viernes, 7 de octubre de 2016

"Daredevil" mantiene el nivel en una temporada llena de grandes personajes


Este análisis se tenía que haber publicado  en abril pero circunstancias personales no me han permitido retomarlo hasta ahora. Ví en Marzo la segunda temporada de Daredevil y tras un titubeante inicio, creo que la serie  logró lo que parecía bastante difícil: igualar y casi superar, en algunos aspectos,  a la ya de por sí extraordinaria primera temporada. Y es que tras un sorprendente  y un tanto arrítmico comienzo con el Punisher como principal protagonista, la introducción de otro segundo personaje principal, Elektra, interpretada por una brillante Elodie Yung que viene a sacudir el mundo de Matt, tanto mental como sentimentalmente, ha provocado un enriquecimiento de la trama y de las relaciones entre los diferentes personajes. Frente a la trama básica de enfrentamiento entre nuestro justiciero ciego y el rey del hampa Wilson Fisk, en la primera temporada, nos encontramos en ésta con al menos dos líneas argumentales, la primera gira alrededor del Punisher, la segunda alrededor de Elektra. El contacto del "Diablo de Hell´s Kitchen" con cada uno de estos personajes le obliga a redefinir su posición moral ante la violencia y en el caso de Elektra volverá, además del revés su reciente relación sentimental un tanto titubeante con  Karen Page. Y es que Matt conoció Elektra diez años atrás dejando en él una profunda huella. Ella a diferencia de él no tiene piedad por sus oponentes y se regodea en la violencia. En esta segunda temporada pierde peso el socio de Matt, Foggy, siendo su intervención en el juicio contra Punisher uno de sus escasos momentos estelares en la serie. 

Uno de los grandes aciertos tanto de esta serie como de "Jessica Jones" o "Luke Cage" es que no se quedan en el vacuo juego o artificio del típico superhéroe comiquero. Netflix y Marvel nos presentan unos superhéroes tremendamente humanos en un proceso dinámico de  continua evolución, atormentados por las dudas y las contradicciones. Sufrimos con ellos y nos alegramos de sus triunfos. Netflix y Marvel consiguen con estas series de superhéroes que estamos viendo estos últimos años ("Daredevil", "Jessica Jones" y "Luke Cage") sacar al género de superheroes del cliché y el estereotipo y convertirlo en un género adulto, dentro de un relato fílmico y de una producción de gran calidad, con unas bandas sonoras, unos diseños de producción y unas interpretaciones que rayan, siempre, a gran altura. En esta temporada  aparece episódicamente el inolvidable Wilson Fisk, ahora encarcelado en una cárcel de máxima seguridad,  y el papel de villano lo ocupa, sobre todo, la organización criminal asiática "La mano" que probablemente utilice, en el futuro,  a Elektra como su gran e invencible arma. 





Pero revisemos el argumento de esta temporada. Con Fisk en prisión, el despacho jurídico de  Nelson y Murdock pretende mantenerse a flote, no sin grandes dificultades, aceptando a menudo su contratación por parte de algunos clientes de dudosa catadura. La labor justiciera de Daredevil parece tener imitadores y, "en la cocina del infierno", ha surgido un terrible justiciero que está acabando, de forma muy violenta, con miembros de bandas organizadas. Al Punisher parece animarle, en su propósito, el espíritu de la venganza. Daredevil se enfrentará a este nuevo justiciero planteándose algunos interesantes dilemas morales. ¿Son mejores las razones de Matt que las de Frank Castle, el Punisher para usar la violencia?. Este  personaje duro, y aparentemente sin compasión, interpretado magistralmente por Jon Bernthal, no tiene piedad, a diferencia de nuestro ciego héroe. No busca justificarse. No busca cambiar ni salvar el mundo. Lo hace por él mismo, porque la venganza es la única manera de poder superar la terrible pérdida que supuso el asesinato de su familia en aquel parque de atracciones, en una aparente lucha entre bandas. El incipiente romance entre Matt y Karen no acaba de arrancar, ¿como va a hacerlo si su relación está basada en una gran mentira, ninguno de los dos conoce realmente al otro?. La sorprendente aparición de la elegante y exótica Elektra, tras diez años de ausencia, produce inquietud y desconfianza en Matt. ¿Qué busca?. ¿Para qué quiere utilizarle?. Pese a todo decide ayudarla. 


En esta temporada Matt pierde, un tanto, ese brillo y protagonismo casi absoluto que tenía en la primera, desdibujándose tanto  su carisma como la evolución psicológica del personaje, frente a la arrolladora presencia de Elektra, un personaje que se convierte  en una presencia mucho más interesante y desde luego mucho más turbadora  que él mismo. Frente al esquema básico de héroe y villano de la primera temporada en esta segunda asistimos a la presencia y al juego de varios héroes y antihéroes y frente a una trama central, nos encontramos frente a muchos conflictos e  historias paralelas. En mi opinión esta temporada no tiene una trama tan poderosa y redonda como la primera, se diluye en demasiadas  líneas paralelas aunque suple esta deficiencia por la presencia continua de muchas y muy  buenas escenas de acción, lo que la hace más ágil y dinámica. El final de esta segunda temporada es totalmente abierto, invitando a una continuación y afortunadamente esa continuación se concretará en una tercera temporada que esperamos con impaciencia. Si bien tengo que decir que se lo ha puesto muy difícil, en algunos aspectos, la última de Marvel en llegar "Luke Cage", que tendrá en este blog su correspondiente análisis y/o comentario. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario