Otra serie basada en uno de los grandes títulos cinematográficos de los años 70, "El exorcista", basado a su vez en el gran éxito literario de William Peter Blatty. Si hace unos meses nos referíamos a "Damien", basada en la cinta "La Profecía", en esta ocasión, le ha tocado el turno a aquella inolvidable película de William Friedkin de los años 70, concretamente de 1973, -yo leí la novela un año más tarde con apenas 11 años-. Mis primeras impresiones, pese a los malos resultados en las audiencias, no pueden ser más positivos. El primer episodio, que nos presenta sucintamente a los personajes y la intriga ya apuntaba maneras, magníficos los guiños a la película como la escena inicial de la casa en la colina y los perros ladrando al sacerdote y la inolvidable sintonía de Mike Oldfield (Tubular bells), cerrando el capítulo, pero es que la segunda entrega confirma sobradamente la calidad del producto. Cuenta con una buena dirección y la serie mantiene el ritmo, la tensión, creando un clima desasosegante, sin caer en el susto fácil. Solo de vez en cuando nos sorprende con alguna escena un poco asquerosilla, pero este tipo de escenas están afortunadamente sabiamente medidas. Debieran aprender de ella muchos creadores de series que utilizan la posesión demoniaca como fácil recurso y dan autentica grima. Todos los aspectos están muy cuidados: la fotografía, donde imperan los tonos oscuros, la cinta sonora, minimalista como aquella, y sobre todo las interpretaciones.
En esta serie tenemos dos sacerdotes, interpretados por Alfonso Herrera, en el papel del padre Tomas y de Ben Daniels, como el Padre Markus, con serias dudas existenciales, el primero viene de una relación amorosa no superada, el otro es un experto exorcista alejado de la jerarquía eclesiástica, cuya última experiencia con el diablo fue letal para el niño poseído. La presencia de este último llena la pantalla y eleva el nivel de la serie. Herrera no está mal, de momento cumple con creces su cometido. Las hijas, Casey y Kate, realizan unas correctas interpretaciones, así como el marido aquejado de una lesión cerebral. Quizás me chirría un poco el papel de Geena Davis, con una interpretación un tanto forzada. Hacía tanto tiempo que no la veía en pantalla, que me pareció que el tiempo no había sido demasiado benevolente con ella. Probablemente no sea una serie de largo recorrido, creo que hay cinco capítulos producidos, las audiencias no acompañan y todo sabemos como se las gasta la FOX, pero es una serie que seguiré con atención.
Act. 13-11-16: La serie, de momento, mantiene el interés. Eso sí, descubrimos que Casey es en realidad hija de Regan, interpretada, por Geena Davis, la niña poseída de El Exorcista, lo que convierte a esta serie más que en un reboot o remake en una especie de spin-off de aquella. Y es que el Diablo no renuncia tan fácilmente a ser derrotado como lo fue entonces y ha vuelto a cebarse en esta familia. Sorpresa también al descubrir que la propia iglesia alberga una poderosa secta satánica.
Act. 13-11-16: La serie, de momento, mantiene el interés. Eso sí, descubrimos que Casey es en realidad hija de Regan, interpretada, por Geena Davis, la niña poseída de El Exorcista, lo que convierte a esta serie más que en un reboot o remake en una especie de spin-off de aquella. Y es que el Diablo no renuncia tan fácilmente a ser derrotado como lo fue entonces y ha vuelto a cebarse en esta familia. Sorpresa también al descubrir que la propia iglesia alberga una poderosa secta satánica.
tiene los dias contados. Tambien es un desproposito como damian y otros.
ResponderEliminarEs mejor que Damien, en mi opinión, pero tiene un corto recorrido. Será difícil que vaya más allá del libro y la película en que se basa.
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