Título original: Pride and Prejudice and Zombies. Año: 2016. País: Estados Unidos Estados Unidos. Director: Burr Steers. Guión: Burr Steers (Novelas: Jane Austen, Seth Grahame-Smith). Fotografía: Remi Adefarasin. Reparto: Lily James, Sam Riley, Bella Heathcote, Douglas Booth, Jack Huston, Charles Dance, Lena Headey, Matt Smith, Emma Greenwell, Janet Henfrey, Sally Phillips, Dolly Wells, Hermione Corfield, Raiden Integra, Millie Brady. Productora: Cross Creek Pictures / Darko Entertainment / Handsomecharlie Films / Lionsgate. Género: Terror. Comedia. Comedia de terror. Comedia negra. Zombis. Siglo XIX
Ayer ví esta película estrenada hace un par de meses en España. La película está basada en la novela de Seth Grahame Smith, basada a su vez en el clásico literario de Jane Austen. Una plaga se ha propagado por la Inglaterra de principios del XIX y el país esta invadido por zombies. La trama, por otra parte, es básicamente la misma que la de la novela de Jane Austen: está centrada en la familia Bennet con la madre buscando maridos para sus cinco hijas. Como en la novela de Austen aparecerá el rico y apuesto Bingley, el tímido y orgulloso Darcy y el misterioso Wickham, si bien el protagonismo recae sobre todo en Elizabeth Bennet y sus hermanas, entrenadas en las artes marciales por su padre, el gran Tywin Lanister de Juego de Tronos (Charles Dance). En principio Natalie Portman iba a interpretar a Elizabeth Bennet pero posteriormente se desvinculó del proyecto. Pocas películas han tenido, como esta, tal cumulo de cambios de posibles guionistas, directores y productores en los 8 años que median desde que se planteó el proyecto hasta su estreno.
Pues bien, lo que era un arriesgado ejercicio de mezcla de géneros, al estilo de "Abraham Lincoln: cazador de vampiros" o de "Hansel y Gretel: cazadores de brujas" con quien guarda algún punto de contacto (como el estilo de los títulos de credito) y que podrí a haber devenido en una interesante mezcla, la novela romántica y el género de zombies, se queda en un extraño pastiche que no sabe ni a chicha, ni a limoná, como dice la canción, ni a una cosa, ni a otra. Todo resulta bastante increible. En ningún momento la película encuentra el tono adecuado. Las escenas de zombies dan más risa que miedo. Los personajes principales en las escenas románticas no tienen ninguna química. O sea no funciona ni como historia de zombis ni como historia romántica. Lo que bien podría haber sido un alocado espectáculo visual, poderoso y estimulante, con unas adorables damitas de apariencia decimonónica expertas en artes marciales, repartiendo estopa a diestro y siniestro, sable en mano, se convierte en un torpe ejercicio fílmico que no hay manera de salvar por mucho que uno lo intente. La película podía haberse autoparodiado y reirse un poco de si misma buscando ese punto gamberro que la habría salvado en parte pero se toma demasiado en serio, lo que la hace más ridícula si cabe. Una pena. No pierdan el tiempo con ella.
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