al propio Alex. Por supuesto ello solo se puede entender si huimos de un tiempo lineal en el que acabaríamos en una imposible paradoja y entendemos el tiempo, bajo la perspectiva de los mundos paralelos. Hay una línea y un mundo en el que la niña se salva, escondida en la casa y sus padres mueren, una línea y un mundo en la que la niña huye de su padre y no muere y una línea y un mundo en el que como vemos muere de un disparo realizado por su padre contra Alex. Y todas ellas son posibles teóricamente. En fin, un material a priori muy interesante se desdibuja y diluye entre los trazos gruesos de un drama familiar alimentado por los ocultos secretos de la chica interpretada por Natalia Tena y el progresivo enloquecimiento de su celoso marido.
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