Título original: The Lodgers. Año: 2017. Duración: 92 minutos. País: Irlanda. Director: Brian O´Malley. Guión: David Turpin. Música: Kevin Murphy. Fotografía: Richard Kendrick. Produce : Tailored Films. Epic Pictures Group. Avatar Audio Post Production. Bowsie Workshop. Outer Limits Post Production. E-Color Studios Point 360. Interpretes: Charlotte Vega, Bill Milner, Eugene Simon, David Bradley, Moe Dunford, Roisin Murphy, Deirdre O'Kane, Emmet Kelly, Emma Whelan, Tara Doyle.






No se puede ocultar que la peli tenía unas muy buenas mimbres como para haber arribado a buen puerto. Las interpretaciones de los hermanos no están mal, quizás la del chico, Edward, es más oscura y un punto histriónica en la evolución de su mente atormentada mientras la de la chica, Rachel, que sostiene buena parte de la película, hace más creíble su personaje y es más espontánea en su interpretación, mostrando el inevitable deseos de escapar y de vivir en libertad de una joven que vive su primera experiencia sexual con un joven del pueblo. Pero la película es sobre todo una autentica gozada visual de ambientación gótica, con una muy lograda atmósfera y una malsana belleza. Nos encontramos en la Irlanda de los años 20, recién acabada la primera guerra mundial. Dos gemelos adolescentes huérfanos a punto de llegar a su despertar sexual viven en la decrépita e imponente mansión de Loftus Hall, de acuerdo a unas normas impuestas por unas fantasmagóricas criaturas: deben estar en su habitación antes de la medianoche, no pueden dejar entrar en la casa a ningún desconocido y si uno de los dos abandona la mansión el otro morirá. Están condenados a vivir en la mansión para siempre repitiendo generación tras generación, desde hace más de 200 años, una incestuosa relación que terminará inexorablemente con su muerte. Pero la hermana, Rachel, se niega a aceptar ese inexorable destino.



