Aunque fue estrenada en octubre de 2015 acabo de descubrir esta interesante serie de ficción histórica a la que estoy realmente enganchado y cuya segunda temporada se está emitiendo actualmente. Está basada en la trilogía de novelas de Bernard Cornwell "The Last Kingdom", "The Pale Horseman" y "The lords of the North" que narra las luchas de los vikingos, aquí les llaman daneses, contra los reinos de Inglaterra, la llamada "heptarquía" y especialmente contra el único reino que se mantuvo sin ser sometido, el reino meridional de Wessex, bajo el mando del rey Alfredo, al menos en la primera temporada. En la serie se mezclan algunos personajes y hechos históricos con personajes que nunca existieron y una entretenida trama ficticia de conspiraciones, venganzas y batallas protagonizadas por el protagonista, Lord Uhtred de Bebbanburg, que en realidad nunca existió. Uhtred fue capturado de niño por los daneses y criado como un danés. El destino le obligará, cuando sea adulto, a moverse entre su condición de sajón, nunca aceptada del todo por el resto de los sajones que le ven como un danés, y que aspira a recuperar su condado en Northumbria y la amistad y fraternidad con algunos de los daneses como Ragnar el joven o su amiga sajona-vikinga Brida, con los que se crió y creció, por lo que su lealtad será puesta a prueba a cada momento.
He de reconocer que la serie me atrapó casi desde el primer momento. Sus capítulos son densos, largos, casi llegan a la hora de duración pero tienen un ritmo endiablado. No hay espacio para el aburrimiento. Siempre está pasando algo y siempre algo de interés. Es inevitable comparar esta serie con otras dos producciones, por la temática, en parte, similar: "Vikings" de History Channel, con la que comparte la misma época y hechos históricos, -la invasión vikinga de Inglaterra a partir del siglo IX- y "Juego de Tronos" de la cadena HBO, con la que comparte una complicada trama de invasiones, luchas de clanes y reinos vecinos. Y sin embargo esta serie creo que no sale ni muchísimo menos malparada a pesar de la diferencia de medios entre unas y otra.
La serie retrata con acierto un tiempo y una sociedad pasados, como solo los británicos saben hacerlo, a través de mil y un detalles: la recreación de las aldeas y ciudades, la vestimenta, los hábitos de higiene, la comida, las armas, las escenas de lucha, con un realismo asombroso que te traslada casi por un momento a aquellas duras y oscuras centurias de la edad media. No en vano es una producción de BBC America. La serie está perfectamente fotografiada, con un cuidado especial en la luz, los encuadres y los paisajes y estupendamente interpretada. La mayoría de los personajes están muy bien definidos y tienen un carisma especial, como Uhtred, Brida, Leofric... y tantos otros. Aquí no encontraremos grandes cortes feudales ni oropeles. Todo es mucho más modesto, adusto y realista. Y las mujeres, que tienen un papel muy relevante en la trama de la historia y en la vida del protagonista, aparecen con toda su belleza natural, dejando al descubierto sus bien dibujadas personalidades.
La serie no rehuye ni el sexo, ni la violencia explícita aunque probablemente no lo hace ni en la proporción ni con la libertad que la producción de los reinos de Poniente. A veces dudamos, como lo hace el protagonista, entre ponernos del lado de esos nobles y pasionales vikingos de lealtad inquebrantable, ancha sonrisa, buen beber y pelea fiera como Ragnar el joven o la sajona-vikinga Brida o de servir lealmente a un rey como Alfredo, manejado por curas y camarillas con oscuros intereses personales que sacan a flote lo peor, lo más mezquino del alma humana. Y que decir del débil monarca de Cumberland, Godred, un danés manipulado también por un astuto monje que conducirá a nuestro héroe a la esclavitud. Menos mal que al final recibe su merecido. Pese a retratar una época histórica muy concreta: el nacimiento, a partir de los reinos históricos originarios, de la Inglaterra actual, su verdadero valor no está en hacer una crónica del origen de ésta sino en contarnos y hacerlo con maestría la historia personal verdaderamente rocambolesca, cuasi folletinesca de nuestro protagonista. En definitiva una serie magnífica, muy recomendable.
La serie retrata con acierto un tiempo y una sociedad pasados, como solo los británicos saben hacerlo, a través de mil y un detalles: la recreación de las aldeas y ciudades, la vestimenta, los hábitos de higiene, la comida, las armas, las escenas de lucha, con un realismo asombroso que te traslada casi por un momento a aquellas duras y oscuras centurias de la edad media. No en vano es una producción de BBC America. La serie está perfectamente fotografiada, con un cuidado especial en la luz, los encuadres y los paisajes y estupendamente interpretada. La mayoría de los personajes están muy bien definidos y tienen un carisma especial, como Uhtred, Brida, Leofric... y tantos otros. Aquí no encontraremos grandes cortes feudales ni oropeles. Todo es mucho más modesto, adusto y realista. Y las mujeres, que tienen un papel muy relevante en la trama de la historia y en la vida del protagonista, aparecen con toda su belleza natural, dejando al descubierto sus bien dibujadas personalidades.
La serie no rehuye ni el sexo, ni la violencia explícita aunque probablemente no lo hace ni en la proporción ni con la libertad que la producción de los reinos de Poniente. A veces dudamos, como lo hace el protagonista, entre ponernos del lado de esos nobles y pasionales vikingos de lealtad inquebrantable, ancha sonrisa, buen beber y pelea fiera como Ragnar el joven o la sajona-vikinga Brida o de servir lealmente a un rey como Alfredo, manejado por curas y camarillas con oscuros intereses personales que sacan a flote lo peor, lo más mezquino del alma humana. Y que decir del débil monarca de Cumberland, Godred, un danés manipulado también por un astuto monje que conducirá a nuestro héroe a la esclavitud. Menos mal que al final recibe su merecido. Pese a retratar una época histórica muy concreta: el nacimiento, a partir de los reinos históricos originarios, de la Inglaterra actual, su verdadero valor no está en hacer una crónica del origen de ésta sino en contarnos y hacerlo con maestría la historia personal verdaderamente rocambolesca, cuasi folletinesca de nuestro protagonista. En definitiva una serie magnífica, muy recomendable.
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