He visto casi de un tirón este nuevo estreno europeo de Netflix, una serie danesa en la que se narra lo que pasa en Dinamarca cuando un devastador virus ataca a la población a través de la lluvia. La serie está protagonizada por dos jóvenes hermanos, Simone y Rasmus, que ven como se rompe su tranquila existencia cuando su padre les urge, junto a su madre, a refugiarse en un búnker subterráneo, propiedad de la compañía en que trabaja: Apollon. Y es que el apocalipsis está a punto de caer sobre ellos y sobre el planeta. El padre sale del bunker en busca de ayuda, pero nunca más regresa, la madre muere cuando Simone abre imprudentemente la puerta del bunker a un desconocido, de forma que ambos hermanos se verán obligados a pasar cinco años de su vida encerrados en ese bunker hasta que los suministros empiezan a escasear y, también, de forma sorpresiva, el oxigeno.
Fuera se toparán con un grupo de jóvenes con los que irán aprendiendo a sobrevivir. Conoceremos los pasados y fantasmas o traumas de todos ellos. Simone aprenderá a liderar el grupo. A Rasmus no le será fácil enfrentarse a la vida adulta, no en vano ha vivido protegido por su hermana y tendrá que madurar de golpe. El es la clave de todo, el es parte de la pandemia y de su solución. Algún detalle de la trama me recordó a la película británica de 2008, "Doomsday. El día del juicio", como la barrera o muralla de contención de la zona de cuarentena.
Fuera se toparán con un grupo de jóvenes con los que irán aprendiendo a sobrevivir. Conoceremos los pasados y fantasmas o traumas de todos ellos. Simone aprenderá a liderar el grupo. A Rasmus no le será fácil enfrentarse a la vida adulta, no en vano ha vivido protegido por su hermana y tendrá que madurar de golpe. El es la clave de todo, el es parte de la pandemia y de su solución. Algún detalle de la trama me recordó a la película británica de 2008, "Doomsday. El día del juicio", como la barrera o muralla de contención de la zona de cuarentena.
La serie se visiona con suma facilidad a lo que contribuye la corta duración de sus episodios y el adecuado ritmo que una dirección con oficio les imprime. A favor de la serie juegan algunos aspectos como las actuaciones de sus personajes, bastante correctas por lo general, el físico de los chavales, de lo más normal, que le da una gran verosimilitud a las tramas y a sus interpretaciones, la música moderna, la soledad desértica de algunas ciudades danesas, no hace falta grandes efectos espaciales para recrear de forma adecuada un mundo post-apocalíptico. Se echa, sin embargo, en falta una mayor profundidad dramática en el trasfondo del tema central: la extensión de la plaga y los motivos por lo que se se diseminó. En este sentido, la presencia de una corporación científica, Apollon, que provocó el cataclismo y que podría darle igualmente solución me recordó a otra serie de Netflix, la irregular "Between". Puede que la serie caiga de vez en cuando en algunos clichés o lugares comunes del género, y que en ocasiones su trama sea hasta cierto punto bastante previsible, pero ello no la invalide como propuesta de entretenimiento.
Hay algunos detalles, sobre todo al principio "que dan mucho el cante", como por ejemplo, la primera vez que vemos a Simone hablando a un traje de protección como si fuese su padre. La primera vez nos lo podíamos creer, podíamos hasta admitir, con algún esfuerzo que, en un momento de desesperación, la chica pudiera tener ese extraño comportamiento pero cuando lo repite por segunda vez nos damos cuenta de lo forzado de la situación y esto hace que su comportamiento deje de ser creíble. De todos modos son muchos más los aciertos que los errores. La temporada termina con un final abierto por lo que es bastante probable su continuación.
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