lunes, 24 de julio de 2017

"Blood Drive": sexo, sangre y rock and roll


Hace poco más de un mes se estrenó esta serie estival, un tanto gamberra, de SyFy, que sigue la estela de películas como "Grindhouse" dirigida hace algunos años, en 2007, por Robert Rodríguez y Quentin Tarantino y que, como aquella, rinde homenaje a los llamados "films exploitations", cintas  donde se mezclaban, en grandes dosis, gore, violencia y un más que explicito erotismo. Esta serie nos traslada a un mundo distópico que sufre las consecuencias del cambio climático, donde el agua y la gasolina escasean, (el petroleo está por las nubes), un mundo  dominado por una omnipresente corporación   que está, también, tras la organización de la carrera mortal, con vehículos alimentados por sangre humana, carrera mortal que es el leif motiv de la serie. Y es que quien llegue el último puede ser convertido en rojo combustible. Y quien gane la carrera se llevará un jugoso premio en metálico de 10 millones de dolares.

La serie está protagonizada por una exuberante femme fatale, Grace D´Argento, interpretada por la actriz española Christina Ochoa y por un policía, interpretado por Alan Ritchson, que cree que puede salvar al mundo,  aunque quien brilla con luz propia  en la serie es el maestro de ceremonias de esta singular carrera, Julian Slink, interpretado por Colin Cunningham, en un papel absolutamente histriónico que dirige el show de unos inolvidables finales de carrera, cuya parafernalia me recordó el ambiente de la taberna "La teta enroscada" de la película "Abierto hasta el amanecer", si bien en esta serie predomina, más que la vertiente de cabaret presente en aquella, un ambiente de heavy metal post-apocalíptico. Nuestros protagonistas se verán obligados a participar en esta macabra carrera por todo el país, -cada capítulo nos narra una jornada diferente- y tendrán que hacer todo lo posible, incluso trampear, con los métodos más inverosímiles, para no quedar los últimos, o para que no se activen las bombas que llevan incorporadas en sus cabezas. 


El primer capítulo fue una presentación de lo que veríamos en los siguientes capítulos y estuvo por encima de la media de capítulos que le han seguido. Una autentica montaña rusa de acción descerebrada, sangre a raudales, sexo más o menos explícito y situaciones inimaginables, más allá de la razón o el sentido común. En esta serie veremos mutantes, mutilaciones, caníbales, sofisticados robots femeninos capaces de producir las mayores torturas y placeres, una pareja de serial-killers, un manicomio, -donde aparentemente encerraron a la hermana de la protagonista-, drogas psicodélicas que incitan al fornicio más desenfrenado que culmina en un holocausto caníbal y otras muchas imagenes igualmente sobradas y perturbadoras. Desde luego no es una serie para todos los públicos. Sólo para amantes del gore y el bizarro más loco. No hay que tomársela en serio. La primera que no se la toma en serio es ella misma. La duda está en si esta serie será capaz de no repetirse demasiado en cada capítulo, -mucho nos tememos que no-, ofreciendo una trama variada y divertida.

Act. 8-9-17: La serie acaba de ser cancelada tras su primera temporada. La razón de la cancelación, como se pueden imaginar, ha sido debida a sus pobres audiencias, pues apenas ha promediado 470.000 telespectadores. No obstante hay decisiones que no se acaban de entender ya que otra serie como "Wynonna Earp" ha sido renovada, pese a tener cifras de audiencia muy similares. 

Vista  la serie  completa y a pesar de sus excesos o precisamente por ello, hay que agradecer esta entretenida, arriesgada y gamberra propuesta que supone una bocanada de aire fresco en el a veces adocenado y aburrido panorama televisivo actual. La serie no pasará a la historia por sus interpretaciones, de acuerdo, pero tenía,  con  ese carácter de espectáculo grand-guiñolesco todo lo necesario para convertirse en una pequeña pieza de culto para los amantes del cine bizarro y trash, ese cine a caballo  entre la serie B y la serie Z y que mezclaba, en generosas dosis, y con unos argumentos delirantes  terror, sexo y violencia. Ese tipo de películas que hace una década homenajearon Rodriguez y Tarantino con  "Grindhouse". "Blood Drive" es una serie para verla sin prejuicios. Y lo siento, a riesgo de entrar en polémicas, vistas las cancelaciones de Syfy esta semana, donde esté "Blood Drive" con sus locuras y excesos se quite "Wynonna Earp".


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