lunes, 31 de marzo de 2014

"El Juego de Ender", cuando la guerra es algo más que un juego


Título original: Ender’s game. Director: Gavin Hood. País: USA. Año: 2013. Duración: 114 min. Género: Ciencia-ficción. Interpretación: Asa Butterfield (Ender Wiggin), Hailee Steinfeld (Petra Arkanian),Harrison Ford (coronel Hyrum Graff), Abigail Breslin (Valentine Wiggin), Ben Kingsley (Mazer Rackham), Viola Davis (Gwen Anderson). Guion: Gavin Hood; basado en la novela “El juego de Ender”, de Orson Scott Card. Producción: Lynn Hendee, Linda McDonough, Roberto Orci, Gigi Pritzker, Orson Scott Card, Robert Chartoff y Ed Ulbrich. Música: Steve Jablonsky. Fotografía: Donald McAlpine. Montaje: Lee Smith y Zach Staenberg. Diseño de producción: Sean Haworth y Ben Procter. Vestuario: Christine Bieselin Clark. Distribuidora: eOne Films Spain. Estreno en USA: 1 Noviembre 2013. Estreno en España: 8 Noviembre 2013. 

Cuando comencé a ver esta película  tuve enseguida una sensación contradictoria. Vi un buen material de partida: un mundo acosado por una amenaza interplanetaria, los insectores,  que necesita de los niños del planeta, de los mejores preparados,  para la victoria, pues su mente es intuitiva e impredecible  para la batalla, un factor que les da un elemento de ventaja en la guerra, una lucha que se presenta en todo momento como si fuera un videojuego más que si fuese una batalla real. La película es una adaptación del libro del mismo nombre de Oson Scott Card. En ella los insectores han atacado la Tierra causando millones de muertos. Gracias a un héroe legendario, el comandante Mazer Rackham, que acabó con la nave nodriza donde estaba la Reina de los insectores, la Tierra ganó un período de paz aunque se prepara para darle el golpe definitivo al enemigo. Preparando este ataque  es como el Ejercito Internacional entrena a los mejores jóvenes, entre los que se encuentra Ender Wiggin, un chico tímido pero brillante estratega para unirse a la élite de la Escuela de Batalla. 

Sin embargo ese buen material de partida está muy mal aprovechado. El entrenamiento en la Escuela de Batalla me recordó, casi escena por escena al comienzo de "La Chaqueta Metálica", "Señor, si señor... ". La película cae en una serie de situaciones tópicas, muy manidas y previsibles, como el acoso al que se ve sometido Ender por el matón de turno, su capacidad de superación, las complicidades y alianzas que genera (incluida la de una compañera femenina), hasta convertirse en el héroe que todos esperan que sea. Ni la correcta interpretación de Asa Butterfield como Ender (nada que ver con su estupenda interpretación de Hugo en la película de Scorsesse), ni la presencia de estrellas como Harrison Ford o de Ben Kingsley que más que actuar parecen vagabundear por las escenas, especialmente patética la interpretación de este último, salvan la película. 

La cinta se hace un poco larga, plantea un solo dilema moral (sobre la violencia) que se nos presenta de sopetón en un final absolutamente anticlimático, lo que hace que nos quedemos un tanto fríos. No sé si la película y su final es fiel a la novela pues no la he leído, pero descubrir que lo que creíamos que era una simulación, incluso, para el propio protagonista,  era la batalla final pues ¡que decir! que me parece, como poco,  que es jugar con el espectador. No es una mala película del todo, tiene algunos momentos aprovechables, un leif motiv de fondo con inmensas posibilidades como es el del  uso de la violencia  pero la deficiente dirección de actores, los esteriotipos o topicazos que maneja, la narración sincopada y el escaso aprovechamiento del enorme presupuesto con que el director contó, nada menos que más de 100 millones de dolares la convierten para mi en una película fallida.

Calificación:

domingo, 30 de marzo de 2014

"La cabaña en el bosque", una entretenida y desmitificadora cinta donde nada es lo que parece, que homenajea las películas de terror


Título original: The cabin in the woods. Director: Drew Goddard. País: USA. Año: 2009. Duración: 95 min. Género: Terror. Interpretes: Chris Hemsworth (Curt), Kristen Connolly (Dana), Richard Jenkins (Sitterson), Bradley Whitford (Hadley), Jesse Williams (Holden),Fran Kranz (Marty), Anna Hutchison (Jules), Brian White (Truman), Amy Acker (Lin). Guion: Joss Whedon y Drew Goddard. Producción: Joss Whedon. Música: David Julyan. Fotografía: Peter Deming. Montaje: Lisa Lassek. Diseño de producción: Martin Whist. Vestuario: Shawna Trpcic. Distribuidora: Good Films. Estreno en USA: 13 Abril 2012. Estreno en España: 8 Noviembre 2013. 

De vez en cuando se agradece un poco de viento fresco en este a veces aburrido y adocenado panorama del género de terror de los últimos años. Y para mi esta película ha sido verdaderamente todo un descubrimiento, y eso no significa que no hayamos visto cien veces este argumento, lo novedoso y sorprendente es como se nos cuenta la historia, la película es como una cebolla con diferentes capas, quitas una y debajo aparece otra. Así vemos como esta película empieza como otras "slasher" con un grupo de jóvenes americanos, tres chicos y dos chicas, que van a pasar un fin de semana a una cabaña en el bosque y barruntamos, desde que llegan a la casa, que algo malo, muy malo les va a pasar, primer homenaje: "Posesión infernal" de Sam Raimi. La casa es clavada a aquella. En el sótano encuentran un diario que habla de la antigua familia que ocupó la casa. Lo que no sospechan es que están siendo observados y que su vida corre peligro. Aquí es donde la película abandona los trillados caminos el género y da una vuelta de tuerca. 

De inicio nos encontramos con los típicos personajes de este tipo de películas, el guaperas, el inteligente, el colgado, la inocente, la provocativa, bien interpretados por cinco jóvenes actores, encabezados por el joven Chris Hemsworth. Pero pronto nos damos cuenta de que esta película no es como las demás, no es lo que parece. Como dice el slogan de la película, Crees que conoces la historia...crees que sabes lo que va a pasar pero...".  Y en efecto, en un moderno complejo cuya actividad y finalidad desconocemos observamos como alguien controla y supervisa la cabaña, vamos que alguien mueve los hilos, lo que nos recuerda en cierto sentido la realidad controlada y modificada de "Los Juegos del Hambre" o "El show de Truman", en una suerte de reality show sangriento en el que al principio dudamos de lo que estamos viendo, incluso llegamos a creer que los monstruos son un poco de quita y pon, como la atracción de un concurso o de una feria. Nada más lejos de la realidad, los monstruos son lo que parecen, en un primer momento zombies asesinos, armados de cuchillos, grandes cepos y hachas para iniciar la carnicería. En este perverso juego o show hasta se llegan a cruzar apuestas sobre quien morirá antes. Lo que no saben los protagonistas es que son ellos quienes eligen sin saberlo la manera de morir. 

la cabana en el bosque
La película discurre por los cauces habituales de una cinta de género pero  resulta mucho más emocionante cuando los protagonistas descubren que alguien mueve los hilos y que forman parte de un espectáculo sangriento. Lo intuyen cuando uno de los muchachos pretende saltar al otro lado del precipicio con la moto y choca contra una extraña barrera artificial y lo descubren definitivamente cuando bajo la cabaña se revela una gigantesca instalación llena de cubículos, donde permanecen encerrados todos los monstruos y mitos de pesadilla del género humano. Las víctimas del macabro experimento se convierten en artífices del terror más delirante "empieza la fiesta" provocando un pandemonium final absolutamente apoteósico al soltar  todas las criaturas míticas encerradas, de nuevo se recurre a todas las criaturas que hemos vistos en los grandes títulos del género y que  arrasan literalmente las sofisticadas instalaciones y a sus habitantes. Magníficas, por otra parte, las interpretaciones de los principales controladores de este macabro juego, Richard Jenkins y Bradley Whitford que traslucen con su comportamiento algunas deficiencias de este mundo, la falta de principios y de empatía, la insensibilidad ante el dolor ajeno, etc.

La película esta llena de autorreferencias al género, hasta el punto de que sería excesivamente prolijo citar todas ellas. Basta con decir que a lo largo de la película y especialmente en su parte final hay referencias visuales a los cenobitas de Clive Barker, los cara de cuero de "La Matanza de Texas",  los zombies de "La noche de los muertos Vivientes", los fantasmas del cine japones, los Antiguos del universo de Lovecraft, las gemelas de  "El Resplandor", los cubículos de "Cube", los monstruos de "Alien", y una decena de referencias cinéfilas más, además de cultivar, por supuesto,  todos los tópicos del cine de psicópatas asesinos de adolescentes (osea el cine "slasher").

La película ha sufrido un montón de vicisitudes desde su rodaje en 2009. Se estrenó en 2012, tras la quiebra de la MGM y ha llegado a las salas de cine españolas hace poco más de quince días, año y medio después de su estreno en USA y casi cuatro años después de su rodaje. Sorprende este retraso teniendo en cuenta quien está detrás. 

La película, además de ser un homenaje al género y a las distintas formas de terror en cada cultura,  a través de todas esas referencias visuales que vemos  a lo largo de la cinta,  tiene también algo de crítica a los realities y de autoparodia del género por lo exagerado de ciertos clichés y en este sentido mezcla elementos del terror y la comedia, con pinceladas de humor negro, arriesgada combinación de la que suelen salir verdaderos "churros". Sin embargo un guión impecable escrito a cuatro manos por Drew Goddard, director del filme y por Joss Whedon, productor y una de las mentes más imaginativas de la televisión contemporánea (junto a J.J. Abrams) además de una excelente puesta en escena hacen que la película funcione, convirtiéndose en una de las propuestas del género de terror más frescas e interesantes de los últimos tiempos. No importa que las distribuidoras la hayan maltratado. A estas alturas y fruto del boca a boca hay una legión de seguidores que a esta entretenida cinta la han convertido en una pequeña obra de culto. Entretener, entretiene mucho. Asustar lo que se dice asustar, asusta poco. 


Calificación:

sábado, 29 de marzo de 2014

"Aeonflux", una entretenida película basada en la homónima serie animada con el protagonismo absoluto de Charlize Tzeron



Título: Aeon Flux. Director: Karyn Kusama. País: USA. Año: 2005. Duración: 93 min. Género: Acción, ciencia-ficción. Interpretes: Charlize Theron (Aeon Flux), Marton Csokas (Trevor Goodchild), Johnny Lee Miller (Oren Goodchild), Sophie Okonedo (Sithandra), Pete Postlethwaite (Keeper), Amelia Warner (Una Flux), Frances McDormand (Handler), Caroline Chikezie (Freya). Guión: Phil Hay y Matt Manfredi; basado en los personajes creados por Peter Chung.Producción: Gale Anne Hard, David Gale, Gregory Goodman, Gary Lucchesi y Martha Griffin. Música: Graeme Revell. Fotografía: Stuart Dryburgh. Montaje: Peter Honess, Plummy Tucker y Jeff Gullo. Diseño de producción: Andrew  McAlpine. Vestuario: Beatrix Aruna Pasztor. Estreno en USA: 2 Diciembre 2005. Estreno en España: 5 Enero 2006.


Basada en la serie animada de Peter Chung, esta película fue objeto, en su momento,  de inmisericordes críticas. Sin embargo he de decir que a pesar de las malas críticas a mi particularmente me gustó.  Tal vez no sea todo lo original que algunos desearan. Los saltos y luchas acrobáticas podrían haber surgido perfectamente de las viñetas del  comic en que se inspira (aunque el estilo y espíritu de la película, por lo que dicen los entusiastas, difiere bastante de la serie animada).  Comparte ese estilo de lucha coreografiada   presente en otras películas de acción-ciencia-ficción como "Matrix", "Equilibrium", "Ultravioleta" o toda la saga de "Resident Evil". La distopía presente en la película nos recuerda vagamente  el de otras películas,  los clones que no son conscientes de que lo son los vimos también en "La Isla", sin embargo la hipnótica presencia de Charlize Tzeron, cuyo protagonismo es absoluto, hace que veamos la cinta casi sin pestañear. Poco nos importa lo que nos están contando sino como nos lo están contando:  tiene un buen diseño de producción, el mundo distópico esta razonablemente bien construido, hay imagenes que resultan fascinantes, con una arquitectura espectacular  y la coreografía que inunda la película resulta sencillamente divertida. Puede que la película se quede a medio camino de un resultado  óptimo pues no sabemos hasta que punto la cinta pretendía ser una película profunda de ciencia ficción, con grandes ideas y mensajes, o una película simplemente de acción, pero creo que al menos cumple con uno de sus objetivos que era el de entretener. 

El argumento de la película es el siguiente: la acción se desarrolla en el año 2415, varios siglos después de que la humanidad fuese casi exterminada por un extraño virus. El resto sobrevivió gracias a un antídoto creado por el científico Trevor Goodchild. Los supervivientes viven en una ciudad-estado  fortificada aislada del mundo exterior llamada Bregna, controlada  por un comité de científicos que deviene en una suerte de gobierno totalitario contra el que se erige un movimiento, el de los Monicanos, del que Aeon Flux es una de sus activistas. Los Monicanos se comunican telepáticamente mediante el uso de pastillas dirigidos por "el controlador". Aeonflux recibe el encargo de asesinar a Goodchild, encargo que recibe gustosa tras la muerte de su hermana a la que confundieron con una monicana. Sin embargo Aeon Flux no acaba con Goodchild pues descubre cuestiones, sentimientos y sensaciones que impiden cumpla con su cometido. 

Goodchild le cuenta a Aeonflux que ella posee la memoria y esencia de su mujer muerta Katherine. Descubrimos que ella es en realidad un clon de la difunta esposa de Goodchild y que éste parece que pretende salvar a la humanidad, buscando una cura a la infertilidad causada por el antídoto para la enfermedad que asoló a la humanidad. Todos los niños nacidos en Bregna son clones creados con ADN reciclado de los muertos que renacen en nuevos individuos y que conservan parte de la memoria de sus ancestros. Aeonflux ayuda a Trevor en contra de los conspiradores liderados por su hermano Oren que intenta dar un golpe de estado y  perpetuarse en el poder para  vivir eternamente en forma de clones de si mismo. Parece que algunas personas han recuperado la capacidad de tener hijos sin la necesidad de ser clonados por lo que AeonFlux comienza a actuar en contra tanto de su antiguos compañeros como de Oren Goodchild. Aeonflux convence a los Monicanos para que le ayuden en su propósito de acabar con Oren. Aeon destruye las instalaciones donde se guardaba el ADN, un dirigible que sobrevuela permanentemente  el cielo de la ciudad de Bregna, donde hay un anciano que supervisa el ADN de sus habitantes. Al final de la película el dirigible se desploma, las murallas de la ciudad se derrumban y por primera vez en 400 años la población sale al mundo exterior.

Calificación:

viernes, 28 de marzo de 2014

"Serenity", un atípico western espacial


Título: Serenity. Director: Joss Whedon. País: USA. Año: 2005. Duración: 119 min. Género: Acción, ciencia-ficción. Interpretes: Nathan Fillion (Mal Reynolds), Gina Torres (Zoe Alleyne), Adam Baldwin (Jayne Cobb), Alan Tudyk (Hoban Washburn "Wash"), Jewel Staite (Kaylee), Morena Baccarin (Inara), Summer Glau (River Tam), Sean Maher (Simon Tam), Ron Glass (Shepherd Book), David Krumholtz (Sr. Universo), Chiwetel Ejiofor (El Agente). Guión: Joss Whedon; basado en su serie para televisión "Firefly". Producción: Barry Mendel. Música: David Newman. Fotografía: Jack Green. Montaje: Lisa Lassek. Diseño de producción: Barry Chusid. Vestuario: Ruth Carter. Estreno en USA: 30 Septiembre 2005. Estreno en España: 21 Octubre 2005.

Cuando vi esta película hace unos años pensé: por lo menos una pelicula de ciencia ficción diferente. Y es que nos encontramos con una película protagonizada por perdedores, una especie de western espacial, en las fronteras del universo que se alejaba  del tipico esquema y planteamiento de las películas surgidas de la saga Star Trek o de la saga Star Wars. De hecho fue su visionado el que me descubrió la existencia de una serie en la que se basaba la película  que se llamaba "Firefly", uno de los mayores fracasos  de su director Joss Whedon (Dollhouse fue su otro gran fracaso) que no aguantó ni una temporada en la parrilla americana pero que se convirtió pronto en una serie de culto para una reducida pero activa legión de seguidores. La película tampoco es que fuese un gran exito: costó más de 40 millones de dolares y solo recaudó 25 millones en la taquilla.

Su argumento: Malcom Reynolds (Nathan Fillion) es un soldado del bando de los perdedores en una guerra civil galactica que comanda una vieja nave de transporte llamada Serenity, haciendo pequeños trabajos (operaciones de contrabando) casi siempre en el filo de la ilegalidad. Su tripulación la componen su primer oficial, Zoe Alleyne, el piloto y marido de la anterior, Wash, el mercenario Jayne y la mecánica Kaylee, un grupo de seres humanos  poco comunes muy  atractivos  por su  marcada personalidad y a los que une su lealtad por su capitán. Esta curiosa tripulación se ve pillada entre dos enemigos: la Alianza Universal, vencedores de la citada guerra civil y los Reavers, unos temibles canibales. Malcom además está enamorado de una hermosa cortesana, Inara. Además está el predicador Shepherd Book y dos extraños pasajeros: el joven médico Simón y su hermana River que tiene poderes psiquicos y que ha sido utilizada por la Alianza con oscuros fines. La Alianza encarga a un asesino profesional la búsqueda de River y su eliminación asi como de todos aquellos que conozcan el secreto, un secreto que ni siquiera River es capaz de recordar. Al final de la película descubriremos como la Alianza es la responsable último de la mayor amenaza que existe, la de los Reavers, como consecuencia de un experimento fallido en uno de los  planetas exteriores.

Whedon narra con acierto una historia salpicada de acción, una acción no desbordante, bastante mesurada, con unos efectos especiales correctos y con algunas gotas de humor. Si la historia  realmente consigue atraparnos es porque  está poblada por  personajes con  carisma, bastante bien construidos e interpretados por un elenco de actores que aunque no demasiado conocidos  cumplen perfectamente con su papel y entre los que destaca su protagonista, Malcom, interpretado por Nathan Fillion y  Summer Glau interpretando a la joven River. Cabe destacar, como curiosidad,  la sorprendente  mezcla de culturas de la Alianza Universal, una civilización que parece una combinación  entre  la cultura occidental y la asiatica (¿chino-norteamericana?), que va terraformando mundos, que engrosan los dominios de esta civilización,  pero que abandonan a su suerte a los planetas más alejados, los planetas  exteriores, planetas secos que recuerdan los paisajes terrosos del oeste americano y en los que se mueven o más bien se esconden nuestros protagonistas.

Calificación:

jueves, 27 de marzo de 2014

"Insidious 2", Segundas partes nunca fueron buenas


En este mismo blog comentaba hace unos meses la primera entrega de "Insidious" (2011), una obra que entonces calificaba de imperfecta pero de la que destacaba su original planteamiento, "soñar, viajar astralmente puede traer consecuencias funestas si te traes de vuelta algún parásito", además de su gusto por el terror de la vieja escuela: "las atmósferas ominosas, los ruidos de las puertas, las sombras acechantes en los rincones oscuros de la habitación", terror que he  comentado, en más de una ocasión,  es de agradecer frente a los excesos hemoglobínicos de los que ha hecho gala el género en las últimas décadas. Sin embargo el original planteamiento de la primera entrega y los posibles elementos de sorpresa que había en aquella se han perdido, dando la sensación de que nos están dando más de lo mismo, lo cual es muy malo porque demuestra que la formula empieza a dar síntomas alarmantes de agotamiento. Pese a todo la película se deja ver y ello es posible por el buen hacer de su director James Wan que no debiera caer, sin embargo, en la autocomplacencia ya que podría ser el principio del fin de su carrera. Comentemos un poco el argumento.

La película empieza allí donde terminó la anterior. Josh y Renai Lambert se han mudado con sus hijos a la casa de Lorraine, madre de Josh, esperando olvidar los terribles acontecimientos que vivieron en la anterior entrega, pero pronto volverán las visiones y fenómenos inexplicables y poco a poco se irán desentrañando los extraños motivos por los que siguen conectados al mundo de los espíritus. 
Al inicio de la película vemos a Josh, de niño, siendo sometido a una prueba, una especie de juego (frio, caliente) para averiguar quien es el espíritu que le está acosando. Cuando, Carl, amigo de Elise, con la ayuda de esta descubren que se trata de un espíritu maligno, Elise suprime la habilidad del pequeño para conectarse con el más allá. Posteriormente regresamos al momento actual. 

Al final de la entrega anterior recordemos que Josh o mejor dicho el espíritu maligno que se metió en su cuerpo cuando fue a buscar a su hijo Dalton al mundo de los espíritus, asesinó a Elise.  Su mujer, Lorraine consciente o al menos sospechando  que Josh no es su marido contacta con el amigo y colega de Elise, Carl, con el fin de que le ayude a recuperarlo. Carl trabaja en su comunicación con los espíritus con un juego de dados, en vez de con  la tradicional ouija, de forma que logra conectar con Elise quien le pone sobre la pista de lo que estaban buscando: Quien es el espíritu maligno. 

De este modo acuden a un hospital donde trabajaba Lorraine, y en donde al parecer había un hombre llamado Parker que se suicidó tirándose por la ventana y que había asesinado a medio centenar de personas, entre ellas a su madre. Lorraine y Carl se dirigen a la casa de Parker donde descubren que no era Elise la que se comunicaba con ellos sino la madre de Parker, un ser malvado que abusaba de su hijo al que decía que era una mujer y al que vestía como tal. Cuando Parker asesinaba a sus victimas se vestía de mujer, con un vestido de novia negro. 

Josh, poseído por el espíritu de Parker, asesina a Carl quien desde el más allá contacta con el espíritu de Josh con el fin de que retorne a su cuerpo. El regreso se produce en la vieja casa donde vivían anteriormente los Lambert, la casa de la anterior película. Elise libera a Parker de su madre, liberando a la vez a Josh quien encuentra a su hijo Dalton volviendo todo a la normalidad. Sin embargo, por la escena final, parece que  la película deja la puerta abierta a alguna otra secuela, entendible desde el punto de vista económico, la primera cinta con un coste de 2 millones de dolares recaudó, 100 y la segunda con un coste de 5 ha recaudado 120 millones, pero no desde un punto de vista artístico.

Al principio de la entrada decíamos que la película carecía de la originalidad de la primera. Así es, al margen de destripar el sorprendente punto de partida de  la primera cinta (ojo con soñar pues podemos viajar a dimensiones  inexploradas donde habitan los espíritus y no todos precisamente benévolos) hay imagenes que nos recuerdan demasiado a otras películas como el fantasma de "La mujer de negro", y situaciones como las del hijo travestido que deviene en psicópata, por mor de la influencia de su madre, nos trae a la memoria sin quererlo al personaje de Noman Bates en "Psicosis". Por otro lado, allá donde había suspense e inquietud por lo inesperado (en la primera) aquí hay ganas de pasar página cuanto antes y a ver donde nos conduce el director en sus vueltas y revueltas argumentales con su película. Sólo un par de sustos y un hábil dominio de las atmósferas terroríficas, como he dicho al principio, amortizan la película.


Calificación:

miércoles, 26 de marzo de 2014

"Pacific Rim", un entretenido homenaje a los grandes monstruos japoneses. ¡Vuelve Mazinger Z!


Título: Pacific Rim. Director: Guillermo del Toro. País: USA. Año: 2013. Duración: 131 min. Género: Ciencia-ficción, fantástico,acción. Interpretes: Charlie Hunnam (Raleigh Becket), Rinko Kikuchi (Mako Mori), Clifton Collins Jr. (Ops Tendo Choi), Ron Perlman (Hannibal Chau), Idris Elba (Stacker Pentecost), Charlie Day (Dr. Newton), Rob Kazinsky (Chuck), Max Martini (Herc), Burn Gorman (Gottlieb). Guion: Travis Beacham y Guillermo Del Toro.Producción: Jon Jashni, Guillermo del Toro, Thomas Tull y Mary Parent . Música: Ramin Djawadi. Fotografía: Guillermo Navarro. Montaje: Peter Amundson y John Gilroy. Diseño de producción: Carol Spier y Andrew Neskoromny. Vestuario: Kate Hawley. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.Estreno en USA: 12 Julio 2013. Estreno en España: 9 Agosto 2013. 

Lo que son las cosas. Al contrario que en otras películas no tenía demasiadas expectativas ni esperanzas en esta. Lo reconozco. Tenía mis prejuicios. Sin embargo he de reconocer que pese a sus limitaciones e imperfecciones, que las tiene y muchas,   disfruté como un enano, y por un par de horas regrese a los tiempos en que veíamos y disfrutamos de Mazinger Z. ¡Planeador abajo!. Godzilla culturalmente nos pillaba un poco lejos. A la película le sobra un montón de metraje, por lo menos media hora, el argumento se puede resumir en media cuartilla pero el ritmo de la película, la manera de dirigir de nuestro orondo amigo del Toro, la falta de complejos al abordar una historia como esta hacen que esta película se convierta en un magnifico entretenimiento, siempre y cuando no aspiremos ni esperemos más de ella.


La película comienza diciendo que la humanidad esperaba les invadieran desde el cielo y sin embargo la amenaza llegó del fondo del océano, lo que ellos llaman la brecha del Pacifico, una brecha espacio temporal por la que se colaron unas gigantescas y monstruosas criaturas llamadas Kaijus, probablemente enviadas, como sabremos después, por una raza que utiliza estos monstruos como avanzadilla para eliminar previamente a la raza humana de la faz de la tierra y colonizarla después. Para combatirlos se crearon unos enormes robots, los Jaegers, controlados simultaneamente por dos pilotos que unen sus mentes en una conexión neuronal. Pero incluso a pesar de contar con los Jaegers la amenaza se hace cada vez mayor, la humanidad lleva camino de sucumbir,    solo una par de  héroes   un expiloto de Jaegers y una novata traumada serán la última esperanza de nuestra especie. De ellos dependerá el poder cerrar la grieta, en una misión cuasi suicida con una arma termonuclear.

Da sana envidia ver como la industria de Hollywood le ha puesto a Guillermo del Toro nada menos que la friolera de 200 millones de dolares encima de la mesa para que de rienda suelta a su buen hacer como director y lleve a buen puerto este juguete audiovisual increiblemente caro pero bastante bien hilvanado. En este sentido objetivo cumplido. Otra cosa es que semejante coste pueda ser amortizado. Dudo que se pueda recuperar la inversión. El diseño de producción es bestial, los efectos especiales abrumadores (chapeau por el trabajo de la ILM), no hay grandes estrellas, pero el plantel de actores cumple su función dentro de este gran espectáculo visual. Quizás los personajes que interpretan son bastante estereotipados y adolecen de cierto esquematismo. Pero en general es bastante honesta. Al contrario que otras películas consideradas de serie A (ya sean o no de genero) no engaña a nadie, ni lo pretende. No pretende darnos gato por liebre. La película hay que verla sin prejuicios.   Es puro entretenimiento, de principio a fin.

Calificación:

martes, 25 de marzo de 2014

"Lo que no se ve: The invisible", interesante cinta en la que asistimos a una lucha contrarreloj del espíritu por evitar la muerte del cuerpo


Título: The invisible Director: David S. Goyer. País: USA. Año: 2007. Duración: 97 min. Género: Thriller sobrenatural. Interpretes: Justin Chatwin (Nick Powell), Margarita Levieva (Annie Newton), Marcia Gay Harden (Diane Powell), Chris Marquette (Pete Egan), Alex O'Loughlin (Marcus Bohem), Callum Keith Rennie (detective Brian Larson), Michelle Harrison (detetive Kate Tunney), Ryan Kennedy (Matty), Andrew Francis (Dean), P. Lynn Johnson (Sharon Egan). Guión: Mick Davis y Christine Roum; basado en la película "Den osynlige" (2002) sobre la novela de Mats Wahl. Producción: Gary Barber, Roger Birnbaum, Jonathan Glickman, Neal Edelstein y Mike Macari. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Gabriel Beristain. Montaje: Conrad Smart. Diseño de producción: Carlos Barbosa. Vestuario: Tish Monaghan. Estreno en USA: 27 Abril 2007. Estreno en España: 15 Junio 2007.

Otra película de hace seis años, que en una primera visión disfruté en versión original subtitulada y que posteriormente ví doblada. Me llamó la atención por su contradictoria propuesta. Al principio pensé que iba a ser una comedia americana más de adolescentes. Sin embargo el choque entre los mundos y las personalidades de los protagonistas, el desarrollo dramático de la cinta y su previsible pero no por ello menos emotivo final, la hace acreedora a por lo menos un benevolente visionado.

El argumento se puede resumir así: Nick Powell (Justin Chatwin) y Annie Newton (Margarita Levieva) estudian en el mismo instituto aunque sus vidas son diametralmente opuestas:  Nick es un buen chico, aplicado y de buena familia, Annie esta llena de rabia, es conflictiva, y se mueve en el filo de la navaja, vamos, una pequeña delincuente. Un día, creyendo equivocadamente que Nick le había denunciado por alguna de sus fechorías, Annie y sus amigos le dan una brutal paliza dejándole medio muerto en una fosa en mitad del bosque. Nick despierta como un fantasma invisible, si bien se da cuenta enseguida que no está muerto. Su espíritu se ha separado de su cuerpo agonizante y el chico debe encontrar la manera de que su cuerpo pueda ser rescatado antes de que muera de verdad. 


La película tiene algunas inconsistencias como que el protagonista puede interactuar con los objetos (abrir puertas, por ejemplo) pero aparentemente nadie se da cuenta de nada (al menos el protagonista de la  película Ghost, Sam,  no puede interactuar con los objetos hasta que aprende a dominar sus fantasmales poderes). Puede que no esté bien explicado y que la gente no vea nada, que solo nosotros veamos la actuación del personaje en el plano astral pero no habría estado de más una pequeña justificación. También podría acusarsele a la película de que contiene un mensaje cargado de cierta "moralina estomagante" pues la pobre Annie en su torcida trayectoria vital se redime muriendo, prácticamente en los brazos de Nick  para salvarle.
Bueno, al  margen de estas consideraciones, la película se deja ver con agrado.  A ello contribuye varios aspectos: su excelente banda sonora que recomiendo vivamente, la premisa de la que parte que es, no por conocida, bastante interesante: el espíritu que abandona el cuerpo agonizante y se pasea por el mundo, por sus espacios conocidos o habitualmente frecuentados, la tensión dramática y los elementos de thriller que contiene la película, la buena interpretación de Margarita Levieva en su papel de Annie que demuestra  una amplia capacidad de registros y a la que esperamos ver en otras ocasiones y por último la fotografía del mexicano Gabriel Beristain que plasma con acierto los fríos paisajes del norte de Estados Unidos y que contribuye a darle a la película un tono triste y melancólico. 

Calificación:

lunes, 24 de marzo de 2014

"Elysium", demasiadas expectativas o como un buen inicio de película se puede frustrar por un atropellado final



Película: Elysium. Director y guionista: Neill Blomkamp. País: USA. Año: 2013. Duración: 109 min. Género: Ciencia-ficción, acción. Interpretes: Matt Damon (Max), Jodie Foster (Delacourt),Sharlto Copley (Kruger), Alice Braga (Frey), Wagner Moura (Spider), Diego Luna (Julio), William Fichtner (John Carlyle), Josh Blacker (Crowe), Brandon Auret (Drake). Producción: Simon Kinberg, Bill Block y Neill Blomkamp. Música: Ryan Amon. Fotografía: Trent Opaloch. Montaje: Julian Clarke y Lee Smith. Diseño de producción: Philip Ivey. Vestuario: April Ferry. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en USA: 9 Agosto 2013. Estreno en España: 16 Agosto 2013. 


Tras la película "Distrito 9", comentada recientemente en este blog, Neil Blomkamp nos deleita estos días con una nueva película de ciencia ficción,  que guarda algunas semejanzas y muchas diferencias respecto a su anterior cinta. Blomkamp ha contado en este caso con un gran presupuesto y dos grandes estrellas, Matt Damon y Jodie Foster. Quizás le falte la frescura de la anterior película pero la suple con mayores y mejores recursos y medios técnicos en esta. No obstante es de agradecer que no haya abandonado su acerada crítica social que lleva camino de convertirse casi en marca de la casa. 

Nos encontramos en el año 2154  con una Tierra superpoblada que parece un auténtico estercolero, donde viven los pobres,    y una estación espacial idílica donde habitan las élites (que por cierto hablan francés) y donde no existen las enfermedades. Hay unas increíbles cámaras que reestructuran y reconstruyen el ADN humano  y que por lo tanto eliminan cualquier tipo de enfermedad. En la Tierra, por cierto,  se trabaja sin descanso, se enferma y se muere. Ah y  se habla el español. De vez en cuando una nave intenta llegar a Elysium pero en la mayoría de los casos son, o bien destruidas sus naves o deportados de nuevo a la Tierra. Todo esto cambiará cuando nuestro protagonista, Max, (Matt Damon) trabajador en una cadena de montaje, se vea expuesto a una dosis de radiación letal y  tenga la oportunidad de cambiar las cosas.

La película cuenta con dos partes bien diferenciadas, una primera en la que se plantea la historia y observamos, con unas cuantas pinceladas y unas escenas memorables, el entorno en el que se mueve la mayoría de la población de la Tierra en contraste con el mundo de Elysium, regido por la Secretaria de Defensa, Delacourt (Jodie Foster). En mi opinión es la parte más valiosa. A partir del accidente de Max entramos en una espiral de acción desenfrenada que no está exenta, en algún momento, de algún desajuste entre lo que esperamos ver y lo que vemos finalmente. Hay muchos aspectos desaprovechados que enumero más adelante.  Max en una suerte de Robocop (por sus implantes biomecánicos) se hará con una información valiosísima y encriptada de la estación que ocultará en su cerebro. Será perseguido sin descanso por el villano de la película,  (increíble Sharlto Copley, protagonista de Distrito 9),  hasta que finalmente por azares del destino o más bien del guión de Blomkamp llegue a Elysium y consiga resetear la estación convirtiendo  a todos los habitantes de la Tierra en Ciudadanos y por lo tanto con los mismos derechos que las élites a la cura y al fin de sus enfermedades.

Se desaprovecha la relación entre Max y Frey (Alice Braga), de cuyo fruto parece que hubo una hija, enferma de leucemia, y que será finalmente curada en una de las cámaras de Elysium. Se desaprovecha a Jodie Foster que podía haber dado mucho más de si como villana de la película, al dar demasiado protagonismo al,  en ocasiones,  histriónico Kruger (Sharlto Copley), verdadero villano de la cinta. No se desarrollan multitud de aspectos que nos hubiera gustado conocer, y que apenas quedan esbozados, como, por ejemplo,  de que forma Elysium gobierna la tierra. La película es demasiado ambiciosa en su planteamiento inicial y tal vez por ello puede decepcionar un poco (nunca aburrir) porque no se hayan aprovechado todos los materiales y las enormes posibilidades que el director tenía, a priori,  entre  sus manos. 

Pese a ello hay que reconocer que la película cuenta con un espectacular diseño de producción (se notan los cuantiosos dolares invertidos) y unos excelentes efectos digitales, además de una buena interpretación por parte de Matt Damon arropado en todo momento por unos secundarios que cumplen perfectamente con su papel. En definitiva, nos encontramos ante una buena película de ciencia ficción, con contenido social (si en Distrito 9 es la diferencia de razas, aquí es la diferencia de clases) que  genera demasiadas expectativas para frustrarlas un tanto al final, que carece de la acidez vitriólica de "Distrito 9" pero que probablemente guste más a un público, más general, amante de las películas de acción y que no profundiza, ni se preocupa tanto de las cuestiones políticas o sociales. A pesar de las limitaciones citadas es bueno, es de agradecer,  que las películas de ciencia ficción no se queden solo en el mero artificio de la que desgraciadamente pecan muchas sino que denuncien, aunque a veces sea mediante metáforas o analogías, situaciones injustas que vivimos o viviremos y que transmitan mensajes e ideas en favor de un mundo mejor. 

Calificación:

domingo, 23 de marzo de 2014

"Sinister" o el terror en Super 8


Título: Sinister. Director: Scott DerricksonPaís: USAAño: 2012.Duración: 110 min. Género: TerrorInterpretes: Ethan Hawke (Ellison), Vincent D’Onofrio (profesor Jonas), Fred Dalton Thompson (comisario),James Ransone (alguacil), Clare Foley (Ashley), Juliet Rylance (Tracy).Guion: Scott Derrickson y C. Robert Cargill. Producción: Jason Blum. Música: Christopher YoungFotografía: Chris Norr. Montaje: Frédéric Thoraval. Diseño de producción: David Brisbin. Vestuario: Abby O’Sullivan. Distribuidora: AurumEstreno en USA: 12 Octubre 2012. Estreno en España: 31 Octubre 2012

Hacia tiempo que quería ver esta película y la verdad no me ha decepcionado en absoluto. Hay momentos a lo largo de la cinta en que se te pone  muy mal cuerpo, buen indicativo de que la película funciona. Una buena película de terror debe generar inquietud, desasosiego y esta lo consigue y con creces. La película comienza de forma impactante: cuatro personas, una familia,  penden colgados de un árbol con las cabezas cubiertas con capuchas y atados por las manos. De pronto una rama se quiebra, alguien la ha cortado,  y los cuatro patalean en el aire hasta morir ahorcados.

Ellison (Ethan Hawke) es un escritor especializado en casos truculentos que se traslada a una pequeña ciudad provinciana de la América profunda a la búsqueda de datos para el nuevo caso sobre el que girará su nuevo libro, un asesinato múltiple y la desaparición de la hija de la familia asesinada. Su llegada no es muy bien recibida por el sheriff local, dada la cuestionable fama que le precede. En el ático de su nueva casa encuentra unos rollos de película de cine, concretamente de Super 8. Con horror descubre que cada cinta recoge espeluznantes asesinatos en serie de diferentes  familias: ahorcados de un árbol, degollados en sus camas, ahogados en la piscina, quemados dentro de un coche... En todos los casos desaparecieron extrañamente uno de los niñ@s de la familia. Con la ayuda del ayudante del sheriff descubre que  el asesinato de la familia mediante ahorcamiento se produjo en el jardín de la casa. Vemos a Ellison hasta cierto punto fascinado por el horror contemplado en cada nueva cinta, y  piensa que seguramente dicho material le permitirá escribir su nuevo gran éxito de ventas. 


La película cuenta con dos partes bien diferenciadas. En la primera parte asistimos a una pequeña investigación cuasi policial en el que Ellison va cuadrando lo casos y descubriendo que hay una relación entre todos ellos. En las diferentes cintas  atisba un horrible rostro  y en varias de ellas se observa también un extraño signo. Con la ayuda de un experto descubren que tras lo casos puede estar  una cuasi desconocida deidad de la antiguedad, Bagul, "el devorador de niños",  de la que apenas hay imagenes o reproducciones pues se creía que utilizaba estas como portal de entrada a nuestro mundo y que utilizaba  las almas de los inocentes infantes para sus oscuros y malévolos fines. No puedo por menos que recordar en este sentido a la película  "The ring" que vinculaba  la muerte con el visionado de cierta cinta y que fue en su momento todo un éxito de público  por lo original de su planteamiento. En ambas asistimos al papel de la imagen grabada como elemento transmisor del terror.

En la segunda parte de la película vemos el particular descenso a los infiernos de Ellison, con momentos aterradores y que van in crescendo a medida que avanza la cinta. Al principio solo nosotros vemos  a los fantasmas. Ellison solo los siente, oye ruidos, los percibe, pero no los ve. En algún momento me parece que Ellison va a acabar desequilibrado como Jack Torrance en "El resplandor" pero tiene la suficiente entereza como para quemar las cintas y abandonar la casa. Sin embargo ya es demasiado tarde, descubrimos con espanto que todas y cada una de las familias asesinadas se habían trasladado de casa antes de morir y que desde el primer caso en 1966, las siguientes familias habían estado viviendo en la casa de la anterior  familia asesinada, como fichas de un macabro domino, en que Ellison y su familia serán las últimas piezas en caer  por el momento.


Ethan Hawke hace una convincente interpretación de un  personaje atormentado que si bien al principio asiste con fascinación a la contemplación del horror audiovisual, descubre con angustia  que ese terror puede alcanzarle  a él  y a los suyos.  Merecería esa insensibilidad  ante el horror y la atrocidad que vemos hoy en día en el ámbito audiovisual (tanto en el de ficción como el real) una  profunda reflexión. Ellison se nos presenta pues, por un lado,  como un  trasunto de ese espectador fascinado por imagenes cada vez más truculentas en un mundo donde prima la banalización de la violencia y el horror  y por otro en creador  de esas mismas  historias truculentas que  alimentan el morbo del  público así como de su bolsillo. 

Se puede decir sin temor  a exagerar que Ethan Hawke  sostiene por sí solo buena parte de la película. Sobran en la película los terrores nocturnos de uno de sus hijos que nada aportan  y creo que podía haberse aprovechado mejor el papel de la hija pequeña que se convierte, al final,  en el fiel ejecutor de los deseos de Bagul, como los otros niños desaparecidos, asesinando a toda la familia e incorporándose en una inolvidable escena final a ese trozo de metraje que parece tener vida propia, incrementando con su presencia el grupo de niños, siniestros donceles de la infernal criatura.


La película tiene una adecuada puesta en escena, con una potente banda sonora a cargo de Christopher Young, lo que hace que junto a un buen montaje y un hábil dominio de los climax y anticlimax nos hagan pasar la película pegados literalmente al sillón. Ya he dejado clara en otras entradas de este blog mi preferencia por las películas de atmósferas, más que de sustos y desde luego que de vísceras. Los sustos deben ser la gratificación más que la culminación a un estado de desasosiego y angustia procedente de la atmósfera y el suspense. Esta película los tiene, pero no es ahí donde radica su valor sino en la hábil mezcla de diferentes elementos del genero para construir una sólida historia que consigue asustar al espectador con un miedo que se te filtra por entre los poros,  pegajoso y contundente como pocos.

Calificación:

sábado, 22 de marzo de 2014

"Distrito 9", o como la ciencia ficción puede convertirse en un inteligente instrumento para una corrosiva crítica social


Título: District 9: Director: Neill Blomkamp.Países: USA y Nueva Zelanda. Año: 2009. Duración: 114 min. Género: Drama, ciencia-ficción, acción. Interpretes: Sharlto Copley (Wikus van der Merwe), David James (Koobus), Jason Cope (Christopher Johnson), Mandla Gaduka (Fundiswa Mhlanga), Vanessa Haywood (Tania), Kenneth Nkosi (Thomas), William Allen Young (Dirk Michaels). Guión: Neill Blomkamp y Terri Tatchell. Producción: Carolynne Cunningham y Peter Jackson. Música: Clinton Shorter. Fotografía: Trent Opaloch. Montaje: Julian Clarke. Diseño de producción: Philip Ivey. Vestuario: Dianna Cilliers. Estreno en USA: 14 Agosto 2009. Estreno en España: 11 Septiembre 2009.

Próximo a contemplar su última película "Elisyum", estrenada esta misma semana, me dieron ganas de visionar su anterior filme, "Distrito 9", que tenía nada menos que cuatro años de antiguedad y que fue objeto de muy buenas críticas en su momento. Esta semana pude verla y aquí les dejo mis impresiones sobre la cinta. 

Hace más de veinte años, de repente, apareció una gigantesca nave espacial sobre el cielo de Johanesburgo sin otras señales de actividad por su parte. Cuando las autoridades de la Tierra entraron en la nave se encontraron con más de un millón de criaturas desnutridas y enfermas. Eran refugiados, los últimos sobrevivientes de su especie. Veinte años más tarde la población alienigena se ha casi duplicado y permanece hacinada en un ghetto, el llamado Distrito 9. El control de esta población recae en la MNU, una compañía privada que lo único que le interesa no es el bienestar de los aliens, sino descubrir como funciona el impresionante armamento que solo se puede activar con ADN extraterrestre. Todo cambia cuando un gris funcionario de la MNU, Wikus Van der Merwe se contamina accidentalmente con un virus que contiene ADN alienigena y se convierte en una suerte de híbrido entre hombre y alienigena.


La película sorprende por su frescura y su planteamiento formal. Comienza con un formato cuasi documental, cámara en ristre, aunque vaya evolucionando luego hacia los canones típicos de una película de acción, donde el protagonista lucha por su propia supervivencia al tiempo que va evolucionando en su manera de pensar y de actuar. Nos presenta a un personaje inicialmente gris, un mediocre, un tipo cobarde y egoísta, un tanto risible, que solo mira,  como el trepa que es,  por su interés personal e inmediato, nada que ver con el típico héroe de este tipo de películas, pero que se convierte,  sin embargo,  en un héroe (o tal vez en un antiheroe), a su pesar, de la historia, un héroe atípico, traidor a su especie, según muchos,  traicionado por su suegro, un alto cargo de la MNU, abandonado por su mujer, un paria, vamos y sin embargo un héroe con mayúsculas, hecho de la madera de la que están hechos los héroes,  que adquiere conciencia de lo que viven los aliens cuando se convierte en uno de ellos, que pondrá en cuestión todo lo  que ha sido su vida y su trayectoria,  que reconocerá la igualdad de los diferentes seres incluso a pesar de su abismal diferencia, que aprenderá a aceptar y a respetar a los otros tal como son, por muy diferentes que sean. 

Esta ácida y corrosiva crítica social nos presenta, de forma magistral, la estupidez humana y el miedo a lo que se ve como diferente. Se teme lo que no se comprende, lo diferente, lo extraño. Acertada elección la de unos aliens absolutamente repulsivos que son calificados como bichos y que por su apariencia es difícil que puedan generar algún tipo de empatía...al menos inicialmente. 

La película tiene o puede tener muchas lecturas: léase, en primer lugar, como trasunto del gran fenómeno de nuestro siglo, el de la inmigración masiva de personas procedentes de otros países y culturas en situaciones físicas a menudo penosas, al igual que ocurre en la película, como si la enorme nave fuese una gran patera. Luego a este grupo de refugiados se les agrupa en un guetto a las afueras de la ciudad y más tarde en un campo de concentración, más allá de la ciudades humanas para que no molesten. La película nos habla, además de los abusos de un poder que solo actúa por interés, el interés de contar con una avanzada tecnología, nos habla también de los intereses económicos en torno a la investigación científica y militar, de los usos de los mercenarios en la defensa de intereses privados, de los experimentos médicos con otros seres, de la deshumanización de la raza humana hasta el punto de que en esta película los aliens se nos revelan al final por ser más humanos que los propios humanos.

La película bascula entre muchos géneros, el formato documental, la comedia (tremendo el humor negro y la ácida critica social que destila), el drama, la película de acción, renovando un genero, el de la ciencia ficción, a veces un tanto adocenado, que se regodea demasiado en los efectos especiales, en los clichés, en la acción por la acción, olvidando cual debe ser el objeto de este género a menudo tan vilipendiado. La ciencia ficción es por derecho propio el genero de nuestro tiempo, el que se debe plantear, más allá de discutibles aspectos formales,  las grandes preguntas o dudas y los grandes problemas de nuestro tiempo, el género  que mira más allá de mañana haciendo un ejercicio de prospección en el futuro. 

La película carece de grandes nombres en el reparto, como ha carecido también de un gran presupuesto, apenas costó 30 millones de dolares (ni se notó, ni falta que le hizo) pero cuenta con una excelente dirección, un guión bien estructurado, una correcta banda sonora y todo hay que decirlo una magnifica interpretación por parte de su protagonista, Sharlto Copley. El director, Neill Blomkamp, respaldado en la producción por Peter Jackson, ha sido para mí un grato descubrimiento que creo yo está llamado a regalarnos grandes películas si sigue por este camino, una suerte del Paul Verhoeven transgresor e irreverente que conocimos en sus primeros años. El tiempo nos dirá si sigue aportando frescura o cae preso de los grandes presupuestos e hipotecas de la industria de Hollywood.

Calificación:

viernes, 21 de marzo de 2014

"Hijos de los hombres" o cuando todavía hay una razón para la esperanza por parte de la humanidad


Título original: Children of men. Dirección: Alfonso Cuarón. Paises: Reino Unido y USA. Año: 2006. Duración: 109 minutos. Género: Thriller, ciencia-ficción. Interpretes: Clive Owen (Theo), Julianne Moore (Julian), Michael Caine (Jasper), Chiwetel Ejiofor (Luke), Charlie Hunnam (Patric), Claire-Hope Ashitey (Kee). Guión: Alfonso Cuarón, Timothy J. Sexton, David Arata, Mark Fergus y Hank Ostby; basado en la novela "Children of men" de P.D. James. Producción: Marc Abraham, Eric Newman, Hilary Shor, Tony Smith e Iain Smith. Música: John Tavener. Fotografía: Emmanuel Lubezki. Montaje: Alex Rodríguez y Alfonso Cuarón. Diseño de producción: Jim Clay y Geoffrey Kirkland. Vestuario: Jany Temime. Estreno en Reino Unido: 22 Sept. 2006. Estreno en España: 20 Octubre 2006.

Dos veces he visto esta película en los últimos años, la primera en el 2007 y la segunda algunos años más tarde y las dos veces me ha impactado convirtiéndose en una de mis películas favoritas de los últimos años. Nos encontramos en el inmediato futuro, en el año 2027. Hace 19 años que nació en la tierra el último niño. La humanidad vive sumida en un estado de nihilismo y desesperanza. Gran Bretaña es un estado cuasi policial y totalitario en la que los refugiados son internados en campos de concentración en condiciones infrahumanas. El protagonista es un burócrata, Theo, interpretado por Clive Owen que vive en un estado de apatía y conformismo, del que saldrá cuando una antigua compañera sentimental, Julian, interpretada por Julianne Moore le pida un favor: conseguir que una refugiada, Kee pueda salir del país sin problemas. De este modo, Theo se embarcará en un proceloso viaje hasta la costa, en donde atravesarán mil y una vicisitudes: persecuciones, ataques terroristas en los que perecerá Julian, enfrentamientos armados con las fuerzas de seguridad, etc.  Kee es algo más que una refugiada, es un símbolo para el renacimiento de una nueva humanidad, porque lleva en su seno el germen de la esperanza, el primer bebe que nacerá después de casi 20 años, en los que la humanidad parecía abocada a su desaparición.

La película supera claramente  las estrechas fronteras del género de la ciencia ficción, para convertirse sencillamente en una magistral cinta cinematográfica,  una dura y conmovedora película que nos golpea con su estilo hiperrealista y su tono de documental, que nos sacude emocionalmente por lo que cuenta y como lo cuenta, que nos enfrenta a nuestros fantasmas familiares, como sociedades y como especie (los flujos migratorios, el control de la población, etc), que ya no son de un improbable futuro sino que empiezan a ser de un inquietante y cada vez más real presente. Si la película  es de género es básicamente por tratarse de una negra distopía ambientada en ese inmediato futuro en que la humanidad de repente se convierte en estéril, pero poco más, pues carece de los lugares comunes en el género, no hay alienígenas, ni naves espaciales, ni robots, ni viajes en el tiempo, etc. No hay efectos especiales que nos distraigan, solo una pesimista visión de un futuro que esta larvado en nuestra propio presente, mostrado de forma tan realista que podría ser real mañana mismo. 

La película posee un guión sobrio pero bien construido, con un desarrollo visual impecable y un dominio de los climax extraordinario sobre todo en el último tramo de la película. El tono cuasi documental con el que se utiliza la cámara, el excelente uso del dolby estereo (especialmente destacable en las escenas de los tiroteos) nos introduce de tal modo en la trama, en cada una las escenas que pareciera que estuviéramos allí mismo con los protagonistas, en esos barrios dejados de la mano de Dios,  abandonados por ese estado totalitario  en que malviven y resisten numantinamente miles de personas y en los que entran a sangre y fuego las fuerzas de seguridad. 


Buena dirección de un sorprendente Alfonso Cuaron que nos sorprende cada vez más con su cultivo de diferentes géneros y registros. Buenas interpretaciones, en general bastante contenidas,  especialmente de un Clive Owen que pasa de ser un gris y acomodaticio burócrata a un pequeño héroe anónimo, en cuyas manos y de cuyo éxito en la misión depende el futuro de la humanidad, de una Julianne Moore con un corto pero vital papel, de una curiosa interpretación, por lo excéntrico del personaje, a cargo del veterano Michael Caine y con unos actores secundarios  desconocidos pero que cumplen con su papel. En resumen una película muy recomendable  para todo buen cinéfilo, ya no solo amante del género, que guste de historias humanas bien narradas, que remueven las conciencias y que trascienden con sus mensajes el simple cine de evasión.  

Calificación: