lunes, 23 de septiembre de 2013

"Sleepy Hollow": una divertida revisitación a la historia del "jinete sin cabeza" de la mano de algunos de los creadores de "Fringe"




Hace unos años, concretamente en 1999, Tim Burton se atrevió con el cuento  de Washintong Irving y nos ofreció una oscura y entretenida puesta al día de dicho cuento. Esta semana, el jueves, ví en Fox el primer capitulo de una serie que recrea de nuevo el mito del jinete sin cabeza. Los autores, nada menos que Roberto Orci y Alex Kurtzman,  del equipo de creadores de Fringe. La serie parte del citado relato si bien juega con el desfase temporal, -el protagonista  tiene más de 250 años de antiguedad-, los relatos de fantasmas, brujas y demonios, los jinetes del Apocalipsis, citas bíblicas   y el thriller sobrenatural, en una simpática y disparatada combinación que por lo menos entretiene y mucho. 

El argumento se resume así: Ichabod Crane (interpretado por el actor británico Tom Mison), es un profesor del s. XVII metido a soldado en la Guerra de la Independencia americana, que retorna a la vida 250 años más tarde después de morir en el campo de batalla en un enfrentamiento con el famoso jinete al que corta la cabeza. Sus sangres se mezclan y sus destinos también. Y así  vuelve a la vida, al igual que su archienemigo, precisamente en el pueblo de Sleepy Hollow, en la época actual. Allí conocerá a una policía negra (interpretada por Nicole Beharie) que le ayudará a luchar contra el jinete y toda la trama maléfica que le rodea. Crane se encontrará, de repente, en un mundo que funciona con electricidad, donde se viaja en vehículos a motor, hay internet, prolifera la comunicación  a través de los móviles,  la esclavitud no existe (y paradójicamente su compañera de fatigas es negra, mujer y policía).

La serie puede pecar de simplista: los buenos son muy buenos y luchan  contra los malos que son muy malos. No en vano se trata de un enfrentamiento más entre el Bien (así con mayúsculas) y el Mal. No es en este sentido excesivamente original. La temática y el tratamiento podría  recordarnos  a alguna otra serie como "Sobrenatural" pero con tintes mucho más góticos, posee un buen ritmo, sabe manejar de forma efectiva el choque temporal y de cultura del protagonista así como  la química en la pareja protagonista, por otra parte tan diferente en sus caracteres, lo que ha hecho, creo yo,  que contrariamente a los primeros pronósticos haya tenido una excelente acogida, en audiencia, en USA, audiencia que parece haberse mantenido durante los primeros episodios. Y para rematar la faena tenemos de vuelta, creo que a partir del 6º episodio, al inolvidable John Noble (Walter Bishop en Fringe), en lo que podría ser un papel recurrente en la serie. La serie no puede ser considerada en absoluto (ni por calidad, profundidad, interpretaciones y temática)  la sucesora de Fringe pero a falta de pan...buenas son tortas. Seguiré viéndola...de momento. Ah y por cierto esperaremos con interés el estreno de la última producción de J.J Abrams  y de uno de los showrunner de nuestra serie favorita J H. Wyman, Su título "Almost human", el 28 de noviembre en AXN.

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