Título: La Transformación. Un hombre escribe en un avión cuando, de repente, le brota sangre de la nariz. Se dirige al baño. Los minutos pasan. Algo sucede en su interior. El hombre se transforma en una especie de puercoespin. El avión (vuelo 781) se estrella. El equipo Fringe busca entre los restos del aparato alguna pista. Y encuentran los restos del hombre-puercoespin que al parecer respondía al nombre de Marshall Bowman. Tenía una especie de disco en su mano izquierda, similar al encontrado en la agente de la DEA, Evelina Mendoza, en el episodio nº 3, "La red fantasma".
De nuevo aparece en la trama el personaje de John Scott. Olivia habla a su hermana de su relación con Scott. Por este capítulo sabremos también que el ex de Rachel es un tipo poco recomendable. Además, Olivia cuenta a su compañero Charlie que comparte la conciencia con el agente Scott. Olivía descubre que Marshall, Scott y un tal Daniel Hicks trabajaban juntos. A Hicks le sucede lo mismo que a Marshall (y también tenía un disco en la mano), sin embargo Walter logra controlar y detener la transformación.
Al parecer los afectados por la "transformación" eran portadores de un terrible virus que se proyecta vender en el mercado negro por parte de un tal Conrad. Olivia descubre que tienen a Scott en las instalaciones de Massive Dynamics. Olivia se introduce, de nuevo, en el tanque de privación sensorial para averiguar donde va a ser la venta. Olivia despierta en un dormitorio, era el sitio, al parecer, donde tenía sus encuentros amorosos con John Scott. Scott ve a Olivia en esta experiencia extracorporea y habla con ella. "Te echo de menos" le dice. Olivia le dispara. Vemos luego a Olivia en un callejon. "Quiero respuestas John". "Ahi está Conrad". Scott dejo escapar a Conrad. Scott formaba parte de una unidad secreta del gobierno americano y le recomienda a Olivia que hable con Hicks, pues parece ser que él tiene la información.
Por pequeños detalles como el abracito de Peter al sacar a Olivia del tanque y la mirada de "carnero degollado" de este vemos que el joven Bishop está claramente por los huesos de nuestra Olivia.
Hicks colabora con el equipo Fringe. Se prepara una arriesgada acción operativa y es la de hacerse pasar, Olivia, por compradora del virus, con el fin de detener a Conrad. Peter le acompaña. La escena es antológica, llena de tensión. Hicks le "chiva" a Olivia todo lo que tiene que decir para salir airosa del encuentro e interrogatorio al que la someten los hombres de Conrad. "Ernesto ha vuelto al sotano" es la contraseña que utilizan al entrar en contacto. Les ofrecen además del cargamento un mutador inverso. Pero Hicks se transforma y no puede seguir ayudandola. Aparece Conrad que ordena matarlos. Olivia dice entonces la palabra mágica "Navidad", señal para que intervenga el grupo de asalto del FBI. "Saludos de John Scott", dice Conrad.
Olivia vuelve a introducirse en el tanque de privación sensorial pues quiere despedirse del agente Scott. Scott no era un traidor. Olivia le cuenta a Scott que han cogido a Conrad. "No debi dudar de tí". El episodio termina con un beso entre ambos y una breve declaración y muestra de su amor: "Te quiero, Liv" dice Scott y le da el anillo como muestra de ese amor, ese anillo en el que aparecía en otro episodio la inscripción "always", "para siempre".
Con este capítulo cerramos un ciclo de episodios en los que la conciencia de Olivia se mezclaba con la del agente Scott. La agente Dunham queda, a partir de este momento, en paz con su pasado más reciente y mira hacia delante. ¿Qué le deparará el destino?.
Al parecer los afectados por la "transformación" eran portadores de un terrible virus que se proyecta vender en el mercado negro por parte de un tal Conrad. Olivia descubre que tienen a Scott en las instalaciones de Massive Dynamics. Olivia se introduce, de nuevo, en el tanque de privación sensorial para averiguar donde va a ser la venta. Olivia despierta en un dormitorio, era el sitio, al parecer, donde tenía sus encuentros amorosos con John Scott. Scott ve a Olivia en esta experiencia extracorporea y habla con ella. "Te echo de menos" le dice. Olivia le dispara. Vemos luego a Olivia en un callejon. "Quiero respuestas John". "Ahi está Conrad". Scott dejo escapar a Conrad. Scott formaba parte de una unidad secreta del gobierno americano y le recomienda a Olivia que hable con Hicks, pues parece ser que él tiene la información.
Por pequeños detalles como el abracito de Peter al sacar a Olivia del tanque y la mirada de "carnero degollado" de este vemos que el joven Bishop está claramente por los huesos de nuestra Olivia.
Hicks colabora con el equipo Fringe. Se prepara una arriesgada acción operativa y es la de hacerse pasar, Olivia, por compradora del virus, con el fin de detener a Conrad. Peter le acompaña. La escena es antológica, llena de tensión. Hicks le "chiva" a Olivia todo lo que tiene que decir para salir airosa del encuentro e interrogatorio al que la someten los hombres de Conrad. "Ernesto ha vuelto al sotano" es la contraseña que utilizan al entrar en contacto. Les ofrecen además del cargamento un mutador inverso. Pero Hicks se transforma y no puede seguir ayudandola. Aparece Conrad que ordena matarlos. Olivia dice entonces la palabra mágica "Navidad", señal para que intervenga el grupo de asalto del FBI. "Saludos de John Scott", dice Conrad.
Olivia vuelve a introducirse en el tanque de privación sensorial pues quiere despedirse del agente Scott. Scott no era un traidor. Olivia le cuenta a Scott que han cogido a Conrad. "No debi dudar de tí". El episodio termina con un beso entre ambos y una breve declaración y muestra de su amor: "Te quiero, Liv" dice Scott y le da el anillo como muestra de ese amor, ese anillo en el que aparecía en otro episodio la inscripción "always", "para siempre".
Con este capítulo cerramos un ciclo de episodios en los que la conciencia de Olivia se mezclaba con la del agente Scott. La agente Dunham queda, a partir de este momento, en paz con su pasado más reciente y mira hacia delante. ¿Qué le deparará el destino?.
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