El pasado año se estrenó en Syfy "Dark Matter". No fue un comienzo de relumbrón, más bien todo lo contrario. Palidecía claramente frente al excelente diseño de producción de la serie "The Expanse", sin ir más lejos. Su falta de medios unida a unos guiones bastante flojillos hicieron que la serie pasara con más pena que gloria. Sin embargo, para mi sorpresa, fue renovada y he de reconocer que esta segunda temporada me ha gustado bastante. Comentaré las razones. Terminamos la temporada anterior con la detención de la tripulación de la "Raza". Al final su pasado les pasa factura, valga la redundancia, y tienen que enfrentarse a sus múltiples y pasados crímenes, crímenes de los que curiosamente no tienen recuerdos. Es por eso que al comienzo de esta segunda temporada los encontraremos en una prisión galáctica de máxima seguridad, de la que finalmente escapan. Se incorporan nuevos personajes que sustituyen a alguno de los desaparecidos. Por ejemplo, muere Uno (Marc Bendavid), pero se une a la tripulación Nyx Harper (Melanie Liburd) y continúan todos los demás: Dos, Tres, Cuatro, Cinco, Seis y la Androide interpretados por Melissa O’Neil, Anthony Lemke, Alex Mallari Jr, Jodelle Ferland, Roger Cross, y Zoie Palmer, respectivamente. Seis resulta ser un policía galáctico que traiciona al resto de sus compañeros y tendrá que trabajar duro a lo largo de esta temporada para recuperar, de nuevo, su confianza.
Estos delincuentes sin recuerdos, que parecen contar con una segunda oportunidad de encauzar sus vidas, y al fin y al cabo de ser mejores personas, se van convirtiendo, a medida que se suceden los capítulos, en el centro de una cada vez más complicada conspiración intergaláctica. Se hacen con la posesión de un sistema, el llamado "disco blink", que todas las corporaciones ansían encontrar para estar en una posición de ventaja frente a sus competidoras, pues ese disco les permitiría estar en cualquier punto de la galaxia de forma casi instantánea y por lo tanto atacar de forma sorpresiva y desaparecer. En uno de los episodios la tripulación de la "Raza" llega a un universo paralelo donde se encuentran con sus alternativos, que no perdieron los recuerdos, y donde hay una guerra abierta entre las corporaciones, guerra que en nuestro universo y en los últimos capítulos pretenden evitar a toda costa, sin resultado. Resulta reseñable el viraje que da Cuatro, que recupera sus recuerdos y el trono de su planeta, este sin demasiados miramientos, y que contrasta con el comportamiento ético o moral del resto de compañeros de la tripulación. 
El final de la segunda temporada es espectacular y nos deja con el corazón en un puño ante lo que se nos avecina. "Dark Matter" se convierte, pues, en una space opera cada vez más entretenida y ambiciosa en su planteamiento argumental y con mejores medios y recursos técnicos y visuales, de los que precisamente carecía la primera temporada. Sus personajes se convierten en unos controvertidos héroes, a su pesar, creando entre ellos además unos fuertes lazos, como es la extraña relación entre el duro Tres y la joven Cinco, la lealtad que mantienen todos ante una Dos cuya naturaleza híbrida (es una humana con nanibots) y razón de su creación desconocemos, etc. Incluso se profundiza en la vertiente humana del androide y sus imprevisibles rutinas emocionales. En definitiva "Dark Matter" mejora en esta temporada de forma notable y en esa particular pugna con su serie hermana de cazarrecompensas galácticos, "Killjoys" gana por goleada. Esperamos con ansiedad esa tercera temporada que ya tiene asegurada por su cadena.
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