El pasado 19 de octubre Netflix estrenó la tercera temporada de "Daredevil". A lo largo de esa semana de octubre se conoció la cancelación de dos de las cuatros series de superhéroes de Marvel, primero "Iron Fist" y luego "Luke Cage". A la hora de publicar esta entrada, esta semana, hemos tenido conocimiento de la cancelación de la mejor serie del tandem Marvel-Netflix, "Daredevil". No es ya una cuestión de calidad o de seguimiento de la audiencia como en parte pudo pasar con las otras dos series antes mencionadas, sino fruto del abierto divorcio entre Netflix y Marvel, la cual trasladará sus personajes y contenidos a la nueva cadena de streaming de Disney. Incluso he de decir que a pesar de su diferencia de calidad de "Luke Cage" e "Iron Fist" con "Daredevil", no creo que esas series merecieran tan abrupto final, cuando hay tanta "mierda" actualmente en emisión.
Si bien es cierto que "Iron Fist" más que "Luke Cage" habían perdido ya un tanto el norte, hasta el punto de no saber al final de la serie, en el caso de "Iron Fist" qué ignoto destino podía esperarle al Puño de Hierro, el poder se le fue de tanto usarlo, vamos que el poder del puño acabó en otras manos, en manos de su compañera Colleen, mientras que en el caso de "Luke Cage" parecía en la última escena de la temporada pasarse al lado oscuro, al asumir el único del club nocturno musical de la Sta. Strokes, estas series podían haber tenido continuidad. De todos modos de estas dos series hablaré en otra ocasión. Ahora toca la tercera y última temporada de "Daredevil". Pues bien esta tercera entrega es, en mi opinión, la mejor de las tres temporadas y ojo, eso que la primera fue excelente, pero esta la supera en todos los aspectos con creces. Esta temporada está basada en la historia gráfica de Fran Miller y David Mazzucchelli, "Born again".
Dejábamos a "Daredevil" al final del crossover "The Defenders", muy malherido tras el derrumbamiento de la Torre Midland, en su encontronazo con Elektra. Daredevil o lo que es lo mismo Matt Murdock había sido dado por muerto. Cuando lo vimos en la última escena de "The Defenders" parecía estar en algún convento o centro religioso, decía un convento porque vimos alguna monja pero en realidad se encontraba en el sótano del orfanato católico donde se había criado de niño, tras la desaparición de su madre y la temprana muerte de su padre.
En esta temporada nos encontramos con un "Daredevil" en plena crisis personal y existencial que tardará en encontrar su camino. Es un personaje herido, caído, en busca de su destino, que por momentos reniega de su vida como Matt Murdock y se convierte tan solo en "el diablo rojo", un ser solitario, huraño, sin metas, rumbo ni fe que se aparta de sus amigos, impulsado por la venganza y al que, a diferencia de otras temporadas, no le importa matar. Conocer su origen, su pasado, a su madre le reportará una nueva desilusión en algunos personajes de quien se fiaba y a quienes creía hasta entonces. La perdida temporal de su excepcional audición le sitúa por momentos al mismo nivel que el resto de los mortales. Sus peleas a ciegas son un magnífico ejemplo de su inútil y desesperada pelea consigo mismo y con el mundo que le rodea.
Si en otras series de Marvel-Netflix y en general de Netflix uno de los principales problemas es el ritmo de su primeros episodios, en esta ocasión entramos enseguida en harina siendo, por otro lado, uno de su principales aciertos el completo desarrollo de algunos mal llamados personajes secundarios. Y es que el verdadero protagonista de la serie no es solo Matt Murdock ni siquiera el inigualable Wilson Fisk, que se come la pantalla, interpretado a la perfección por Vincent D´Onofrio, uno de los mejores villanos que he visto en los últimos años en la televisión no solo del universo Marvel sino de la ficción televisiva en general, con esa apariencia imponente, su ira contenida, su maquiavélica forma de proceder, su brillante inteligencia, su conocimiento y dominio de la condición humana.
El temible Wilson Fisk al que conocemos también con el sobrenombre de "Kingpin" organiza una rebuscada manera de salir de la cárcel y de convertirse en testigo protegido de la Justicia, un teórico aliado con el estado para combatir paradójicamente el crimen organizado, del cual él es su mejor exponente. A partir de ese momento y dotado como siempre de una poderosa inteligencia, planea una sofisticada venganza contra Murdock y sus amigos, con la impagable ayuda de un agente del FBI desequilibrado, Benjamin Poindexter, conocido como "Bullseye", que Fisk será capaz de manipular a su antojo y que se convertirá el segundo gran villano de la serie y con el apoyo involuntario un tanto forzado del agente del FBI Nadeen. No quieres uno, ¡toma dos villanos para enfrentarse a los buenos, personificados en los papeles de los valientes Murdock-Daredevil, Karen Page y Foggy Nelson!.
Con "Bullseye", "Daredevil" se encuentra a su verdadera némesis, a uno de los pocos que físicamente le puede hacer sombra en pelea. Sus compañeros de guerra que tienen un protagonismo mucho mayor que en pasadas temporadas se enfrentan igualmente a sus demonios familiares, a su pasado, especialmente Karen Page que sigue atormentada por la trágica muerte de su hermano y que su padre nunca le perdonó. La temporada, mucho más oscura que las anteriores, se erige en una especie de resurrección de "Daredevil", partiendo de sus cenizas humanas, todo esto hablando en sentido figurado, que se salda, una vez más, con su victoria y la de sus amigos sobre "Kingpin" y "Bullseye"y que se cierra de una forma espectacular y yo diría, a tenor de su cancelación, de una forma bastante correcta y ordenada.
Entre los grandes aciertos de esta temporada frente a la anterior está la recuperación a tiempo completo de Wilson Fisk y el dar mayor peso a Karen y Foggy. En la anterior el Punisher y Elektra se merendaban literalmente a nuestro invidente protagonista. En esta no se les echa de manos, por lo que cabe pensar que se han hecho bastante bien las cosas. En cierto sentido volvemos a lo orígenes, a la 1ª temporada, pero mejorada, pues lo que allí eran solo esbozos o apuntes aquí concluyen en tramas e historias bien construidas y en personajes mucho mejor elaborados. En este sentido otras nuevas incorporaciones son igualmente interesantes, como la del citado agente Poindexter y el agente "al cargo" Nadeen. Aparte del acertado desarrollo de la historia y de su equilibrado ritmo, buena parte del mérito de la serie se debe a su plantel de actores, todos y cada uno de ellos aporta su granito para hacer de ella una de las grandes.
La temporada ha sido muy bien acogida por la crítica aunque no tanto por los espectadores, tan volubles, volátiles y caprichosos en estos tiempos inciertos. La tercera temporada de "Daredevil" se erige pues en uno de los mejores estrenos de esta segunda parte del año junto a la tercera temporada de "El Hombre en el Castillo" y la primera de "A Discovery of Witches". También me han dejado buen sabor de boca "Las escalofriantes aventuras de Sabrina", "Star Trek Discovery", y las ultimas temporadas de "Black Mirror", "El Cuento de la Criada", "Los 100" y "Outlander", entre otros.
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