martes, 1 de diciembre de 2015

"A Thousand Kisses Deep" o como cambiar el destino de un yo alternativo, viajando en el tiempo a través de un viejo ascensor

Título original: A Thousand Kisses Deep. Año: 2011. Duración: 84 minutos. País: Reino Unidos. Director: Dana Lustig. Guión: Alex Kustanovich, Vadim Moldovan. Música: Ross Cullum, Sandy McLelland, Mike Moran. Fotografía: George Richmond. Interpretes: Jodie Whittaker, Dougray Scott, Emilia Fox, David Warner, Stuart Martin, Allan Corduner, Chris Wilson, Charlotte Lucas, Mark Leadbetter. Productora: Goldcrest Pictures / Tomori Films Género: Ciencia ficción. Viajes en el tiempo. 

Después de un largo tiempo de dedicarme de forma preeminente a las series voy a dedicar unas cuantas entradas a revisar algunas películas que he visto en los últimos meses, siquiera sintéticamente, películas de género, ya que las otras películas tendrán su acomodo en mi otro blog "La pantalla de los clásicos". Empiezo por esta relativamente reciente y poco conocida cinta británica fantástica en la que su protagonista, Mia (Jodie Whittaker) viaja atrás en el tiempo, a través de un ascensor mágico, para cambiar el destino de otro yo alternativo, interactuando consigo misma y evitando que caiga bajo la influencia de una relación tóxica con un  trompetista que es todo una perla como hombre y como persona (Dougray Scott), osea un autentico sinvergüenza carente de escrúpulos. Intenta modificar una y otra vez el destino de su yo alternativo pero siempre le sale mal. Va retrocediendo cada vez más en el tiempo, incluso hasta el momento en el que su madre está embarazada de su otro yo y finalmente acabará de raíz con el origen de sus problemas. 

La película tiene algunas buenas ideas, la protagonista intentando cambiar el penoso destino de un yo alternativo, unas correctas interpretaciones (a destacar al ya anciano actor David Warner en un curioso papel de portero, vigilante del ascensor del tiempo), ciertos buenos momentos, es una película pequeña, intimista, en ocasiones hasta emotiva, sin un gran presupuesto,   pero con algunas inconsistencias narrativas y algunos otros defectos que hacen que el conjunto carezca de la fuerza y la solidez necesarias como para convertirse en una obra perdurable. 



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