Título original: World War Z. Dirección:Marc Forster. Año: 2013. País: USA. Duración: 116 min. Género: Acción, terror. Interpretes: Brad Pitt (Gerry Lane), Mireille Enos (Karin Lane), Daniella Kertesz (Segen), James Badge Dale(capitán Speke), Matthew Fox (militar), David Morse (Burt). Guion: Matthew Michael Carnahan, Drew Goddard y Damon Lindelof; basado en la novela de Max Brooks, adaptada por Matthew Michael Carnahan y J. Michael Straczynski. Producción: Brad Pitt, Ian Bryce, Dede Gardner y Jeremy Kleiner. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Ben Seresin. Montaje: Matt Chesse y Roger Barton. Diseño de producción: Nigel Phelps. Vestuario: Mayes C. Rubeo. Distribuidora: Paramount Pictures Spain. Estreno en USA: 21 Junio 2013. Estreno en España: 2 Agosto 2013.
Vi esta película hace ya algún tiempo después de un primer e infructuoso intento y se me había olvidado comentar, mala señal, mis impresiones al respecto. Vaya por delante que la única gran película que reconozco del género de zombis es el clásico de George A. Romero, "La noche de los muertos vivientes". Todas las demás que he visto, incluidas las de "Resident Evil", "28 días" o la serie de zombies "The Walking Dead", me han dejado, por lo general, bastante frio. Es una opinión muy personal que seguramente no tiene porque coincidir con la de muchos otros. Me inquieta y me interesa mucho más el muerto vivo de la francesa "Les revenants" o el muerto de la británica "In the flesh" que el zombi putrefacto que se arrastra por las calles de una ciudad desierta en la américa profunda, acercándose al primer vivo que se encuentre en su camino y que podemos ver en cualquier capítulo de la serie "The Walking Dead".
Pues bien, dejando a un lado estas consideraciones la película "Guerra Mundial Z" se erige en una película más de zombis, eso sí, con la patina de una serie A, justificada, esta clasificación por la presencia de la megaestrella Brad Pitt y unos efectos especiales más que aceptables. Quizás lo más llamativo de la película sea el hecho de que estos zombis, a diferencia de los clásicos (lentos y torpones) corren que se las pelan. Hay una imagen que se te queda clavada en la retina y es la subida de miles de zombis, unos encima de otros, por la muralla de Jerusalen, último bastión de la humanidad, y lo hacen como si fuese una descomunal marabunta humana. Aparte de estas imagenes de masas zombis nunca vistas en el cine poco cabe señalar del resto de la película: una trama bastante sencilla, esquemática y endeble que aporta poco al subgénero de los zombis y en la que Pitt es el protagonista absoluto (para algo es además quien pone la pasta) pero que, a pesar de sus limitaciones está suficientemente trabada como para poder seguir el hilo hasta el final, con un ritmo más que aceptable aunque sobre, tal vez, algún minuto de metraje, error, el del timing muy frecuente en la mayoría de las producciones cinematográficas contemporáneas.
Pues bien, dejando a un lado estas consideraciones la película "Guerra Mundial Z" se erige en una película más de zombis, eso sí, con la patina de una serie A, justificada, esta clasificación por la presencia de la megaestrella Brad Pitt y unos efectos especiales más que aceptables. Quizás lo más llamativo de la película sea el hecho de que estos zombis, a diferencia de los clásicos (lentos y torpones) corren que se las pelan. Hay una imagen que se te queda clavada en la retina y es la subida de miles de zombis, unos encima de otros, por la muralla de Jerusalen, último bastión de la humanidad, y lo hacen como si fuese una descomunal marabunta humana. Aparte de estas imagenes de masas zombis nunca vistas en el cine poco cabe señalar del resto de la película: una trama bastante sencilla, esquemática y endeble que aporta poco al subgénero de los zombis y en la que Pitt es el protagonista absoluto (para algo es además quien pone la pasta) pero que, a pesar de sus limitaciones está suficientemente trabada como para poder seguir el hilo hasta el final, con un ritmo más que aceptable aunque sobre, tal vez, algún minuto de metraje, error, el del timing muy frecuente en la mayoría de las producciones cinematográficas contemporáneas.
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