viernes, 7 de julio de 2017

"Horizontes perdidos " o la búsqueda del paraíso perdido que todos llevamos dentro



Título original: Lost Horizons. Año: 1937. País: Estados Unidos. Director: Frank Capra. Productor:Frank Capra. Productor ejecutivo: Harry Cohn. Guión: Robert Riskin sobre la novela de James Hilton.Interpretes: Ronald Colman (Robert Conway), Jane Wyatt (Sondra), John Howard (George Conway), Margo (María), Thomas Mitchell (Barnard), Edward Everett Horton (Lovett), H.B. Warner (Chang), Isabel Jewell (Gloria), Sam Jaffe (el gran Lama). Música: compuesta por Dimitri Tiomkin y dirigida por Max Steiner. Fotografía: Joseph Walker. Sonido: Edward Bernds Montaje: Gene Havlick y Gene Milford.Dirección Artística: Stephen Gosson. Efectos especiales: Ganahl Carson  y Roy Davidson Vestuario:Ernest Dryden. Género: Aventuras, fantasía. Duración: 128 minutos. (tras la restauración de 1985, la original era de 132 m.).

Esta es una de las películas de la que más temprano recuerdo tengo. Tendría no más de cinco o seis años cuando la vi en casa de unos vecinos, con los que teníamos una estrecha relación. De esta película recuerdo el asombro que me producía descubrir un  mundo fantástico entre altísimas montañas, un mundo que era lo más parecido al paraíso que había visto nunca y por otro lado recuerdo que también me asombraba el que las personas que vivían en este idílico reino vivían durante cientos de años, casi eternamente. Pasarían otros 40 años hasta que la volviese a ver, encontrando nuevos significados a la cinta y ayer mismo la revisé para realizar esta entrada. Vistas con los ojos de ahora algunos la calificarán de ingenua y otros de lenta en su desarrollo pero sin ser una obra perfecta es para mí, con todo merecimiento, uno de los clásicos entre los clásicos de la historia del cine.L a película está basada en la novela homónima escrita por James Hilton y publicada en 1933.

La película comienza con una revuelta contra los británicos en Baskul (China) en el año 1935. El cónsul  Robert Conway se encarga de organizar la evacuación de sus compatriotas. Los amotinados incendian los hangares, se oyen disparos, los aviones despegan, -magníficas las tomas de la evacuación para la época en la que se rodó-; y finalmente Robert, junto a su hermano George, un paleontólogo, un estafador, una americana enferma de tuberculosis y algún otro personaje consiguen escapar aunque han matado al piloto y su destino varía. Viajan al oeste. Hacen una escala en el desierto, donde repostan, y vuelven a volar. Pero al poco tiempo a la nave le fallan los motores y se estrella entre las montañas cubiertas de nieve. El piloto ha muerto y se encuentran lejos de la civilización. 

El grupo es rescatado por un grupo de nativos, comandados por un tal Chang, con el que atraviesan unos estrechos senderos muy peligrosos, con grandes precipicios hasta el valle de Shangri La, un valle entre las montañas con un clima primaveral, un remanso de paz y bienestar, un pequeño paraíso terrenal. Chang   les traslada a un monasterio lamaísta. Hay una occidental allí, llamada María. Les agasajan pero parece una cárcel dorada. Al parecer les estaban esperando desde hacía dos años. Parece pues que nada es fruto de la casualidad. Robert tiene la sensación de haber estado ya en ese lugar. Su hermano, sin embargo es y se siente diferente. Desconfía del lugar y de Chang, del que dice que habla mucho y dice poco. Cree que hay alguna conexión entre el desvío del avión y ese ignoto y alejado lugar. En el valle de la luna azul viven casi dos mil personas.

Según Chang, Shangri La fue construida por un sacerdote belga llamado Padre Perrault. Eso ocurrió en el año 1713. Llegó casi congelado, se amputó la pierna, y enseñó a los nativos todo lo que sabía. Tenía 108 años cuando terminó de construir Shangri La. Aquí es muy normal vivir hasta una avanzada edad, cuenta  Chang. En Shangri La no hay delitos, no puede haberlos cuando no  no existe ni la necesidad, ni la avaricia, ni la codicia. El hermano de Robert, George traba amistad con la joven occidental, de nombre Maria, que lleva mucho tiempo en el lugar. Robert, por su parte, suspira por una mujer que ha visto fugazmente y que habla su idioma, Se llama Sondra. Con ella disfrutará de momentos inolvidables en bellisimos jardines, junto a frescos riachuelos, sorprendentes cascadas, bosques idílicos. El resto de miembros de la expedición van cambiando su actitud y disposición asi como su situación física y mental:  la americana mejora de su enfermedad. Del estafador sabremos que fue dueño de la compañía eléctrica Bryant y que empezó como lampista y llegó  a erigir un enorme imperio. El hermano de Robert enloquece, dice que están prisioneros. Por alguna razón nos están reteniendo aquí. Incluso llega a hacer uso de un arma aunque su hermano le neutraliza.


A Robert le  recibe el gran lama. Es un hombre muy mayor, pero pronto realiza un descubrimiento mayor, en realidad el gran lama de Sangri La es el padre Perrault. Y es que comprueba, asombrado,  que solo tiene un pie. R.C: Hace 200 años y todavía está vivo. Soy un gran admirador suyo, no delhéroe, sino del hombre, le dice el padre Perrault  a Bob. Y en otro momento de la conversación le recuerda que hay momentos en la vida de un hombre en que vislumbra lo eterno. Le dice que sue su nombre fue sugerido por alguien.Que utilidad puedo tener, pregunta Bob. Necesitamos hombres como usted para que continue la comunidad. Usted es un hombre joven. En su mundo le quedan veinte o treinta  años de actividad. Sin embargo en Sangri La su vida acaba de comenzar  y probablemente sea muy larga. En esta vida hay que tener un propósito. Sin ello, una larga vida es absurda. Y el padre perrault continua: El mundo es una locura, se sume en una orgía de avaricia y brutalidad. Le he traído a Sangri La porque el mundo tiene libros, música y una manera de vivir basada en una simple regla: ten caridad. Que el amor fraternal de Sangri La se extienda por todo el mundo. Renueve la ética cristiana y los humildes heredaran la tierra.

Bob sale de la reunión con Perrault, los otros le preguntan, pero Bob no dice nada. Pasea al día siguiente por las calles de Sangri La, encuentra a Sondra dando clase de música a unos chicos. Ella le cuenta que casi ha nacido allí. Hubo un accidente y su padre y ella se salvaron. Ha crecido junto al padre Perrault. Tiene solo 30 años. Robert asume de buen grado su situación en eese reino idílico: Me han raptado y me han traído aquí pero lo acepto. Quizás haya formado parte deSangri La sin saberlo. En Sangri La podemos encontrar claros ecos o resonancias del mito de "El paraíso perdido" deMiltonOjala todo el mundo podría venir a este valle, suspira Sondra. Entonces dejaría ser maravilloso, le contesta Bob. María se ha enamorado de George, el hermano de Bob. Robert y Sondra, por su parte,  juegan, se besan:  sabíaque vendrías y que nunca te marcharías, ¿me perdonas por haberte traído hasta aquí? le dice ella.

El paleontólogo dice que Sangri La es una utopía y que  quiere estudiar y enseñar geología. El estafador   pretende llevar el agua corriente al pueblo, el oro puede esperar, dice. Parece que casi todos encuentran su sitio, menos George. Bob le interpela:  George pareces un niño, no has dicho nada desde hace 2 semanas. Chang y Robert  juegan al ajedrez. Chang le confiesa que María, la chica que se ha enamorado de George, llegó al valle en 1888, tenía entonces 20 años. ¿Y si se marcha?, pregunta Bob. Tendrá el aspecto que le correspondería a su edad actual, le contesta Chang.


George está cada vez más nervioso, quiere convencer a los otros componentes del grupo: el estafador decide quedarse y la americana  también, asi como el paleontólogo. Tu hermano es un problema. Era de esperar. Tu hermano no me concierne. Es asunto tuyo. Dejo en tus manos el futuro y el destino de Sangri La. Yo voy a morir. Sabía que mi trabajo había terminado cuando te ví. Sé moderado y paciente.  Salvaguarda las riquezas de la mente.  Tu sobrevivirás a la tormenta.  Veo a gran distancia un mundo nuevo que se mueve, son las últimas palabras que le transmite el padre Perrault a Robert antes de morir. Tras su fallecimiento se celebra una gran ceremonia fúnebre.


George quiere convencer a su hermano para que vuelva a la civilización. Sin embargo Robert intenta convencerle para que se quede. Le cuenta a su hermano todo lo que sabe. George no se cree nada. Se enfurece, dice que son todo mentiras:  este no es un lugar para tí, ha sido ella, (por Sondra) la que te ha cambiado.  Esto es más fuerte que el amor fraternal, confiesa Bob. María se dispone a marchar con George. Bob le advierte  a George sobre lo que le pasará a María, la chica rusa,  si sale de Sangri La. María le informa a Bob  que  ella pagó a los porteadores, y le dice que todo es mentira, que el abad se creía el padre Perrault, que es mentira lo de que se va a convertir en una vieja. Que prefiere morir congelada en una tormenta que vivir un minuto más allí. Robert decide ir con ellos. Chang le dice a Sondra que Bob se irá pero que regresará.

Los tres enfilan el desfiladero, la puerta de entrada, en este caso de salida de ese reino mágico. Robert mira hacia atrás. Sondra les sigue de hurtadillas hasta el desfiladero. Continúan, en un momento dado alguien les dispara. Se produce una avalancha. Mueren los porteadores.  Arrecia el frio, la ventisca. Maria no puede seguir, se queda semincorporada en mitad del camino. Cuando miran su rostro, su cara es la de una vieja.  George enloquece y cae por un precipicio. Robert da tumbos y como puede se arrastra y sale de aquellas montañas hasta que es encontrado por la civilización. 

Robert Conway vive, es la noticia que aparece en todos los periódicos. Pero Conway ha sufrido una amnesia total de un año entero. Lo siguiente que sabemos de él es que Conway recuperó la memoria y  escapó. Hablaba de Sangri La. Lord Lamsford abandona la busqueda de Conway, es el último titular de los rotativos. Lamsford le siguió durante diez meses. Dice que Robert aprendió a pilotar aviones. Llego a un lugar lejano del Tibet. El hombre que no era humano. Seis veces intentó atravesar aquellas montañas, aquel desfiladero y seis veces fracasó y por fin desapareció por aquel maldito puerto de  montaña. Lo crees, le preguntan a Lord Lamsford. Si , lo creo porque necesito creerlo. Un brindis por mi esperanza de que Conway encuentre su Sangri La, por la esperanza de que todos encontremos nuestro Sangri La. Asi acaba esta inolvidable película, con las palabras posteras de Lord Lamsford.

Sangri La representa, como he comentado anteriormente, el paraiso perdido, la felicidad utópica que todos, de una u otra forma buscamos, un lugar donde  no hay codicia o avaricia, ni envidia porque todo lo que se necesita para ser feliz se tiene al alcance de la mano, un lugar de eterna juventud, un entorno idilico muy apropiado para el goce y la contemplación, y porque no, para  desarrollar nuestras capacidades y habilidades, sin ningún afan por la comptencia o el medro, base de nuestro actual sistema de valores.  La película que recibió dos oscars por categorías menores entronca con el cine vital y optimista de Capra, ese cine cargado de valores, donde sus protagonistas son personajes extraordinariamente idealistas, como en el fondo también lo es Robert Conway, y que  algunos  tachan injustamente de ingenuo, simple y sentimental y que vemos en otras películas suyas como "Caballero sin Espada", "Juan Nadie"  o "Que bello es vivir".


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