domingo, 24 de diciembre de 2017

"Doctor Strange", un extraordinario espectáculo visual, con el sello de Marvel, en el que la magia sustituye a los clásicos superpoderes

Título: Doctor Strange (Doctor Extraño). Director: Scott Derrickson. País: USA. Interpretes: Benedict Cumberbatch, Rachel McAdams, Tilda Swinton, Mads Mikkelsen, Chiwetel Ejiofor. Duración: 115 min. Género:Fantástico. Guion: Jon Spaihts, Scott Derrickson y C. Robert Cargill; basado en los personajes creados por Steve Ditko. Estreno en España: 28 Octubre 2016.

Entretenida y hasta cierto punto sorprendente película del universo cinematográfico de Marvel que rompe las convencionales normas de comportamiento de los tradicionales superhéroes de cómic, mostrándonos un héroe diferente al que este tipo de material nos tiene acostumbrados. La película nos cuenta la historia del doctor Stephen Strange, un neurocirujano, de fama mundial que sufre un terrible accidente de tráfico que le priva del uso de las manos en su oficio. Al fracasar la medicina tradicional  en su proceso de curación, Strange probará suerte en un extraño lugar de carácter místico situado en Katmandu que responde al nombre de Kamar-Taj. Allí, conocerá a La Anciana que le enseñará que el mundo en el que vive es una realidad entre las muchas existentes y aprenderá a dominar fuerzas y poderes psíquicos y mágicos necesarios para defender nuestro universo, nuestra realidad: como la teletransportación, la proyección astral o el uso de arcanas reliquias como el Ojo de Agamoto, la capa de levitación y otros libros mágicos. El héroe de esta cinta, contrariamente a lo que pasa en la mayoría de las películas, cae mal pues al principio se nos presenta como un personaje ambicioso, arrogante, ególatra, insensible, engreído, mezquino que se comporta con hosquedad incluso con los que le quieren. 

La cinta es realmente espectacular, con unos magníficos efectos especiales que me recordaron en alguna ocasión a los de "Origen", con esos edificios que se erigían y plegaban sobre sí mismos, pero aquí elevados a a la máxima potencia, con construcciones que recuerdan a los dibujos y litografías de Escher y a las "mandalas", representaciones simbólicas espirituales y rituales del macrocosmos y el microcosmos utilizadas en el budismo e hinduismo. Aquí sí que se justifica la tecnología 3D porque sus efectos está concebidos para provocar un efecto inmersivo en el espectador y vaya que lo consigue. La película tiene un ritmo endiablado y todos los actores realizan grandes interpretaciones, especialmente Benedict Cumberbatch que borda el personaje principal y Tilda Swinton, con su apariencia andrógina y en menor medida Mads Mikklesen en su papel de villano (Kaecilius) que no acaba de explotar todas sus posibilidades. La música, de Michael Giachinno (Alias, Lost, Fringe), resalta los momentos cumbre de la cinta así como las apariciones de su protagonista.

Aunque hablemos del universo de Marvel y sus superhéroes aquí deberíamos hablar más que de poderes físicos de poderes psíquicos o mentales, de magia, donde las amenazas no son ni extraterrestres, como en "Los Vengadores" ni humanas como en tantos películas  o series de héroes de Marvel. Aquí nos enfrentamos en  las diferentes dimensiones o planos alternativos, en los diferentes  planos de existencia, como siempre,  a una encarnizada lucha entre el bien y el mal, el orden y el caos, en una desigual lucha combinada de hechizos y artes marciales. Tanto el desarrollo como el desenlace es diferente y hasta cierto punto sorprendente y juega con las expectativas de espectador. Esperamos una pronta y exitosa continuación.

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