martes, 15 de agosto de 2017

Termina Orphan Black, la serie de los clones, con un bonito final feliz


Acaba de finalizar la serie "Orphan Black" y lo ha hecho, como cabía esperar, cerrando todas las tramas y con un "happy end" de libro. Comenzábamos con Cosima y Sarah, esta última herida, en la isla del doctor Moreau, vamos, quiero decir del fundador del movimiento neolucionista, P.T.Westmoreland; un hombre de aparentemente 170 años de edad que, de algún modo, con sus descubrimientos, pretende buscar la inmortalidad,  la eterna juventud, a pesar de que sus experimentos hayan  dejado multitud de víctimas y monstruos (experimentos fallidos) por el camino. En ese propósito le asiste Rachel Duncan, que veíamos, como al final de la anterior temporada, hería casi de muerte a su madre adoptiva Susan Duncan. Cosima que se encuentra en la isla logrará descubrir la verdad, con la ayuda de Sarah que logra escapar del lugar en un bote, y del resto de la familia. 


En realidad el tal Westmoreland es un auténtico fraude, un científico loco y malvado que, con ayuda de Susan Duncan y luego de Virginia Coady, comenzó en los años 60, el experimento de los clones, primero con el proyecto Leda, que dió lugar a las niñas clon y luego con el proyecto Castor, que pretendía crear una especie de soldados perfectos. Pero la lucha contra el movimiento neolucionista y las Industrias Dyad no será nada fácil. Están en juego la vida y seguridad de las hermanas y sobre todo de Kyra, hija de Sarah, que parece albergar el secreto genético que Westmoreland tanto ansia. Solo el cambio de bando, a  última hora, del clon malvado, personificado por Rachel Duncan, logrará dar la vuelta a este desigual combate. En el tramo final de la serie veremos desaparecer a un personaje principal, clave en la vida de Sarah, su madre adoptiva Siobhan Sadler, que muere a manos de Ferdinand, perro guardián de Rachel, que a su vez muere a manos de Siobhan. En el último capítulo asistiremos a la esperada muerte de los villanos, Virgina Coady y P.T Westmoreland.

Todo empezó cinco años atrás, en el primer capítulo de la primera temporada, cuando una muchacha que responde al nombre de Sarah Manning hace una llamada para asegurarse de que su hija está bien y es testigo de como una mujer, idéntica a ella, Elizabeth Childs, se arroja a las vías. Ese será el comienzo de un sorprendente descubrimiento, de que ella es un clon y de que hay otras como ella dispersas por el mundo, y de una infatigable lucha contra poderosas corporaciones que no se detendrán ante nada y ante nadie con el fin de preservar sus espurios intereses. La serie ha logrado mantener un nivel bastante aceptable de calidad, aunque con algún altibajo que otro, sobre todo en la segunda parte de la segunda temporada y en la tercera temporada, remontando en la cuarta y quinta y lo ha hecho gracias al "tour de force"  de Tatiana Maslany que logra interpretar, con bastante convicción, cuatro o cinco personajes principales, con registros muy variados, amen de algunos otros episódicos. Por fin, el año pasado, Tatiana ganó un  Emmy, merecido premio a su esforzada y brillante multinterpretación. 


¿Qué nos deja el final de esta serie?. Muchas cosas: la crisis existencial de Sarah que, tras la muerte de Siobhan, y después de tanta lucha y persecución no sabe que hacer con su vida, no sabe ser feliz, incluso duda de su capacidad como madre;  el recuerdo imborrable de Siobhan, una madre adoptiva, protectora, que se sacrificó por sus hijos, luchadora infatigable, ejemplo para su propia hija, que nos enseñará, además que no es necesario tener la misma sangre para ser familia; el reencuentro bello y  tranquilo de las hermanas: Sarah, Cosima, Alison, Helena (su "sestra") que, en un bonito guiño a los fans, confiesa a sus hermanas que ha escrito un libro, su diario, que tiene como título "Orphan black", (la huerfana negra). Además las hermanas consuelan a Sarah en esa desazón existencial. Para  mi esta es una de las escenas más bonitas y esperadas de la serie. Helena es uno de los personajes que más ha evolucionado a lo largo de la serie, en un flashback conoceremos su infancia y el porque de su rudeza y salvajismo. Helena era al principio una de las grandes villanas, una asesina letal, que quería acabar con todas sus "sestras", no obstante al final de la serie veremos como Sarah ayuda a su hermana a dar a luz, que cuida con mimo a sus babes a quien llamará tras una transitoria etapa de "naranja" y "morado", Art y Donnie, y los criará bajo el manto protector del matrimonio formado por su hermana Alison y su marido Donnie. 

El final de la serie también nos deja el reencuentro de Cosima y Delphine, una de las escasas historias amorosas de la serie, (junto a la del convencional matrimonio, bueno, no tanto de Alison y Donnie), que después de múltiples idas y venidas, encuentros y desengaños se embarcarán en una hermosa misión: la de salvar la vida de los 274 clones del proyecto LEDA dispersos por el mundo;  y lo harán gracias a la inesperada ayuda de Rachel Duncan, que sabe que nunca podrá compartir el espacio de sus hermanas, aunque su cambio de actitud y comportamiento logran cierta reivindicación de su figura. Después de cinco temporadas echaremos en falta esta serie y  estos personajes que se nos han hecho tan familiares.

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