domingo, 31 de diciembre de 2017

"Beau Sejour", cuando tienes que investigar tu propio asesinato


De vez en cuando aparecerá por aquí alguna serie diferente, de otras latitudes distintas  a las tradicionales, americana o británica. De hecho les he hablado en este blog de series coreanas, australianas, suecas, francesas, etc, algunas de ellas auténticas joyas audiovisuales. En esta ocasión les presentó una serie belga, emitida en el primer trimestre de este año,  que me ha llamado poderosamente  la atención y que junto a la germana "Dark", que comenté hace poco,  se ha convertido en otra de las grandes sorpresas europeas de la presente temporada seriéfila. Se trata de "Beau Sejour", un thriller policiaco con tintes sobrenaturales que bebe del "nordic noir" con títulos tan conocidos como "Broen" o "Forbrydelsen" y de las que se hicieron los remakes americanos, "The bridge" y "The killing" respectivamente. Aquí no nos encontraremos con el ritmo vertiginoso de las producciones norteamericanas sino un ritmo mucho más pausado, para degustar con sosiego y  tranquilidad, que va adquiriendo mayor velocidad a medida que avanza la serie y se encamina hacia su tercio final. La serie está ambientada en un paisaje bastante triste y mortecino que encaja a la perfección  con ese toque fantástico o sobrenatural que le da sustento.  

Cuando le eché una ojeada  a esta serie, me me atrajeron de ella bastantes cosas, desde la intro, con una versión en flamenco de una canción de Hank Williams, poniendo  banda sonora a unas imagenes grises, de las  llanuras belgas, con unos compases llenos de tristeza y melancolía,   pasando por la fotografía que capta a la perfección ese  tono inquietante, opresivo y desasosegante de la serie o  la absorbente trama con algunos inesperados giros finales, donde  es la asesinada la encargada de resolver su propio crimen, investigación resuelta entre grandes dificultades por los silencios y mentiras que se habían ido tejiendo   a su alrededor, o  las interpretaciones todas ellas muy solventes, tanto de la protagonista como del resto del elenco. Lyn Van Royen hace un papel magnífico en su personaje de la asesinada Kato Hoeven.

La historia se ubica en un pequeño enclave rural belga cercano a la frontera con Holanda. La joven Kato Hoeven (Lynn Van Royen) se despierta ensangrentada y desorientada en una habitación del Hotel Beau Sejour. Entra en pánico cuando se da cuenta de que es su propio cadáver el que se encuentra en la bañera de la habitación del hotel, la habitación 108. No recuerda nada de lo que sucedió el día anterior a su muerte ni de lo que pasó inmediatamente tras su asesinato. Sale corriendo del lugar buscando ayuda pero nadie la puede ver salvo, en principio,  cinco personas que pueden interactuar con ella: su padre, su hermanastra, el jefe de la policía local, su hijo y una amiga. A partir de este momento su único propósito será el de averiguar quien la asesinó, para lo que utilizará a esas personas con las que puede interactuar  dejándoles  pistas con las que la policía pueda ir resolviendo el caso.  No es casualidad que sean esas personas y no otras las que pueden verla ya que parece que fueron las últimas personas en verla con vida y en casi todos los casos, por unas u otras razones, tienen fuertes sentimientos de culpa. En el transcurso de la investigación descubrirá los pequeños secretos tanto de estos como de   otros personajes de su familia que conducirán al hasta cierto punto inesperado final o resolución del caso.

"Beau Sejour" es un drama  intimista tras el que laten rencores familiares, secretos y mentiras del pasado ambientados en un núcleo rural bastante cerrado donde nos sorprenden con sus pequeñas fiestas, los torneos de motocross, el tráfico de éxtasis en los ambientes juveniles, la existencia de una pequeña delincuencia organizada. A medida que va avanzando la trama se va creando una atmósfera opresiva y desasosegante. Hay algunos aspectos chocantes que conviene dejar a un lado como el de que como un espíritu que se supone incorpóreo puede escribir, ir en moto, hacer el amor, abrir o cerrar puertas, etc. Si dejamos  a un lado esa inconsistencia fantástica y la asumimos como un recurso más de la historia todo encaja perfectamente, incluso nos permite ciertos juegos interesantes, desde la perspectiva de alguien que ve y no la ven. Podríamos asumir que en su plano o dimensión fantasmal ella hace realmente todo lo que le vemos hacer y que quienes conectan con ella en ese plano  sienten como real todo lo que hace, siendo invisible para el resto de los mortales.

La serie en su primer caso es autoconclusiva, con un final completamente cerrado y satisfactorio. Puede que la serie tenga continuidad, aunque no está confirmada su renovación y que  cada temporada se explore un crimen diferente. En resumen una serie de calidad, de factura europea, que  recomiendo a todos aquellos que gusten de los thrillers cocinados a fuego lento con esa mezcla de misterio, suspense  y fantasía que, para mí, hasta cierto punto cansado de tantos productos americanos convencionales y adocenados,  me ha parecido  sugerente y atractiva.


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