Título: Acción humana. Otro capítulo autoconclusivo, donde al principio nada es lo que parece. Unos policías persiguen a unos delincuentes que parecen haber secuestrado a un niño. Cuando los detienen sucede lo imprevisto. Se tirotean, se suicidan lanzándose al vacío y la policía que sobrevive hace los mismo, disparándose un tiro en la sien. Un claro caso de control mental, control que ejerce un chico llamado Tyler Carson que desapareció hace 36 horas. El chico es hijo de un empleado en la división aeroespacial de Massive Dynamics. Olivia, acompañada del resto del equipo visitan a Nina Sharp y hablan con el padre del chico. Mientras tanto el chico acompañado de sus presuntos secuestradores, que en realidad eran empleados modélicos, atracan un establecimiento donde un cliente acaba abrasado y el propietario electrocutado. Walter realiza la autopsia a la mujer policía que se suicidó y certifica que no están ante un caso de hipnosis sino de control mental. El control mental puede causar daños cerebrales. Y en la masa cerebral de la agente muerta se perciben claramente unos hematomas. El control se realiza a través del oído. Opera por el nervio cloquear del oído.
Hay algo que no les cuadra cuando llama el chico y comunican al equipo que los secuestradores piden 2 millones de dolares. El dinero parece más un señuelo que otra cosa. Walter encuentra un modo de escapar al control mental del chico: llevar unos auriculares en los que se oiga un sonido blanco como el que se oye en el útero materno. Se organiza el operativo con todos los agentes con los auriculares puestos (Walter se emociona, "creen que el FBI me darán un arma") pero el sistema no funciona y Peter acaba convirtiéndose en rehén y marioneta del niño. Puede controlar todo su cuerpo o una parte. El padre del chico colaboró en un experimento de la División farmaceutica de Massive y el chico parece que tomó o combinó, ¿por accidente? unas drogas que estimulaban la capacidad cerebral para controlar objetos a distancia (¿aviones de combate?) y una medicina contra el trastorno del déficit de atención. El caso se complica aun más cuando descubrimos que el chico desea reunirse con su madre en el extranjero, con apoyo de fuerzas de inteligencia, y que su padre había dicho que había muerto en un accidente de coche porque no quería que supiese que en realidad le había abandonado. Walter casi pega al doctor Carson y Peter está a punto de matar a un policía bajo el control del chico.
Al convertirse casi en un problema de seguridad nacional, le retiran el caso al equipo Fringe y van a intervenir las fuerzas especiales. Walter tiene miedo a perder a Peter, de nuevo. Peter siempre me ayuda. No sé que hacer. Y a mi también, dice Olivia. . Nina logra desbloquear al inseguro y temeroso Walter: Se que estás asustado pero eres el único que puede ayudar a Peter. Walter inventa un demodulador MF que altera las ondas beta: Peter y Tyler recalan en un "peep show". Al final el chico y Peter encuentran a su madre, Reene Davies, y a su nuevo marido. Llegan a la casa, Olivia y Broyles. Peter dispara a Broyles, aunque afortunadamente sin consecuencias fatales. Walter logra bloquear la mente del chico, momento que aprovecha Peter para estrellar el coche y salirse de la carretera. Al final, Peter bromea con Broyles: Me va a guardar esta durante mucho tiempo, dice refiriéndose a la bala que le hirió el brazo. Nina informa a Bell: el experimento Penrose-Carson de control mental ha sido todo un éxito. Y acabamos viendo que el caso Tyler es uno más de otros promovido o creado por la extraña y fascinante compañía Massive Dynamics: ¿Soldados en la guerra con otros universos?
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