viernes, 26 de septiembre de 2014

"Extant", historia de una decepción


Acabo de ver el último capítulo de la primera y tal vez última temporada de Extant. Y mi pregunta es ¿Cómo una serie con tan buenos mimbres como ésta puede naufragar de forma tan estrepitosa?. La serie ha ido pinchando capítulo tras capítulo en audiencia (pasando de los 9,5 millones de la premiere a los 5,5 del capítulo final) y no me extraña. Empezaré por enumerar las cosas que no me han gustado. Es una serie con graves desequilibrios en el ritmo narrativo. Durante los primeros episodios se avanza con mucha lentitud en la trama, de repente se acelera y al poco tiempo vuelve a ralentizarse para acabar nuevamente acelerando en su tramo final. Siendo una serie con una historia lineal, osea que no está compuesta por capítulos autoconclusivos, uno no se puede permitir el lujo de perder el tiempo, demorándose en innecesarias disgresiones e introducciones a los personajes, en idas y venidas porque lo único que se logra es aburrir al espectador y hacerle abandonar el barco antes de tiempo. 

La serie tocaba dos temas fundamentales, como avancé en la anterior entrada dedicada al estreno de la serie: el de la inteligencia extraterrestre y el de la inteligencia artificial, ambos muy del gusto de su productor, Steven Spielberg. Sus referentes más cercanos son las películas "Inteligencia Artificial" y "La Cara del Terror". Ambos temas han caminado paralelos a lo largo de la serie confluyendo en el desenlace final. Ambos asuntos tenían infinitas posibilidades de desarrollo, pero sus creadores  se han quedado, apenas, en la superficie de estos, habiendo sido, ambos, absolutamente desaprovechados, especialmente el robótico que podría o debería haber dado mucho más de sí. En cuanto al tema de la inteligencia extraterrestre, nos quedamos con algunas dudas o interrogantes como la motivación final del ente alienigena: ¿Qué le empuja a comportarse como lo hace? ¿Miedo, espíritu de autodefensa, deseo  de aniquilación?. El ente consistía en una especie de ser energético, compuesto por una especie de esporas que recreaba realidades inexistentes (p.ej: seres queridos muertos que volvían a la vida), y hacendo confundir la realidad con la ficción. El híbrido alien  tenía  un toque al estilo de  los niños del  "pueblo de los malditos", por aquello de sus fosforecentes ojos, y ha sido objeto, a lo largo de toda la serie, de la maternal protección de Molly (protección que no acabo de entender dada la dudosa motivación de este ser). 

Ha habido muchos aspectos por resolver. El final, demasiado apresurado, deja algunos flecos abiertos: no nos han contado que fue de Yasumoto, responsable de la conspiración multinacional, qué destino le espera a la humanidad, con el niño alien deambulando por las calles, el futuro del niño robot  Ethan, etc. La serie generaba, en su primer capítulo, unas expectativas tal vez demasiado elevadas que se han visto defraudadas por su torpe y arrítmico desarrollo. La serie tenía un impresionante diseño de producción, con efectos especiales cuidados y una exquisita ambientación futurista, tanto en el ámbito robótico como espacial y que realmente te trasladaban a un creíble inmediato futuro. Por supuesto que ha  habido algunos buenos momentos en la serie, pocos, todo hay que decirlo, por sus continuos bajones de ritmo y ese final tan poco climático. No se ha producido ese sorprendente y esperado climax que cabría esperar en su desarrollo argumental.

En cuanto a las interpretaciones, la de Hally Berry, como Molly Woods, termina siendo con el paso de los capítulos un poco fría,-parece como si no se acabara de meter en el papel-, mientras que su marido Goran Visnjic, -en el papel de John-, realiza un esforzado trabajo interpretativo y Pierce Gagnon borda el papel del niño robot. Respecto a los secundarios a destacar los papeles de Charlie Bewley, como el terrorista Odin James, Grace Gummer como la ayudante de John, Michael O´Neill como el siniestro Alan Sparks y Hiroyuji Sanada como Hideki Yasumoto, estos últimos responsables  de la  "conspiración", ese tipo de conspiraciones secretas que con tanta frecuencia solemos ver en otras serie de género, incluso en algunas que no lo son. La temporada ha terminado con el sacrificio de Ethan, que engaña al ordenador, haciéndose pasar por humano, al elevar su temperatura y ayuda a su madre a desenganchar la nave de escape de la estación Seraphim para salvar al mundo. La elevación de su temperatura provocó la detonación de la bomba que le había colocado Odin en el interior de su cuerpo. Sin embargo, parece que Ethan no ha muerto del todo. Su código esta desaparramado por la red al estilo del protagonista de la película "Transcendence". De momento y aunque parece poco probable la renovación, a fecha de hoy, no está confirmada oficialmente su cancelación. La calificación provisional que en la anterior entrada sobre la serie, -tras ver el piloto-,  situé en 4 estrellas sobre 5 (un 8 sobre 10) se ha convertido finalmente en 3 estrellas sobre 5 (un 6 sobre 10).

Calificación:

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