Probablemente alguno pueda pensar, dada la carencia de entradas en este blog sobre esta serie, que no soy seguidor de Juego de Tronos. Pues no. Lo soy. Sigo la serie desde el primer capítulo de la primera temporada, allá por el año 2011. Pero es tal el número de webs y blogs que tratan con absoluta minuciosidad esta serie que nunca he considerado necesario realizar un aporte sobre este verdadero fenómeno televisivo mundial. Soy un seguidor pero nunca me he considerado un fanático. Creo, contrariamente a algunas opiniones, que la serie ha ganado en vistosidad y espectacularidad conforme ha ido avanzando en sus tramas. Y he de reconocer que esta temporada, que se ha desmarcado de los libros de Martin, ha sido probablemente la que más me ha gustado, de lejos. Ha sido la más dinámica y entretenida de todas. Había cierta morosidad y lentitud en alguna de las temporadas anteriores. Sí, en cinco temporadas han pasado bastantes cosas, muchos personajes han desaparecido, pero esta temporada ha sido un autentico torbellino. Parece que todas las piezas del complicado juego de ajedrez, de movimientos políticos, estratégicos y militares que es Juego de Tronos se encaminan a su desenlace final.
Por recuperar algunos de los instantes más importantes de esta memorable temporada, que son muchos, en esta hemos asistido a la resurrección de Jon Nieve, -al comienzo de la temporada-, y su coronación en el último capítulo como el rey en el norte, tras el contundente discurso de la niña Lyanna Mormont; hemos disfrutado de la fuga de Sansa Stark; hemos asistido a la captura por los dohrakis y al regreso victorioso de Daenarys Targaryen a Meereen, en la bahía de los Esclavos; hemos descubierto el secreto de los caminantes blancos (los crearon los Hijos del Bosque para defenderse de los hombres que estaban derribando sus árboles sagrados), así como los poderes de Bran Stark (que ha tomado el relevo al Cuervo de los Tres Ojos y que es capaz de viajar astralmente en el tiempo).
Hemos asistido, también, a la venganza de Cersei Lanister sobre el septo y su Gorrión Surpremo y a su posterior autocoronación, al suicidio de Tommen, al comienzo de la venganza de Aria Stark con la muerte de Walter Frey, -el odioso traidor de la Boda Roja donde murieron asesinados Rob Stark, su esposa y su madre Catelyn-, después de haberle hecho comer a sus hijos en un pastel, (por fin le sirvió de algo aquella habilidad de cambiar caras que le enseñaron en la Casa del Dios sin Rostro (quienes serán los siguientes objetivos en su lista); hemos sufrido al contemplar el incierto resultado de la batalla de los bastardos entre Ramsay Bolton y Jon Nieve, una batalla que difícilmente olvidaremos, con la ansiada muerte, al final, de uno de los peores villanos de la serie. Tras muchas muertes inútiles e incluso inesperadas, algunas de las que se han producido en esta temporada a buen seguro habrán llenado de satisfacción a muchos fans.
Triste el final de Cersei que tiene de nuevo el poder en sus manos pero que se ha quedado sin lo que más deseaba: sus hijos. Ahora solo la mueve la ambición y el odio. Su futuro parece bastante desolador. Inolvidable la imagen del final del último capítulo con la gran Khaleesi surcando los mares con cientos de barcos, miles de soldados y sus tres dragones sobrevolando el cielo, aproximándose a Poniente. ¿Qué nos espera en la próxima temporada?. Mucho. El invierno ha llegado y con él los muertos. Se acerca el desenlace final. Con el descubrimiento de que Jon Nieve no es el bastardo de Ned Stark, sino que es en realidad hijo de Lyanna Stark, hermana de Ned y de Rhaegar Targaryen, a quien Ned le hizo pasar por su propio hijo para salvarle la vida, nos encontraremos con un nueva situación, por un lado el nuevo rey en el norte, Jon Nieve, el verdadero protagonista de la serie y el aspirante con más legitimidad al trono de hierro por encima incluso de la khaleesi, en el que se auna la sangre norteña, el hielo, y la sureña, el fuego de los dragones, de los Targaryen; por otro lado la joven Targaryen aspirante a sentarse en el trono de hierro.
¿Asistiremos a un nuevo pulso o a un pacto esta vez familiar, o incluso matrimonial, entre el norte y el sur que se sumará al que ya ha cerrado la khaleesi con los Greyjoy, los Martell y los Tyrell (son las mujeres al final las que van a cambiar las relaciones de poder en los siete reinos y en el trono de hierro), para acabar con el declinante poder de los Lannister y aun peor, para finiquitado éste, acabar con la peor de las amenazas para los siete reinos, la letal amenaza de los caminantes blancos?. Tal vez. Pero seguramente no será tarea fácil. La próxima temporada parece que tendrá siete episodios frente a los diez tradicionales y la octava y probablemente última seis. Se nos hará larga la espera.
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