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sábado, 1 de diciembre de 2018

"Daredevil" logra su mejor temporada en su tercera y última entrega


El pasado 19 de octubre Netflix estrenó la tercera temporada de "Daredevil". A lo largo de esa  semana de octubre se conoció la cancelación de dos de las cuatros series de superhéroes de Marvel, primero "Iron Fist" y luego "Luke Cage". A la hora de publicar esta entrada, esta semana, hemos tenido conocimiento de la cancelación de la mejor serie del tandem Marvel-Netflix, "Daredevil". No es ya una cuestión de calidad o de seguimiento de la audiencia como en parte pudo pasar con las otras dos series  antes mencionadas, sino fruto del abierto divorcio entre Netflix y Marvel, la cual trasladará sus personajes y contenidos a la nueva cadena de streaming de Disney. Incluso he de decir que  a pesar de su diferencia de calidad de "Luke Cage" e  "Iron Fist" con "Daredevil", no creo que esas series merecieran tan abrupto final, cuando hay tanta "mierda" actualmente en emisión. 

Si bien es cierto que "Iron Fist" más que "Luke Cage" habían perdido ya un tanto el norte, hasta el punto de no saber al final de la serie, en el caso de "Iron Fist" qué ignoto destino podía esperarle al Puño de Hierro,  el poder se le fue de tanto usarlo, vamos que el poder del puño acabó en otras manos, en manos de  su compañera Colleen, mientras que en el caso de "Luke Cage" parecía en la última escena de la temporada pasarse al lado oscuro, al asumir el único del club nocturno musical de la Sta. Strokes,  estas series podían haber tenido continuidad. De todos modos de estas dos series  hablaré en otra ocasión. Ahora toca la tercera y última temporada de "Daredevil". Pues bien esta tercera entrega es, en mi opinión, la mejor de las tres temporadas y ojo, eso que la primera fue excelente, pero esta la supera en todos los aspectos con creces. Esta  temporada está basada en la historia gráfica de Fran Miller y David Mazzucchelli, "Born again".


Dejábamos a "Daredevil" al final del crossover "The Defenders", muy malherido tras el derrumbamiento de la Torre Midland, en su encontronazo con Elektra. Daredevil o lo que es lo mismo Matt Murdock había sido dado por muerto. Cuando lo vimos en la última escena de "The Defenders" parecía estar en algún convento o centro religioso, decía un convento porque vimos alguna monja pero en realidad se encontraba en el  sótano del orfanato católico donde se había criado de niño, tras la desaparición de su madre y la temprana muerte de su padre. 


En esta temporada nos encontramos con un "Daredevil" en plena crisis personal y existencial que tardará en encontrar su camino. Es un personaje herido, caído, en busca de su destino, que por momentos reniega de su vida como Matt Murdock y se convierte tan solo en "el diablo rojo", un ser solitario, huraño, sin metas, rumbo ni fe que se aparta de sus amigos, impulsado por la venganza y al que, a diferencia de otras temporadas, no le importa matar. Conocer su origen, su pasado, a su madre le reportará una nueva desilusión en algunos personajes de quien se fiaba y a quienes creía hasta entonces. La perdida temporal de su excepcional audición le sitúa por momentos al mismo nivel que el resto de los mortales. Sus peleas a ciegas son un magnífico ejemplo de su inútil y desesperada pelea consigo mismo y con el mundo que le rodea.


Si en otras series de Marvel-Netflix y en general de Netflix uno de los principales problemas es el ritmo de su primeros episodios, en esta ocasión entramos enseguida en harina  siendo, por otro lado,  uno de su principales aciertos el completo desarrollo de algunos  mal llamados personajes secundarios. Y es que el verdadero protagonista de la serie no es solo Matt Murdock ni siquiera  el inigualable Wilson Fisk, que se come la pantalla, interpretado a la perfección por Vincent D´Onofrio, uno de los mejores villanos que he visto en los últimos años en la televisión no solo del universo Marvel sino de la ficción televisiva en general, con esa apariencia imponente, su ira contenida, su maquiavélica forma de proceder, su  brillante inteligencia, su conocimiento y dominio de la condición humana. 



El temible Wilson Fisk al que conocemos también con el sobrenombre de "Kingpin" organiza una rebuscada manera de salir de la cárcel y de convertirse en testigo protegido de la Justicia, un teórico aliado con el estado para combatir paradójicamente el crimen organizado, del cual él es su mejor exponente. A partir de ese momento y dotado como siempre de una poderosa inteligencia, planea una sofisticada venganza contra Murdock y sus amigos, con la impagable ayuda de un agente del FBI desequilibrado, Benjamin Poindexter, conocido como "Bullseye", que Fisk será capaz de manipular a su antojo y que se convertirá el segundo gran villano de la serie y con el apoyo involuntario un tanto forzado del agente del FBI Nadeen. No quieres uno,  ¡toma dos villanos para enfrentarse a los buenos, personificados en los papeles de los valientes Murdock-Daredevil, Karen Page y Foggy Nelson!.


Con "Bullseye", "Daredevil" se encuentra a su verdadera némesis, a uno de los pocos que físicamente le puede hacer sombra en pelea. Sus compañeros de guerra que tienen un protagonismo mucho mayor que en pasadas temporadas se enfrentan igualmente a sus demonios familiares, a su pasado, especialmente Karen Page que sigue atormentada por la trágica muerte de su hermano y que su padre nunca le perdonó. La temporada, mucho más oscura que las anteriores,  se erige en una especie de resurrección de "Daredevil", partiendo de sus cenizas humanas, todo esto hablando en sentido figurado,  que se salda, una vez más, con su victoria y la de sus amigos sobre "Kingpin" y "Bullseye"y que se cierra de una forma espectacular y yo diría, a tenor de su cancelación, de una forma bastante correcta y ordenada.



Entre los grandes aciertos de esta temporada frente a la anterior está la recuperación a tiempo completo de Wilson Fisk y el dar mayor peso a Karen y Foggy. En la anterior el  Punisher y Elektra se merendaban literalmente a nuestro invidente protagonista. En esta no se les echa de manos, por lo que cabe pensar que se han hecho bastante bien las cosas. En cierto sentido volvemos a lo orígenes, a la 1ª temporada, pero mejorada, pues lo que allí eran solo esbozos o apuntes aquí concluyen en tramas e historias bien construidas y en personajes mucho mejor elaborados. En este sentido otras nuevas incorporaciones son igualmente interesantes, como la del citado agente Poindexter y el agente "al cargo" Nadeen. Aparte del acertado desarrollo de la historia y de su equilibrado ritmo, buena parte del mérito de la serie se debe a su plantel de actores, todos y cada uno de ellos aporta su granito para hacer de ella una de las grandes. 

La temporada ha sido muy bien acogida por la crítica aunque no tanto por los espectadores, tan volubles, volátiles y caprichosos en estos tiempos inciertos. La tercera temporada de "Daredevil" se erige pues en uno de los mejores estrenos de esta segunda parte del año junto a la tercera temporada de "El Hombre en el Castillo" y la primera de "A Discovery of Witches". También me han dejado buen sabor de boca "Las escalofriantes aventuras de Sabrina", "Star Trek Discovery", y las ultimas temporadas de "Black Mirror", "El Cuento de la Criada", "Los 100" y "Outlander", entre otros.

martes, 22 de agosto de 2017

"The defenders", un regalo para los fans de los superheroes de Marvel


La semana pasada Netflix estrenó su esperada serie "crossover", "The Defenders", un verdadero regalo para los que, como yo, han seguido con interés las diferentes series de superhéroes estrenadas por la cadena de streaming hasta el momento: "Daredevil", "Jessica Jones", "Luke Cage" e "Iron Fist", series de superhéroes que se alejan del tono más juvenil de DC y que en manos de Netflix adquieren una dimensión adulta con una esmerada producción y unas más que aceptables interpretaciones. La serie sigue cronológicamente la segunda temporada de "Daredevil" y la primera de "Iron Fist", con Elektra muerta y resucitada por La Mano, para convertirse en el esperado  "Cielo Negro" del que se habló en otras entregas del Diablo de Hell Kitchen, un arma en manos de la citada organización criminal que la hará poco menos que invencible. Esta serie como  las anteriores cuida los detalles al máximo y eso se nota tanto en la música como en el diseño de la intro así como en diferentes escenas de la serie, donde cada héroe tiene su propia tomalidad: rojo "Daredevil", azul "Jessica Jones", amarillo "Luke Cage" y verde "Iron Fist".


Yo esperaba que el final de la 2ª temporada de "Daredevil" tuviese continuación en una tercera pero no, la trama principal de aquella encuentra  acomodo en este crossover al igual que sucede con "Iron Fist", lo que hace que ambos superhéroes se conviertan en verdaderos protagonistas de la serie en una perfecta convergencia argumental. Luke Cage y Jessica Jones se quedan,en cambio,  en una suerte de personajes secundarios pues sus tramas abiertas no poseen la continuidad tan clara en esta serie como la que se percibe en los otros dos personajes. No obstante, y dicho esto, ha sido una auténtica gozada ver a los cuatro héroes juntos, cada uno con su bien marcada personalidad junto a otros acompañantes de menor entidad pero igualmente importantes para el devenir de sus protagonistas como Claire Temple, Colleen Wing, Karen Page, Misty Knight, Foggy, Trish o la abogada Jerin Hogart, todos los héroes juntos frente a un reto imposible de acometer por separado. Si individualmente estos héroes de carne y hueso nos han dado grandes momentos, juntos nos permiten ver sus enormes diferencias, y vamos viendo como sus diferentes caracteres van encajando,  en una sorprendente y  extraña química que no era fácil de lograr, a priori. En este sentido me ha encantado el papel de Jessica Jones que ha hecho gala, también, en esta serie, de ese especial carácter de antiheroína del que hizo gala en su propia serie:  bebedora, solitaria, huraña, un poco faltona, a veces, como cuando se mete con el Diablo Rojo. Quizás Luke Cage ha sido el personaje que  ha quedado un poco más eclipsado en esta macedonia de superhéroes.

Y qué decir del villano, que toda buena serie o película de superhéroes necesita, pues bien, en esta serie ese papel lo ha encarnado con maestría y oficio la veterana Sigourney Weaver, interpretando a Alexandra, la líder de la Mano. Junto a ella los viejos  conocidos Madame Gao y  Bakuto que vimos en "Iron Fist" (a Madame Gao también en las dos temporadas de "Daredevil") completados con otros dos siniestros personajes, Sowande y Murakami. Aquí los cinco componentes de La Mano aparecen como antiguos miembros de la ciudad mítica de Khun Lun que se decantaron por el lado oscuro y que persiguen sobre todo y principalmente la inmortalidad. Su verdadero poder nace precisamente de ese trasfondo sobrenatural, el dominio de esa sustancia, de esa magia oscura que les permite alzarse de entre los muertos y añadir nuevos y leales miembros a la organización como es el caso de Elektra. Contra la Mano lucha la Casta, un grupo rival de ninjas liderado por el mentor de Daredevil y Elektra, Stick.

La serie, de 8 episodios, se me ha hecho corta. En los dos primeros capítulos se presentó la historia y sobre todo el contexto de los diferentes personajes, los tres siguientes plantearon el desarrollo y en los dos últimos se produjo el desenlace, un poco apresurado en mi opinión. No voy a contar con detalle el argumento de la serie pero hay personajes que evidentemente, por razones obvias, no regresarán: es el caso de Bakuto, Alexandra, Sowande o Murakami pero desde luego puede que otros regresen, como Madame Gao o Elektra.  Predecible final el de la serie que también queda abierta a una posible continuación. Tras el esperado combate de Daredevil y Elektra, donde desde luego, -y ahí está lo bonito del juego-, no queda claro de que sea tan pérfida como aparenta,  y la demolición de la torre Midland nada se sabe de estos dos personajes, parece darse por muertos, si bien, en la última escena, Matt Murdock (Daredevil) aparece en lo que puede  ser un convento, en un estado físico lamentable.  Seguramente no es la mejor de las cinco series Marvel presentadas hasta el momento por Netflix pero tampoco es el desastre que algunos fans y algún que otro crítico inmisericorde pregonan por ahí. Cumple sobradamente con su cometido que es el de entretener. Y punto.

viernes, 7 de octubre de 2016

"Daredevil" mantiene el nivel en una temporada llena de grandes personajes


Este análisis se tenía que haber publicado  en abril pero circunstancias personales no me han permitido retomarlo hasta ahora. Ví en Marzo la segunda temporada de Daredevil y tras un titubeante inicio, creo que la serie  logró lo que parecía bastante difícil: igualar y casi superar, en algunos aspectos,  a la ya de por sí extraordinaria primera temporada. Y es que tras un sorprendente  y un tanto arrítmico comienzo con el Punisher como principal protagonista, la introducción de otro segundo personaje principal, Elektra, interpretada por una brillante Elodie Yung que viene a sacudir el mundo de Matt, tanto mental como sentimentalmente, ha provocado un enriquecimiento de la trama y de las relaciones entre los diferentes personajes. Frente a la trama básica de enfrentamiento entre nuestro justiciero ciego y el rey del hampa Wilson Fisk, en la primera temporada, nos encontramos en ésta con al menos dos líneas argumentales, la primera gira alrededor del Punisher, la segunda alrededor de Elektra. El contacto del "Diablo de Hell´s Kitchen" con cada uno de estos personajes le obliga a redefinir su posición moral ante la violencia y en el caso de Elektra volverá, además del revés su reciente relación sentimental un tanto titubeante con  Karen Page. Y es que Matt conoció Elektra diez años atrás dejando en él una profunda huella. Ella a diferencia de él no tiene piedad por sus oponentes y se regodea en la violencia. En esta segunda temporada pierde peso el socio de Matt, Foggy, siendo su intervención en el juicio contra Punisher uno de sus escasos momentos estelares en la serie. 

Uno de los grandes aciertos tanto de esta serie como de "Jessica Jones" o "Luke Cage" es que no se quedan en el vacuo juego o artificio del típico superhéroe comiquero. Netflix y Marvel nos presentan unos superhéroes tremendamente humanos en un proceso dinámico de  continua evolución, atormentados por las dudas y las contradicciones. Sufrimos con ellos y nos alegramos de sus triunfos. Netflix y Marvel consiguen con estas series de superhéroes que estamos viendo estos últimos años ("Daredevil", "Jessica Jones" y "Luke Cage") sacar al género de superheroes del cliché y el estereotipo y convertirlo en un género adulto, dentro de un relato fílmico y de una producción de gran calidad, con unas bandas sonoras, unos diseños de producción y unas interpretaciones que rayan, siempre, a gran altura. En esta temporada  aparece episódicamente el inolvidable Wilson Fisk, ahora encarcelado en una cárcel de máxima seguridad,  y el papel de villano lo ocupa, sobre todo, la organización criminal asiática "La mano" que probablemente utilice, en el futuro,  a Elektra como su gran e invencible arma. 





Pero revisemos el argumento de esta temporada. Con Fisk en prisión, el despacho jurídico de  Nelson y Murdock pretende mantenerse a flote, no sin grandes dificultades, aceptando a menudo su contratación por parte de algunos clientes de dudosa catadura. La labor justiciera de Daredevil parece tener imitadores y, "en la cocina del infierno", ha surgido un terrible justiciero que está acabando, de forma muy violenta, con miembros de bandas organizadas. Al Punisher parece animarle, en su propósito, el espíritu de la venganza. Daredevil se enfrentará a este nuevo justiciero planteándose algunos interesantes dilemas morales. ¿Son mejores las razones de Matt que las de Frank Castle, el Punisher para usar la violencia?. Este  personaje duro, y aparentemente sin compasión, interpretado magistralmente por Jon Bernthal, no tiene piedad, a diferencia de nuestro ciego héroe. No busca justificarse. No busca cambiar ni salvar el mundo. Lo hace por él mismo, porque la venganza es la única manera de poder superar la terrible pérdida que supuso el asesinato de su familia en aquel parque de atracciones, en una aparente lucha entre bandas. El incipiente romance entre Matt y Karen no acaba de arrancar, ¿como va a hacerlo si su relación está basada en una gran mentira, ninguno de los dos conoce realmente al otro?. La sorprendente aparición de la elegante y exótica Elektra, tras diez años de ausencia, produce inquietud y desconfianza en Matt. ¿Qué busca?. ¿Para qué quiere utilizarle?. Pese a todo decide ayudarla. 


En esta temporada Matt pierde, un tanto, ese brillo y protagonismo casi absoluto que tenía en la primera, desdibujándose tanto  su carisma como la evolución psicológica del personaje, frente a la arrolladora presencia de Elektra, un personaje que se convierte  en una presencia mucho más interesante y desde luego mucho más turbadora  que él mismo. Frente al esquema básico de héroe y villano de la primera temporada en esta segunda asistimos a la presencia y al juego de varios héroes y antihéroes y frente a una trama central, nos encontramos frente a muchos conflictos e  historias paralelas. En mi opinión esta temporada no tiene una trama tan poderosa y redonda como la primera, se diluye en demasiadas  líneas paralelas aunque suple esta deficiencia por la presencia continua de muchas y muy  buenas escenas de acción, lo que la hace más ágil y dinámica. El final de esta segunda temporada es totalmente abierto, invitando a una continuación y afortunadamente esa continuación se concretará en una tercera temporada que esperamos con impaciencia. Si bien tengo que decir que se lo ha puesto muy difícil, en algunos aspectos, la última de Marvel en llegar "Luke Cage", que tendrá en este blog su correspondiente análisis y/o comentario. 

domingo, 26 de abril de 2015

"Daredevil", un superhéroe...diferente



Acabo de ver la primera temporada de "Daredevil" que se estrenó el pasado día 10 de abril en Netflix (y que ha sido renovada para una segunda temporada esta misma semana). He de confesar que nunca me han gustado demasiado  las series y películas de superhéroes. Así es que cuando me senté a ver esta serie de Netflix, mis expectativas no eran demasiado altas, sin embargo he de reconocer que "Daredevil" me ha gustado y mucho. En esta entrada intentaré explicar el por qué. Para empezar, aquí no vemos de primeras, (aunque si de últimas) a un superhéroe enfundando en unas mallas de colores y con un disfraz ridículo. Nos encontramos con un joven abogado, ciego, que perdió la vista de niño y que, como compensación a su pérdida, o vaya usted a saber porque adquiere unas sobrehumanas capacidades de escuchar, oler, sentir, etc, vamos, que maldita la falta que le hace la vista,  pues este ciego ve sin vista,  (con los otro cuatro sentidos),  más que el resto del mundo junto. 


Así pues tenemos a un protagonista, a un héroe, abogado de día, enmascarado, de noche,  que  lejos de parecerse a un "Batman" o "Spiderman" cualquiera, lleva una mascara negra  un tanto pobretona, pero que como otros héroes,  va repartiendo estopa a diestro y siniestro,  a todo el "malaje" de la ciudad. Es el típico justiciero de este tipo de películas y series pero, aquí está la diferencia,  con interesantes dilemas morales. ¿Dónde esta la fina línea que separa el bien y el mal?. El final de la temporada culmina la transición del thriller policíaco a la serie de superhéroe ya que nuestro protagonista  lucirá  con todo su esplendor el disfraz rojo, con unos pequeños cuernecillos en la cabeza,  que le caracteriza.

La serie engancha desde el primer capítulo y ya no te deja un momento de respiro hasta el último. La temporada cuenta con 13 episodios de casi una hora de duración que se te pasan en un voleo. Empieza con un caso, en el que aparece como víctima  de una siniestra conspiración la joven Karen Page, interpretada por la actriz Deborah Ann Woll (que interpretó a la "hija vampírica" de Bill Compton, Jessica Hamby en  la serie True Blood) y cuyo  personaje se convertirá en uno de los protagonistas de la serie junto a nuestro héroe, el abogado Matt Murdock y su amigo y socio Foggy Nelson. La serie tiene poco de fantástica, pues es sobre todo un oscuro thriller policíaco en la que nuestro intrépido equipo de abogados: Nelson y Murdock investigarán, con la ayuda del periodista del New York Bulletin, Ben Uritch, y gracias a los avances nocturnos del enmascarado, "el Diablo de Hell Kitchen", "Daredevil" Murdock, una  peligrosa trama criminal tras la que se encuentra el temible Wilson Fisk, interpretado por un insuperable Vincent D´Onofrio. 

Nunca he visto un villano más terrorífico: es un autentico energúmeno, una bestia parda,  con esa apariencia y esa crueldad sin limites, pero ojo, en esta serie se tiene el acierto de enseñarnos el lado humano de los personajes, incluido el del villano Fisk. Y el villano fue, en otro tiempo, un niño, débil y acomplejado, maltratado por su padre, (que también hacia lo propio con su madre),  al que mató a martillazos y luego descuartizo junto a su madre. También veremos la niñez de Matt, junto a su padre, un boxeador que se ganaba la vida, dejándose vencer en combates amañados hasta que se plantó un día y fue asesinado por las mafias de barrio. No solo vemos a los personajes, qué es lo que hacen, sino que conocemos su origen, su evolución, sus motivaciones, algo que le da a la serie una profundidad poco común en este género y yo diría que en la mayoría de la series, independientemente del género que sean. He dicho que la serie es un oscuro y violento  thriller policíaco, pero la verdad es mucho más que eso. La oscuridad se percibe en el dibujo nocturno de la ciudad y  del conocido y cuasi mítico  barrio neoyorkino, Hell Kitchen, La Cocina del Infierno, con esos tonos naranjas, verdes y amarillentos. La serie tiene  un cierto tono melancólico, con ese héroe trágico y sufriente que es "Daredevil", Matt Murdock, un héroe muy humano, vulnerable, que golpea a los villanos, pero que recibe heridas, hasta casi morir, en diferentes momentos de la serie.  

La serie es magnífica y lo es por muchas razones: por su ambientación y  su guión impecables,  su desarrollo dramático, su dirección, la interpretación de los personajes..., desde el primero hasta el último, todos los actores rayan a un gran nivel y sobre todo el tono, ese acierto de no caer en la caricatura del la serie o película de superhéroes sino de intentar trascender e ir mucho más allá, que es lo que nos hace que nos encontremos  con un drama policíaco difícil de olvidar. Es difícil dar con el arco  argumental apropiado, creando una progresión en el avance de la trama hasta su desenlace apoteósico en el episodio 13. Tanto la serie, como en el comic de Marvel en el que se basa, se apartan de ese estilo colorista de otros títulos de la factoría y se sumerge en un mundo sórdido y peligroso de mafias rusas y chinas, empresarios, políticos y policías corruptos, donde parece tarea imposible vencer. Analicemos un poco la interpretación de cada uno de los personajes: Charlie Cox interpreta a Matt Murdock/"Daredevil". Como ciego da el pego, lo borda, como superhéroe no es el típico héroe de colorines de las factorías DC y Marvel. Es un héroe, como he dicho, con dudas sobre su misión y los limites de esta: matar o no matar, he ahí el dilema, utilizar los mismos métodos que el enemigo o evitarlos, utilizando el cauce de la ley. ¿Qué nos diferencia y que nos separa del mal?. Hay una conversación inolvidable entre Matt y su amigo sacerdote al respecto.

Deborah Ann Woll nos sorprende con un personaje que va de menos a más, empezando como simple secretaria del bufete pero convirtiéndose enseguida en el contrapunto femenino del héroe y un pilar fundamental de la trama y la serie. Ella sí cruzará esa barrera que supone el matar a otra persona aunque en este caso sea el odioso James Wesley, mano derecha y consejero de Wilson Fisk, (Toby Leonard Moore); ella provocará, además, en cierto sentido, el abrupto y terrible desenlace de la temporada con la muerte del periodista Ben Urich a manos de Fisk. Además vemos cierta evolución y cambios en la relación, primero de colegas, o algo más, de Karen y Foggy y luego, de Karen con Matt, que sospecha el peso de algo que soporta con dificultad nuestra joven y atractiva protagonista. Foggy (Elden Helson) da el toque cómico, de comedia, al drama policíaco y el contrapunto gracioso e intranscendente al serio Matt. Así pues, tenemos tres personajes que constituyen casi una familia. Hay una relación estrecha, de amistad entre este curioso trio formado por el serio Matt, el payasete y aparentemente frívolo Foggy y la tenaz Karen. No hay solo acción, también hay sentimientos: se habla de amistad, confianza, compañerismo. Otro personaje, la enfermera, Claire Temple (Rosario Dawson) será la cuidadora y el primer interés romántico de nuestro héroe aunque dicha relación terminará enseguida, por deseo de ella misma.


Y otro de los grandes papeles sin lugar a dudas es el del villano o antihéroe Wilson Fisk, imponente presencia  física la de Onofrio, con un toque Brandiano en su apariencia que esconde la enorme necesidad de afectos.  En el fondo es el niño acomplejado, objeto de las burlas de sus compañeros de colegio y de su padre, humillado durante toda su infancia, pobre niño gordo y débil, que vuelca todo su dolor y agresividad hacia los demás y que vive en una especie de burbuja que el mismo se ha creado, creyéndose liberador y benefactor de una sociedad, de una ciudad que ama y odia a partes iguales. Fisk quiere erigir otra ciudad en el lugar de aquella que le recuerda lo que fue y lo que es. Esa necesidad de afectos la cubre Fisk con la inteligente Vanessa, interpretada por Ayelet Zurer,  la única persona a  la que Fisk, de verdad, ama. No llegamos a empatizar, en ningún momento, con este personaje pero llegamos a entender porque se comporta como lo hace y donde habita la maldad humana. Y es que no hay malos ni buenos absolutos, hasta los mafiosos rusos (como Vladimir Ranskahov) tienen sus principios y su ética.  

Merece una mención especial la cabecera de la serie, con ese tono rojizo que la impregna y ese personaje y esa ciudad que se va descubriendo poco a poco hasta alcanzar su silueta final. Hay ciertos acordes de la sintonía que me recordaron a otra querida y añorada serie. Adivinen. Por otro lado, recuerdo que hace unos meses empecé a ver otra serie basada en comics, esta de la factoría DC, "Gotham", del universo de Batman. Alguno preguntará si es mejor "Daredevil" que "Gotham". Al margen del diseño de producción y de los presupuestos manejados en una u otra serie, para mi "Daredevil" es mucho mejor que "Gotham", mucho más redonda, menos previsible, menos tópica, mejor construida y alejada de las histriónicas y arquetípicas interpretaciones de la producción de la Fox. "Daredevil" se revela, en estos momentos, sin lugar a dudas, como uno de los mejores estrenos de la presente temporada.