miércoles, 5 de julio de 2017

"Pandora y el holandes errante" o el amor más allá del tiempo y de la muerte




Titulo original: Pandora and the Flying Dutchman. Año: 1950. País: Reino Unido Director: Albert Lewin.Productor: Joe Kaufmann, Albert Lewin y John Woolf Productora: MGM/Romulus Film. Guión: Albert Lewin Interpretes: James Mason (Hendrik van der Zee), Ava Gardner (Pandora Reynolds), Nigel Patrick (Stephen Cameron), Sheila Sim (Janet), Harold Warrender (Geoffrey Fielding), Mario Cabré (Juan Montalvo), Marius Goring (Reggie Demarest), John Laurie (Angus) Música: Alan Rawsthorne Fotografía: Jack Cardiff. Sonido:Alan Allen y Hary Miller Montaje: Ralph Kemplen y Clive Donner Efectos especiales: W. Percy DayDiseño de Producción: John Bryan Vestuario: Beatrice Dawson Género: Drama romántico. Duración:122 min. Estreno en España: 1951


Película maldita e incomprendida en su época como pocas (fue un absoluto fracaso en taquilla), "Pandora y el holandés errante" es, en mi opinión, una de las cimas del cine romántico, una obra inclasificable que utiliza materiales de diversa procedencia para convertirse en una obra absolutamente  imperdurable. En cierto sentido al comenzar al ver esta película me acordé de otra película que he comentado en este blog:  "Jennie" con la que comparte  varias cosas: las dos son grandes dramas románticos, en ambas se utiliza el recurso de la voz en off de un narrador omnisciente, que le da un cierto tono de gravedad y transcendencia al relato y un estilo un tanto literario, la sensación de fatalidad que rodea ambas y la relación de ambas con el movimiento surrealista, marcadamente onírico en el caso de "Jennie". 

En efecto, la película comienza con una voz en off y un párrafo del filosofo, matemático, astrónomo y poeta del siglo XI Omar Khayam extraídos de su Rubaiyat que dicen así “Pero el dedo implacable sigue y sigue escribiendo. Seducirlo no podrás con tu piedad o tu ingenio para lo escrito tachar o con tus lágrimas borrar ni una coma  ni un acento”.  Así pues, se hace patente, desde el principio esa sensación  de fatalidad a la que aludía anteriormente. En sus primeras imagenes vemos  a unos pescadores que han encontrado entre sus redes los cuerpos de un hombre y una mujer enlazados por las manos. Suena una campana, la gente se arremolina sobre la arena de la playa para observar el descubrimiento y es entonces cuando uno de los personajes,  Geoffrey Fielding, amigo de la protagonista, ejerce de narrador de la historia que vamos a ver a continuación. La película tiene una estructura anular, pues comienza por el final para  narrar la historia desde el principio y terminar en ese final.
La película narra la historia de la cantante  Pandora Reynolds (Ava Gardner) que se encuentra pasando una temporada en un pueblo español de la costa mediterranea llamado Esperanza. (En realidad la película se rodó en la ciudad ampurdanesa de Tossa del Mar). La artista aparece rodeada, desde el principio,  de una cohorte de rendidos admiradores como el poeta Reggie Demarest o el piloto Stephen Cameron a los que trata con desden. De hecho, Reggie se suicida por amor a los pocos minutos de iniciada la película sin que a Pandora parezca importarle demasiado su muerte, al contrario supone una liberación para ella. Poco después la caprichosa Pandora se compromete con Stephen, un piloto de coches de carreras  a quien obliga ras una loca carrera entre los acantilados a despeñar su bólido como prueba de su amor, cosa que Stephen hace sin dudar. 

El personaje de Pandora tiene algo de diosa, adorada y deseada, inalcanzable, voluble e insensible al dolor y sufrimiento de los hombres, pero también está lleno de una gran tristeza y  un enorme vacío interior, una tristeza producto de la soledad, de la falta del amor verdadero, ese  amor que no conoce...todavía pero al que está predestinada. El destino, ese destino al  que parece no poder escaparse y que aparece claramente señalado cuando el propio  Stephen le dice a Pandora, tras la carrera entre los acantilados y el descubrimiento de una goleta en la bahía,  que ella ve ya su destino a bordo de aquel yate con el Holandés Errante. La película está llena de signos y símbolos, como cuando tras el despeñamiento del bólido le pregunta a Stephen cuando quiere casarse con ella y el le contesta mañana, 9 de marzo  (el noveno día del tercer mes) y ella le responde invirtiendo los números: prometo casarme contigo el tercer día del noveno mes.

Pandora se interesa por la historia del holandés errante y le pregunta a su amigo Geoffrey por él. Por cierto, la apariencia de su amigo recuerda clarísimamente a la de un griego clásico. Geoffrey le explica que el holandés errante aparece cada siete años y que espera que una mujer muera de amor por él. Este mito tiene algún punto de contacto con el anterior del judío errante y hay numerosas huellas de su existencia en la literatura. Las versiones de la leyenda son innumerables, pero la original comenzó con el capitán de un barco holandés, un capitán a llamado Willem van der Decken, quien hizo un pacto con el diablo para poder surcar siempre los mares sin importar los retos naturales que pusiera Dios en su travesía. Pero Dios se entera de esto y en castigo lo condena a navegar eternamente sin rumbo y sin tocar tierra, por lo que recibe el nombre de "Holandés Errante". Otras leyendas se refieren al capitán holandés Bernard Fokke o a Falkenburg. Las leyendas están datadas entre los siglos XVI y XVII. Diferentes versiones del mito recogieron y plasmaron Marryat, Irving, Wagner o Fitzball en el siglo XIX. En la obra de teatro de Fitzball al capitán se le permitía bajar a tierra una vez cada cientos de años para tratar de hallar una mujer con la que compartir su maldición, en la opera de Wagner cada siete, como en la película.


A partir de este momento, Pandora clava su mirada en el mar y es como si pareciera recibir una llamada desde el yate. Se interna en el mar y nada desnuda hasta el barco. Sube a él y se cubre con una lona. Allí, en su camarote,  pintando un cuadro, está su único tripulante, el holandés Hendryck van der Zee (un imponente James Mason),  que resultará ser el Holandés Errante. Hendryck está pintando un cuadro de Pandora, el mito griego. En la mitología griega, Pandora  fue la primera mujer, hecha por orden de Zeus para introducir males en la vida de los hombres, después de que Prometeo, yendo en contra de su voluntad, les otorgara el don del fuego. En el cuadro Pandora está a punto de abrir la famosa caja y su rostro, su rostro es el de Pandora Reynolds. No se parece en nada  a mi pero es como me gustaría ser, dice Pandora. Pandora fue la amada de los dioses de quienes recibió una preciosa caja que le estaba prohibido abrir, le cuenta Hendryck. Pandora enfadada por la arrogancia de quien parece conocerla mejor que ella misma borra su cara del cuadro. 

El holandés retoca el cuadro y justifica su retoque con las siguientes palabras "Pandora fue la primera mujer, la Eva de la leyenda griega, cuya curiosidad nos costó el paraíso terrenal. Me equivoqué al pintarla como una mujer en particular, por muy bella que sea. Pandora debería ser la mujer en abstracto, esposa y madre, el genérico y original huevo del que imaginamos que desciende la raza humana, la diosa secreta que todos los hombres desean". En ellas se hallan reunidas todas las posibilidades del mito. Pandora le pregunta a Hendryck si es en realidad el holandés errante...sin obtener respuesta. Geoffrey y Stephen van  a buscar a Pandora al barco. Pandora se arrepiente del sacrificio que le pidió a Stephen cuando despeñó su bólido. Este lo rescata del fondo del mar y lo arregla. Pandora se siente hasta cierto punto aliviada, con ese gesto de recuperar el coche,  porque sabe que esa renuncia la libera, en su fuero interno,  del compromiso.

Geoffrey pide a Hendryck le ayude a interpretar el manuscrito donde se narra la historia del holandés errante. Y el holandés comienza a leer el manuscrito. Así cuenta como asesinó a su esposa con un puñal creyendo que le había sido infiel. Le juzgaron...Se maldijo a si mismo y maldijo  a Dios  y dictó su propia condena al descubrir horrorizado que su mujer no le había sido infiel. Dice que despertó de un sueño, en plena noche. Escapó de su celda. Fue a su barco y se hizo realidad la automaldición. Intentó suicidarse con un puñal pero no lo consiguió. En su locura había dictado su propia sentencia. Sería inmortal y vagaría eternamente por  los océanos. Una vez cada siete años podría hacer una vida normal. Durante seis meses podría buscar una mujer buena y fiel pero debía estar dispuesta a morir por él, para que él supiera el verdadero significado del amor. ¿Fue un sueño? Vió el puñal en el suelo. No había nadie en el barco, ni vigía, ni timonel, ni ningún marinero. Les había visto hacía unas horas ¿o estaba muerto?. Estaba solo, indescriptiblemente solo. El timón giraba y el barco seguía su ruta. Era el capitán de una tripulación fantasma. Navegaría hasta el día del juicio final suplicando una muerte que no llegaría...
Y Hendryck sigue narrando la historia, ya sin leerla porque es su propia historia, ante el asombro del buen Geoffrey. No es solo el manuscrito el que ha vuelto a mis manos, dice Hendryck...En eso llega Pandora. Apenas falta un mes para que se case con Stephen. El Holandés cree próxima la salvación de su alma. Pero aparece otro personaje, el torero Juan Montalvo (Mario Cabré), con el que Pandora/Ava tuvo un "affaire" (lo digo porque la actriz tuvo un sonado romance con el torero en la vida real). Montalvo es un hombre  celoso, iracundo, con un clarísimo complejo de Edipo. Su madre, gitana no ve buenos augurios en las cartas. Piensa que algo malo le va a suceder a su hijo. Stephen con su coche arreglado realiza una peligrosa carrera en la playa para batir el record mundial  de velocidad y a pesar de algunos peligros lo consigue. Son tres los hombres: Hendryck, Montalvo y Stephen que están dispuestos a darlo  todo por una mujer. Todos celebran el triunfo de Stephen en el hotel Isabella. Janet, sobrina de Geoffrey, abronca a Pandora y le da una sonora bofetada porque está enamorada de Stephen. 

Entre estatuas y frente al mar, Hendryck y Pandora charlan y se sinceran. Ella le confiesa  "Hay algo que me desborda, una especie de sentimiento místico que siento por ti. Me da la sensación de que te he amado siempre, no en esta vida, sino en otras de las que no me acuerdo. Es como si esto ya hubiera ocurrido antes de conocerte; no me ocurrió a mí, sino a otra persona". Se besan. Juan Montalvo les vigila. Y continua: "He cambiado mucho desde que te he conocido. Fui destructiva y cruel por falta de amor, porque era infeliz". Ahora se siente liberada. Ante al pregunta de Hendryck de si estaría dispuesta a abandonar su vida por ejemplo, ella le contesta que sí, Si, Henry, moriría por tí, sin dudarlo un instante. Y tu que abandonarías por mí, le pregunta ella: Mi salvación. Hendryck es un hombre enamorado incapaz de lograr su salvación al precio de la muerte de ella. Por eso se sacrifica, la rechaza y le dice que no quiere volverla a ver. Quiere que se case con Stephen y se salve. Sin embargo el destino implacable no hará caso a los deseos de Hendryck y se cumplirá con inmisericorde precisión.
 Montalvo pide la mano a Pandora y es rechazado. Hay otro hombre, sabedor de que ese hombre es Hendryck y no Stephen. El es para tí pero tu no eres para él. La noche anterior a la corrida, Montalvo lanza un certero cuchillo contra Hendryck que cae al suelo herido...de muerte, para después rematarlo..Hendryck suplica: "Perdóname, Señor, porque he pecado. ¡Si pudiera morir! Pero, si tengo que seguir viviendo, te pido misericordia, Señor. ¡Es tan joven y tan bella! No permitas que ella muera para salvarme. Ya sé que esa fue la sentencia. Perdónala, no la dejes que me quiera". Hendryck no puede morir. Llega Pandora con un extraño presentimiento, había tenido una visión en la que lo asesinaban y no se cree la versión de Hendryck. 

Al día siguiente,  Montalvo torea en la plaza y le brinda a Pandora la muerte del toro, pero cuando en plena faena ve al holandés resucitado, se distrae y es corneado mortalmente."Yo le maté y está vivo", repite, sin cesar. Montalvo le confiesa a Pandora antes de morir que la noche anterior apuñaló a Hendryck. Pandora acude a Geoffrey y le transmite sus dudas. Quiere saber quien es Hendryck en realidad. Le asesinaron y revivió, dice. ¿Qué me estás ocultando?. Geoffrey ve el barco del holandés preparado para zarpar. No hay tripulación sobre la nave. Moriré si no le vuelvo a ver, continua Pandora. Tras muchas dudas Geoffrey le da, finalmente, el manuscrito y le dice: "Es su historia y también la tuya". Pandora lee el manuscrito. Geoffrey tiene una vez más una profunda sensación de fatalidad. La ausencia de viento retiene el barco del holandés en la bahía y Pandora se lanza de nuevo al mar para que se cumpla la mortal liberación del holandés. Hendryck la está esperando y recita los versos del Rubaiyat: “Pero el dedo implacable sigue y sigue escribiendo. Seducirlo no podrás con tu piedad o tu ingenio para lo escrito tachar o con tus lágrimas borrar ni una coma  ni un acento”. "Si sabías que tenía que acabar así ¿por que intentaste huir de mí? le pregunta Pandora. 

Hendryck le informa que ha vuelto a pintar el cuadro, ha devuelto su rostro al cuadro. Le enseña un retrato de su mujer. Es ella. P: ¿Asi llegó mi cara a ese cuadro?. Cuando llegué al barco por primera vez ya nos conocíamos. H: Si. Eramos marido y mujer separados durante siglos y reunidos de nuevo. En cuanto te ví, supe que volverías a mí. Hendryck le confiesa su amor. Se abrazan y se funden en un beso. El reloj de arena se detiene. Pandora aun conserva su apego a su naturaleza humana: P: ¿Cuanto tiempo crees que pasará hasta que...? Soy tan feliz que no puedo evitar querer que esto dure. Si tuviéramos un año, un mes. Pero los dos enamorados han conseguido superar las estrechas barreras del tiempo. H: ¿Cuánto tiempo crees que ha pasado desde que llegaste?  P: "Parece como si el tiempo no existiera".  H: "Durante estos siglos de soledad...deseaba morir. Todo eso no ha existido. En un momento has borrado los recuerdos de muchísimos años, años muy crueles. ¡Esta felicidad es tan intensa! Nuestro amor es real y no tiene noción del tiempo". P: "Es como si estuviésemos hechizados, fuera del tiempo, en el infinito". Los diálogos son magníficos.

El reloj de arena se quiebra, se hace añicos. Una repentina tormenta, un gran temporal (otra vez me viene a la cabeza la tormenta final de Jennie)  hace zozobrar el barco y se lleva al fondo del mar los cuerpos de los dos amantes. El circulo del relato se cierra. Termina la película con la voz del narrador, de Geoffrey que se pregunta si este libro puede proceder del más allá y si trae un mensaje de vida y no de muerte. Y desea que el Holandés disfrute tanto de su amor como sufrió por causa de su castigo divino. Geoffrey tiene dos copias del mismo escrito, separados por más de tres siglos de diferencia, pero si lo dijera todo el mundo creería que se ha vuelto loco de tanto investigar sobre viejas leyendas. "Vivimos en una época en la que no existe la Fe, pero el dedo implacable sigue y sigue escribiendo, seducirlo no podrás con tu piedad o tu ingenio para lo escrito tachar o con tus lágrimas borrar ni una coma ni un acento".

La película fue para mí todo un descubrimiento cuando la ví no hace demasiados años, tal vez cinco o seis. Reconozco que no es una película para todos los gustos ni para mentes simplonas. Excesivamente intelectual, con varias lecturas, muchos símbolos  y referencias a los mitos, pues  se basa precisamente en dos de ellos, el clásico de Pandora y el medieval de Holandés Errante, la película es un emotivo homenaje al amor romántico que supera las fronteras del tiempo (otra conexión con la citada Jennie).  Dos amantes a los que la fatalidad (el asesinato)  les han separado y condenado a vivir océanos de tiempo en soledad, Hendryck condenado a vagar eternamente solo por los mares (magnífica interpretación de un James Mason que transmite perfectamete esa tristeza vital); Pandora, representación de esa semidiosa, esa mujer poliédrica, huerfana de amor, asesinada y reencarnada, sin recuerdos, en una fría y voluptuosa artista. Ambos se reconocerán como esos amantes separados durante siglos a los que la muerte redimirá y les permitirá reunirse para siempre como espiritus puros. El destino se cumple, pues el se vera redimido y conocerá el verdadero significado de lo que significa amar y ella en la prueba más suprema del amor renunciará a su propia vida, "el amor se mide según lo que uno está dispuesto a abandonar", se dice en la película. Los dos estaban dispuestos a  sacrificarse uno por el otro, en la prueba más sublime de amor fou, pero el destino les unirá para siempre en el lecho del fondo marino. 

Hay muchos símbolos, signos y metáforas en la película, desde los cabalísticos que se refieren a la boda con Stephen, el 3 del 9, el 9 del 3, pasando por las imagenes del reloj de arena, el tiempo, el cuadro de Pandora, el bólido de coches símbolo de modernidad y de aproximación al tanathos. En la película hay muchos símbolos y metáforas  en los que se mezclan la muerte, la vida y la pasión, el coche de carreras, el torero que se enfrenta a la muerte por el toro, como un héroe griego ante el Minotauro, numerosas alusiones textuales y visuales a la cultura griega y mediterranea. La vida es mucho más de lo que vemos. La película es en cierto sentido una tragedia romántica, con ribetes clásicos, donde los personajes se enfrentan y caminan irremisiblemente hacia su propio destino

El director hace un adecuado uso del tecnicolor, hasta el punto de que también como Dieterlie en Jennie, a menudo utiliza técnicas pictóricas más que fotográficas en la película como si estuviese pintando un cuadro al oleo.  Ava aparece, en esta película,  en el culmen de su belleza. Hay infinidad de fotogramas inolvidables en los que la actriz luce esplendorosa. Ava luce un buen número de vestidos coloristas y espectaculares. Junto a "La Condesa descalza" y "Mogambo" es probablemente una de las tres películas que cimentan, de verdad, la gloria de este mito del cine. Las tres películas citadas nos dejan ver facetas de su verdadera personalidad y el personaje o los personajes que interpreta en esas películas se fusionan  hasta tal punto con su personalidad y su voluptuosa belleza  que es difícil saber donde empiezan Maria Vargas, Pandora Reynolds o Eloise Kelly y termina Ava Gardner.

 

3 comentarios:

  1. Tossa de Mar no és una ciudad empordanesa, es un pueblo de la Costa Brava, en la provincia de Girona, comarca de La Selva.
    Saludos!

    ResponderEliminar