No es la primera vez que vemos a los niños siendo utilizados para algo malévolo, bien sea en el cine o en alguna serie de televisión. Al comenzar a ver esta serie me acordé de la magnífica miniserie "Los hijos de la tierra" pues fue de lo mejor que vimos en la añorada serie británica de ciencia ficción "Torchwood" y que correspondió a su tercera temporada. Como en aquella miniserie, en esta los niños son utilizados también por una inteligencia extraterrestre, aunque aquí llamada Drill, que es mucho más misteriosa que la de la serie británica pues es invisible y parece una energía desconocida que controla el electromagnetismo y las mentes de los chavales con el fin de dominar el mundo y acabar con la humanidad.
Esta serie producida por Spielberg está basada en el relato corto de Ray Bradbury "Zero hour". De este a priori interesante punto de partida cabría esperar una serie mucho mejor que la que nos ofrece la ABC. La serie avanza con cierta lentitud hasta el tercer episodio, para posteriormente adquirir un mayor ritmo e interés que ayuda a su visionado. De hecho tengo que reconocer que me costó arrancar, estuve a punto de dejarla en el tercer capítulo y acabo de verla de un tirón hasta el quinto, siguiéndola con interés hasta el momento. "The whispers" se ha estrenado medio año más tarde de lo previsto y está todavía en el aire su renovación para una segunda temporada, cuando se acaben de emitir trece capítulos producidos. La serie no tiene grandes audiencias, apenas llega a los seis millones de espectadores en directo si bien este número se incrementa sensiblemente con el visionado posterior en los grabadores.
La serie, como he comentado, tiene aciertos y errores a partes iguales: por un lado algunas buenas interpretaciones infantiles asi como una recuperación del ritmo y del suspense mediada la serie, en la parte negativa, un desarrollo bastante convencional de la trama, (el cuento de Bradbury podía haber dado mucho más de sí) y unas actuaciones, por lo que se refiere al elenco de los adultos, en general, bastante rutinarias. Sólo espero que mantenga el suspense, la intriga hasta el final de la temporada, convirtiéndose, así, por lo menos, en un buen entretenimiento para estas fechas estivales. De momento, ha ido de menos a más, que no es poco.
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