sábado, 8 de julio de 2017

"La isla del tesoro", ho, ho, ho y una botella de ron...



Título original: treasure Island. Año: 1934. Duración: 105 minutos. País: Estados Unidos. Director:Victor Fleming. Guión: John Lee Mahin, basada en la novela de Robert Louis Stevenson. Música: Herbert Stothart. Fotografía: Harold Rosson, Ray June, Clyde de Vinna. Interpretes: Jackie Cooper (Jim Hawkins), Wallace Beery (Long John Silver), Lewis Stone (Capitan Smollet), Lionel Barrymore (Billy Bones), Otto Kruger (Doctor Livesey), Nigel Bruce (Trelawney), Charles McNaughton (Black Dog), William V. Mong (Pew), Charles "Chic" Sale (Ben Gunn), Doroty Peterson (Mrs Hawkins).  Productor: Hunt Stromberg. Productora: Metro Golwind Mayer (MGM). Género: Aventuras. Piratas. Fecha de estreno: 8 de agosto de 1934

Siguiendo con mi particular repaso de mi videoteca de clásicos me detengo un momento en esta película de aventuras. Fue también una de las primeras películas que vi en mi infancia  allá por el año 1971, en aquella Sesión de Tarde de los sábados,  cuando apenas hacía unos días que habíamos comprado la televisión en blanco y negro Vanguard de 24 pulgadas. Además, oh casualidad, aquel día, aquel sábado había comprado en la librería del barrio, el libro de Robert Louis Stevenson en la edición de RTV Salvat y que aun conservo en mi casa. Sea como fuere, aquel primer visionado de esta película se me quedó gratamente fijado en la memoria. Aquí les dejo unas breves notas sobre este gran clásico del género de aventuras, una cinta que para mí sigue teniendo todavía ese encanto, esa ingenuidad, ese carácter de aventura iniciática en un maravilloso blanco y negro, donde seguramente se combinan todos los tópicos que desde entonces asociamos al cine de piratas: seres un tanto malévolos, curtidos en mil batallas, en mil asaltos a barcos cargados de oro, llenos de tatuajes en sus cuerpos, con el parche en el ojo y la pata de palo como diría Sabina, la bandera negra con la calavera cruzada por dos tibias, como enseña, y aquella  canción de aire tabernario que decía  "veinte van en el ataúd, ho, ho, ho y una botella de ron", el loro del inolvidable Long Silver que repite una y otra vez una frase delatora ¿o eso es de otra película?, je, je. Inolvidable.

Jim Hawkings es un chico inglés que ayuda  a su madre  en la posada   "Almirante Benbow", una taberna situada en la costa inglesa, cerca de Bristol. Una noche oscura y tormentosa llega a la posada, y en estado de embriaguez,  un viejo pirata con la cara cortada, de nombre Billy Bones, cuya única posesión es un viejo cofre y que se hace llamar capitán. El  cofre contiene el mapa de la Isla del Tesoro, una isla donde estaba escondido el botín del capitán Flint. El hombre le dice a Jim que le dará una moneda de plata al mes   a cambio de “estar ojo avizor por si divisa a un marinero con una sola pierna”. La posada recibe al poco tiempo  la visita no de ese marinero sino de otro de siniestra apriencia, Black Dog, Perro Negro, con quien el capitán se enfrenta a causa del mapa y del tesoro. Perro Negro huye pero enseguida aparece otro marinero, éste ciego, llamado Pew. Pew le deja una nota, con una mancha negra por un lado (el redondel negro) y un aviso de que tiene hasta las 10 de esa noche para devolver el plano pero  Bones cae fulminado casi inmediatamente  por una apoplejía. Jim y su madre abren el baúl del capitán, mientras los piratas asaltan la taberna. Jim coge el mapa y escapa. Los piratas no encuentran lo que buscaban. En su huida el ciego Pew es atropellado por un carruaje que viene a socorrer a Jim y a su madre. Jim se reune con el doctor Livesey y el caballero  Trewlaney y descubren que el mapa   conduce a un legendario tesoro, el tesoro de  Flint. 

El caballero Trewlaney organiza el viaje a la isla del tesoro, y para ello contrata un barco,  la Hispaniola y a su capitán, el capitán Smollet,  no sin antes haber reunido una buena tripulación buscada por el que se postula como cocinero  del barco, John Long Silver, dueño a la sazón de la taberna El Catalejo. A pesar de que Bones había advertido a Jim sobre un marinero con una sola pierna, Jim y Long John Silver congenian enseguida y se hacen grandes amigos. El capitán Smollet desconfía de los objetivos del viaje y de la tripulación contratada. Durante la travesía se producen varios accidentes mortales entre los marineros leales, como el caso del contramaestre Arrow que cae al mar y espasto de los tiburones  o del marinero Henry, que cae desde lo mas alto del palo mayor. La noche anterior a desembarcar en la isla Jim escucha, escondido en el interior de un barril lleno de manzanas, el plan de Silver de que va a coger el tesoro y matar a los hombres del capitan  Smollet. Jim informa a Smollet, Livesey y al caballero Trewlaney de las aviesas intenciones de Silver. 

Jim baja a tierra con algunos marineros, -en el camino vuelven a matar a dos leales al capitan Smollet- y se encuentra con un viejo marinero, Ben Gunn,  al que abandonaron sus compañeros piratas hace tres años que le dice que él ha encontrado el tesoro de Flint. Mientras tanto Smollet y sus hombres leales huyen del barco  a la empalizada de Flint para preparar la defensa. Los hombres de Silver toman el barco, colocan la bandera negra en el mástil y atacan la empalizada cuando Smollet se niega a darles el mapa del tesoro. Si bien la situación parece desesperada, Jim se hace con un pequeño bote, un bote que había hecho Ben Gunn y se infiltra en La Hispaniola por la noche, cortando la cuerda del ancla y haciendo que el barco quede a la deriva. Al día siguiente encuentra en cubierta a dos marineros, uno muerto y el otro herido, un tal Hans. Entre Jim y el amotinado herido esconden el barco en la bahía norte de la isla. Jim arria la bandera pirata. Luego Hans intenta matar a Jim quien escapa  subiendo por las velas hasta un lugar seguro desde donde dispara al pirata en defensa propia que le había lanzado  un cuchillo, para matarle,  afortunadamente sin acierto.

Cuando Jim regresa a la empalizada, los hombres de Silver están ahí. Silver le dice a Jim que ha llegado a un acuerdo con el doctor Livesey para respetar sus vidas a cambio del mapa qye tenían y que ahora obra en su poder. Los piratas quieren matar a Jim pero Silver le protege.  Silver mantiene a Jim como rehén. Los piratas buscan el tesoro en el lugar indicado en el plano pero el hoyo está vacío, alguien se lo ha llevado.  Cuando algunos de los piratas se amotinan contra Silver, Livesey y Gunn se le unen en la lucha, matando a varios. Ben Gunn se había hecho con el tesoro y lo había escondido en una cueva. Por eso Livesey había entregado el plano a Silver, porque este ya no tenía valor. Smollett  navega luego a casa con el tesoro, que Gunn había escondido en su cueva, y con Silver como prisionero. Incapaz de mantenerse al margen y dejar que su amigo sea ahorcado, el joven Jim libera a Silver.  A medida que se aleja del barco, Silver le promete a un Jim triste y lloroso por la marcha de su amigo buscar el resto del tesoro algún día, esta vez como el honesto y leal John Silver. emotivo y bonito final.


La película adapta con bastante acierto y fidelidad la novela de Stevenson, siendo esta la mejor versión y la más afamada de todas las realizadas hasta la fecha, a pesar de que la cinta comprima o resuma algunos aspectos de la trama que en el libro están mucho mejor y más minuciosamente desarrollados.  En 1920 Maurice Tourner realizó una versión muda, con Lon Chaney de protagonista, muy olvidada en el mundo de la cinematografía, en 1950 Byron Haskin realizó otra versión para Walt Disney, aunque filmada íntegramente en Inglaterra, con un John Silver magistralmente interpretado por Robert Newton y en 1989 se rodó una versión para la televisión protagonizada por Charlton Heston y dirigida por su hijo, Fraser C. Heston que pasó más bien sin pena ni gloria. Además de estas versiones cabría citar una peli japonesa de dibujos animados del año 1970 dirigida por Hiroshi Ikeda y Koji Mori y una cosmopolita producción (italo-franco-hispano-alemana) de 1972 dirigida por Andrea Bianchi y John Hough, con Orson Welles como John Silver, bastante anodina.

Como he comentado al principio de la entrada, la historia tiene algo de experiencia iniciática, la iniciación de un niño como Jim que pasa de la infancia a la madurez al tener que tomar complicadas decisiones, decisiones propias, decisiones que tienen una clara dimensión moral y en las que afortundamente acertará, como acertará al final cuando deje hablar a su corazón y libere al pirata John Silver, anteponiendo el afecto y la amistad a la ley y al deber, dando a esta oveja descarriada una segunda oportunidad. No todo es blanco o es negro en esta vida, John Silver no es el típico pirata malo y sanguinario que aparenta ser aunque cometa algún crimen que otro, pues a pesar de toda esa fachada dura e incluso despiadada tiene su corazoncito, un corazón noble y protege a Jim como si fuese su hijo, y con su propia vida, llegando a establecerse entre el pirata y el niño una sincera amistad paterno-filial, ejerciendo de esa figura paterna y protectora de la que el chico carecía por la temprana muerte de su padre. La película es pues también, además de una aventura iniciática un canto a esa amistad. La película puede parecer terriblemente ingenua, pero la ingenuidad procede de la visión infantil de su protagonista que vive esta experiencia como la gran aventura de su vida.

Cabe destacar algunas escenas y ambientes de la película y los contrastes de unos momentos y otros: así disfrutamos del ambiente gris y tétrico de la posada Almirante Benwob, con esos siniestros personajes como Pew el ciego o el Perro Negro, la mancha negra (pareciera que la mancha negra tuviese un efecto similar al que paractican el vudu, pues tras recibirla Billy Bones cayó fulminado), el angustioso asalto de los piratas a la posada, escenas humorísticas como la de los piratas que pasan de pelearse como perros a comportarse como personas amistosas cuando entran nuestros protagonistas en la taberna El catalejo, de Bristol, escenas tensas, llenas de inquietud a cada sospechosa muerte que se produce en el bando leal al comenzar la travesía, o en el enfrentamiento en la empalizada, cómicas cuando vemos comer con fruicción al pobre Ben Gunn, o llenas de ternura en la despedida final entre John Silver y Jim Hawkins. Buena ambientación en definitiva, a pesar de la antiguedad de la cinta, dotada con un ritmo agil y divertido que no decae en ningún momento.

Como no disfrutar de esta deliciosa película cuando todos hemos sido niños, todos hemos querido embarcarnos en algún momento en la búsqueda de ese tesoro,  en un viaje lleno de peligros. La búsqueda del tesoro es pues la búsqueda de la aventura, la búsqueda y el reencuentro con la fantasía, con nuestros sueños y nuestras más ocultas aspiraciones infantiles,  la infancia, esa edad  dorada,  ese paraíso perdido que dicen algunos de nuestros primeros e inocentes años. Partimos en el barco de la fantasía y de la aventura, de niños, para desembarcar en la gris vida del adulto años más tarde. Sólo los que no han perdido por completo  la inocencia (hay que mantener vivo ese niño que llevamos dentro), y la capacidad de fantasear,  sorprenderse o  emocionarse, pueden alcanzar,  en esta vida y en  ocasiones, fugaces momentos de felicidad.


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