sábado, 17 de marzo de 2018

La atormentada travesía de nuestra antiheroína favorita "Jessica Jones". La serie de Marvel-Netflix se supera en esta 2ª temporada


Acabo de ver el final de la segunda temporada de "Jessica Jones", se podría decir que en una media maratón. Y el balance que puedo hacer de esta segunda temporada no puede ser más satisfactorio. En esta temporada descubriremos porque Jessica es como es: un ser solitario, frágil emocionalmente, que ahoga sus penas en alcohol, dura en apariencia por fuera pero ávida de cariños, de afecto, como cualquier ser humano. La temporada gira casi íntegramente sobre su persona. Recordaremos como perdió a  toda su familia en un accidente de tráfico, y luego fue adoptada por los Walker, de hecho para ella Trish es como una hermana y Dorothy Walker su madre adoptiva.

Al investigar en su pasado y el origen de sus poderes, Jessica descubrirá la siniestra trama de IGH, un centro ilegal de investigación médico-genético, pero aun descubrirá algo mucho peor, que su madre Alisa sobrevivió al citado accidente, fue objeto de experimentos por parte del doctor Karl Malus y que como consecuencia de ellos y de los superpoderes sin control que obtuvo, se  convirtió  en una feroz asesina, una autentica máquina de matar que ha ido eliminando a todos aquellos que pudieran ir  descubriendo  algún rastro de dicha compañía, o de su fundador el doctor Malus con el que se casó tiempo atrás.

Asistiremos, de este modo, a un atormentado torbellino de emociones y sentimientos contradictorios por parte de Jessica, la persona que, por un lado desea detener a la que considera una asesina sin piedad, y que por otro lado es la hija que añora  a su madre y que la recupera, aunque dañada mentalmente,  17 años más tarde. Ella es, además, la única persona capaz de controlar sus ataques de ira incontrolada. Como en una montaña rusa, la relación de Jessica y su madre Alisa, pasará por todo tipo de vicisitudes: del miedo a la traición, pasando finalmente por la confianza y el amor, hasta el punto de que Jessica es capaz de dejarlo todo por escapar con su madre, por salvarla y redimirla. La temporada nos muestra a una Jessica que duda continuamente de sí misma: vuelve a matar a una persona, aunque sea en defensa propia y la despreciable catadura moral del fallecido le hiciera acreedor a su desdichada suerte. Y es que Jessica se mira en su madre como si lo hiciese en un espejo. Y se pregunta continuamente si será o se convertirá en alguien como ella.

La salvación de una familia en un accidente  de tráfico, con grave riesgo para sus vidas, las convierte por un momento en un par de intrépidas superheroínas anónimas. Y su madre siente por primera vez el placer, la satisfacción de hacer el bien. Lastima que la felicidad dure poco en casa del pobre. Alisa es consciente de que su final está a punto de llegar, ha sentido el fugaz destello de la felicidad, junto a su hija,  y en una inolvidable escena, en lo alto de una noria,  que les retrotrae a sus felices recuerdos familiares, será asesinada de un tiro por Trish Walker, aunque a ojos de todos parezca que haya sido la propia Jess la que disparó a su madre.

La temporada habla  no solo de afectos, -Jessica sentirá los afectos del portero hispano de su edificio y de su hijo, Vido,  y es que Jessica tiene derecho a ser feliz, veremos cuanto le dura-, sino que también habla de egoísmos, envidias, manipulaciones y lealtades. Al margen de la trama  principal de Jessica, disfrutaremos de otras tramas secundarias, como la de Jeri Hogart, brillante interpretación de Carrie Ann Moss, que se enfrenta ante la muerte y que engañada por unas personas en las que llega a confiar, perpetra una retorcida venganza, pura justicia poética, o también la de Tris Walker, insegura, envidiosa de los poderes de su hermana y celosa del amor que ésta profesaba a su reaparecida madre biológica, razón por la que probablemente  acabo matándola. 

Como señalé en mi primera reseña sobre la serie, el duo Marvel-Netflix ha logrado, con sus series de atormentados superhéroes humanos, atraer y enganchar a un público adulto al que no le agradan demasiado los  héroes de cartón piedra,  disfrazados con ridículas mallas de colores sino que prefiere héroes ordinarios, personas de carne y hueso, complejos, poliédricos,  con sus dudas y debilidades. Estrenada el día  8 de marzo, día de la mujer trabajadora, los capítulos de esta temporada han sido dirigidos todos por mujeres y a tenor de los resultados,  han hecho un gran trabajo. En resumen excelente segunda temporada de Jessica Jones, muy recomendable para los que les gustó la primera. Esperemos que la tercera temporada no se haga esperar tanto como está, pues desde la primera a esta segunda han pasado casi dos años. ¿veremos en la próxima los poderes de la nueva superheroína Trish "Hellcat o Gata infernal"?.

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