sábado, 9 de agosto de 2014

Positivo balance de la primera temporada de "Los 100": una entretenida serie de ciencia ficción que merece la pena ver




Por fin he terminado de ver la primera temporada de la serie de CW, "Los 100"  y las dudas que tenía en mi anterior entrada sobre la serie han quedado afortunadamente despejadas. Me ha parecido una serie muy entretenida en la que nos encontramos con una evolución bastante interesante  de los jovenes personajes, lejos de esquemas previsibles, donde  la mayoría de los episodios terminan con un cliffhanger que deja con ganas de ver más y  donde,  el final de la temporada,  termina igualmente  con un cliffhanger aun mayor que nos abre nuevas perspectivas y probablemente nuevas tramas,  peligros y retos a los que tendrán que enfrentarse nuestros jóvenes personajes en el futuro. Si inicialmente temía encontrarme ante el típico y previsible producto para adolescentes, pronto me di cuenta de que me estaba equivocando. Los personajes no son tan planos como pudieran parecer. Nunca mejor dicho aquello de que las apariencias engañan. La aparentemente superficial y coquetuela Octavía que esconde una dolorosa vida de ocultamiento en El Arca  y una difícil  relación,  por esa circunstancia,  con su hermano protector, Bellamy, se enamorará del enemigo, del terrícola Lincoln, lo cual plantea interesantes dilemas sobre la lealtad. Clarke, la hija de la doctora del Arca, con la que tiene una difícil relación pues la acusa de la muerte de su padre, se erige,  pese a su frágil apariencia,  en la líder (intelectual) de los 100, liderazgo que compartirá (en el plano militar o de defensa) con Bellamy, un joven que fue utilizado por otros en El Arca para asesinar al Canciller, el presidente del Arca, pero que en el fondo es un buen chico. Murphy aparece pronto como el espíritu psicópata del grupo, responsable indirecto de la muerte del hijo de Canciller que a punto estuvo de ser linchado pero que fue finalmente desterrado y cuya reaparición en el campamento de los jóvenes se producirá además en el peor momento. 


Por otro lado tampoco la trama discurre por los caminos previsibles que creíamos. En vez de eternizarse en las relaciones de un grupo de jóvenes en un entorno hostil pronto nos introducimos en el reparto de roles (en base a sus cambiantes personalidades,  en evolución)  y en la lucha por el liderazgo tanto en la Tierra como en el Arca. Es todo un acierto haber combinado la trama del Arca y la de los jóvenes en la Tierra, sabiendo mantener en todo momento la tensión, el ritmo y los climax en uno y otro escenario. Así asistiremos, en El Arca,  al asesinato masivo de más de 300 personas sólo para pretendidamente preservar el oxigeno de la estación o veremos conspiraciones  que acabarán dañando irreversiblemente la estación y terminarán  de muy mala manera para sus protagonistas. Dentro de las tramas del Arca supone otro empujón importante la aparición  de la joven ingeniera Raven que bajará de la estación espacial a la base en la Tierra, con la ayuda de Abby, la madre de Clarke y que dará bastante juego durante la segunda parte de la temporada. De criticar algo solo me chirría la poco creíble conversión del consejero del Arca Kane,  interpretado por Henry Ian Cusick que pasa de ser un déspota asesino responsable de "flotar" a cientos de inocentes de la estación espacial (que es como llaman a lanzar gente al espacio) a ser casi un héroe, dispuesto a sacrificarse en pos del bien común.

Pronto, muy pronto y como para enseñarnos que esto iba en serio y que no creyéramos  que lo teníamos todo previsto asistiremos, en el tercer episodio, al asesinato del hijo del canciller, el joven Wells, a manos de la niña Charlotte. Cuando creemos que los compañeros del terrícola Lincoln son el summun de la barbarie, descubriremos a los Reapers (cuya denominación y comportamiento me recordó al de los salvajes Reavers de la inolvidable serie "Firefly", no creo que sea casualidad) y cuando creíamos que no había nadie más descubrimos a los Hombres de la Montaña (imagino que sabremos más de ellos en la segunda temporada pero parecen,  sin lugar a dudas, restos de la civilización tecnológica anterior a la hecatombe nuclear). Las relaciones románticas entre los jóvenes personajes, inevitables por otra parte,  son tratadas con absoluta naturalidad, sin afectación ni ñoñería, y sin convertirlas en el eje principal  de la trama sino en un elemento dramático más. 

La serie es consciente de sus limitaciones técnicas. La mayor parte de las tramas se desarrolla en muy pocos lugares pero sabe aprovechar sus recursos y sobre todo,  como he dicho antes, articular un relato fílmico bastante coherente y muy  entretenido, lleno de sorpresas. Los pocos efectos especiales están realizados con corrección. No se puede pedir más, dado  el escaso presupuesto que manejaba la producción. ¿Que podemos esperar en el futuro de esta serie?: Que sus personajes sigan creciendo y evolucionando: que nos sorprendan con sus dudas y sus temores, con sus odios y porque no con sus amores, los grandes sentimientos, en definitiva, que mueven al género humano. La llegada de los adultos a la tierra abre un incierto futuro. ¿Que pasará?. ¿Como reaccionará esta naciente sociedad terrícola de los jóvenes ante las reglas de sus mayores que vivieron en un entorno y regimen especial que se mantuvo durante casi 100 años?. ¿Como se enfrentarán ante las diferentes facciones humanas que de momento conocemos existen en el planeta: los hombres dirigidos por Anya, los salvajes reavers, los desarrollados "hombres de la montaña"?. Bien llevada la serie podría dar de sí más que  esa segunda temporada prometida, pero de momento podemos estar  contentos, demos tiempo al tiempo y disfrutemos con esa segunda temporada. En resumen, "Los 100" es  una serie de ciencia ficción y aventura,  muy entretenida, que merece la pena ver.


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